¿Seremos capaces de ir a lo esencial?

Una foto histórica: de izquierda a derecha, Santiago Carrillo, Cristina Almeida y Ramón Tamames, en sus tiempos de "brazos fuertes" del comunismo español, que fue "sorpasado" abundantemente por el PSOE
Una foto histórica: de izquierda a derecha, Santiago Carrillo, Cristina Almeida y Ramón Tamames, en sus tiempos de "brazos fuertes" del comunismo español, que fue "sorpasado" abundantemente por el PSOE

La semana acabada es cuando el Reino de España, añadiendo una peculiaridad única más a su “singular” democracia, ha demostrado tener el Gobierno más pornográfico del mundo mundial. Queremos suponer que será un lamentable disparate pasajero que pasará a la Historia como tal. Como pasó la época de los “sans-culotte” que algunos parecidos tiene con la España de hoy. Con la verdad por delante, creemos que los acontecimientos recientes que más pueden afectar a los ciudadanos españoles, y a los europeos, de esa semana, se han dado en el ámbito internacional. Señaladamente, el acercamiento Irán-Arabia Saudí, ¡propiciado por China! Y también la crisis bancaria en EE.UU. Pero es demasiado temprano y demasiado extenso desarrollar esto en un modesto billete.

En cambio, lo que nos hace pensar la poca importancia que le otorgamos a la moda pornográfica gubernamental en boga, para el futuro trascendental de los españoles es más curioso. Muchos españoles, de forma inducida o sentida sí le dan importancia. Y se nos ocurre que la moción de censura que ya es seguro presentará en breve el profesor Tamames, parece mostrar una división de los ciudadanos españoles en tres frentes, a la vista de las reacciones de sus intelectuales y políticos.

En primer lugar, una parte de la sociedad parece pensar que la democracia española está tan deteriorada que ni es democracia ni es ná. Es decir que estamos en una situación límite y gravísima al borde de un abismo muy profundo. Una situación histórica excepcional y nada halagüeña para nuestro futuro. Otros piensan que estamos viviendo un momento rutinario, un poco difícil, pero habitual en democracias. Los primeros somos los que desesperadamente, desde la sociedad civil, (espíritu del 21-E), creemos necesario intentarlo todo, cualquier cosa, incluso una improbable moción alentada por VOX y presentada por el profesor Tamames, para debatir la angustiosa situación, para alertarnos o tranquilizarnos, para argumentar en serio, en profundidad y con nivel la gravedad de nuestra situación. Aunque muchos no seamos ni de VOX ni de Tamames. En segundo lugar algunos piensan, legítimamente y ojalá tengan razón, que el régimen necesita unas pocas correcciones (importantes), básicamente de gestión. Otros, sin embargo, no vemos que el objetivo sea hacerlo mejor, sino que hemos llegado a un punto en que es necesario reconstruir una sociedad de libres, iguales y solidarios. No se trataría de hacerlo mejor, sino de cambiar las estructuras radicalmente para reconstruir una democracia digna de ese nombre. Lo cual, es cierto, necesitaría de un gran Gobierno de salvación nacional. Por cierto que en este podría estar el Señor Tamames perfectamente. Y, finalmente, no vemos que la sociedad española esté de acuerdo sobre cuáles son los problemas trascendentes y profundos que es indispensable afrontar. Algunos pensamos que determinados “accidentes” como la Ley “trans” o la Ley Sisí, o la transversal y muy repartida corrupción, o el parche de las pensiones o el animalismo etc… son temas menores y muchas veces consecuencias de los desastres profundos. Se nos quedan pequeños frente a la destrucción de nuestras Instituciones democráticas básicas o frente a la pérdida de nuestra unidad de mercado o frente a la pérdida de nuestra koiné asociada a un ataque a los derechos civiles de millones de españoles abandonados en regiones periféricas o frente al desastre letal de nuestros 17 sistemas “educativos” , y otro etc… En cambio muchos piensan que los primeros temas son los que de verdad condicionan el futuro de España. Por eso es muy importante que el profesor Tamames escoja muy bien los temas esenciales de su discurso, y con ello arrastre un debate en profundidad sobre la situación de España…si los políticos partidocráticos se dejan y no deriven al albañal habitual del pim pam pum de patio de colegio.

Por Enrique Calvet Chambon, ex europarlamentario y Presidente de ULIS.

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