Con la creación de la Agencia Espacial Española no sólo se pone fin a la injusticia histórica que suponía su inexistencia en uno de los países de Europa que más contribuye desde el ámbito científico, tecnológico e industrial al estudio y la exploración del espacio. También se abre una magnífica oportunidad para potenciar aún más todas esas capacidades de manera centralizada en la sede de esta nueva institución.
Si hay una candidatura que reúne de manera indiscutible los requisitos y las cualidades para albergar la sede central del gran proyecto espacial español, esa es la de San Javier, en la Región de Murcia, cuna de tantas generaciones de pilotos de la aviación militar española y que aspira también a serlo de las futuras promociones de astronautas.
Cuenta para ello con el inmenso bagaje y la experiencia de albergar, desde hace más de un siglo y a orillas del Mar Menor, las bases y aeródromos en las que se han forjado los mejores aviadores de nuestro país. Una tradición de la que la Academia General del Aire es digna heredera y por la que San Javier es hoy conocida en todo el mundo, especialmente en todos aquellos aspectos relacionados con la aeronáutica. Y ahora, también, en los relacionados con la exploración espacial.
Ninguna de las otras candidatas reúne las condiciones ambientales, climatológicas, geográficas, estratégicas y técnicas que ofrece la Región de Murcia. Nuestros cielos azules y despejados han hecho de nuestra comunidad autónoma uno de los grandes centros de formación y enseñanza de pilotos (y también de paracaidistas) de España.
Unas cualidades únicas que convierten a Murcia en la única provincia de España (junto con Madrid) en albergar más de una base aérea del Ejército del Aire y del Espacio: las de San Javier y Alcantarilla.
A todas estas ventajas se suma la de ofrecer como sede de la Agencia la terminal anexa del antiguo aeropuerto civil, que al estar dentro de perímetro de la Academia permitiría reforzar al más alto nivel la seguridad de unas instalaciones tan estratégicas.
También, y no menos importante, activar sin demora su puesta en marcha en las edificaciones ya construidas.
San Javier dispone, además, de una ubicación estratégica para las comunicaciones por tierra, mar y aire dada su cercanía a dos aeropuertos internacionales, el de Alicante y el de la Región de Murcia. También al Puerto de Cartagena, uno de los más importantes del Mediterráneo.
Una completa red a la que hay que sumar sus conexiones por carretera desde la autopista AP-7, y la inminente llegada de la Alta Velocidad Española a la ciudad de Murcia, ya presente en las vecinas Orihuela, Elche y Alicante.
El alojamiento del personal de la Agencia y de todos los científicos y visitantes que puedan acceder a la misma está garantizado por la acreditada capacidad hotelera tanto del municipio de San Javier como del Campo de Cartagena, que cumplen perfectamente con todas las necesidades previstas, presentes y futuras.
Otro punto fuerte de la candidatura de San Javier para albergar la Agencia Espacial Española es la gran capacidad industrial regional y la apuesta decidida por la I+D+i tanto en el ámbito privado como en el público. Apuesta que tiene en las tres universidades de la Región de Murcia una inmejorable baza a favor desde el punto de vista tecnológico y científico a la hora de crear sinergias y de trabajar conjuntamente en nuevos proyectos.
Si los criterios determinantes para la selección de la sede dependieran únicamente del decidido respaldo de las instituciones públicas y privadas, de la industria, la ciencia y las universidades de la Región de Murcia, la elección estaría del todo asegurada. Ninguna candidatura de las presentadas supera a San Javier en ilusión y en la implicación con que toda la sociedad murciana en pleno se ha volcado en apoyo al proyecto de que San Javier albergue la Agencia Espacial Española.
No en vano, la Región de Murcia mantiene unos enormes vínculos históricos con los avances tecnológicos vividos por la aeronáutica en España de la mano de figuras tan señeras y universales como Juan de la Cierva y su revolucionaria invención del autogiro. O, más recientemente, de Manuel Torres, cuyas innovaciones técnicas se emplean continuamente en la fabricación de los principales modelos de aeronaves para la aviación comercial, y que cuenta con una planta de producción en el Parque Tecnológico de Fuente Álamo, a unos pocos kilómetros de San Javier.
Ellos dos, y otros muchos más, son parte de un ejemplar legado que tendría la mejor continuación posible en nuestra región como sede de la Agencia Espacial Española. Nuestro país está ante una ocasión única para terminar con uno de los grandes déficits de nuestra política científica mediante una decisión justificada a partir de criterios objetivos y cuyas consecuencias han de ser extremadamente positivas en el ámbito científico y tecnológico.
Desde hace ya muchas décadas, San Javier es un privilegiado escenario de la incurable fascinación del ser humano por el dominio del aire. Y es también por ello que su candidatura merece más que ninguna en España prolongar ese entusiasmo por volar hacia nuevos destinos dando un gran salto al espacio.
Fernando López Miras es presidente de la Región de Murcia.