Postales del coronavirus

Este es un diario colectivo para afirmar que no estamos solos en esta era de incertidumbre y al mismo tiempo es una apuesta por dos de las capacidades que nos definen como seres humanos: la comunicación y la empatía.

Desinfección en Xochimilco en mayo. Credit Pedro Pardo/Agence France-Presse — Getty Images

CIUDAD DE MÉXICO — Durante seis meses di clases en Stanford y viví en San Francisco. Llegué en septiembre de 2019 y salí en marzo de 2020. En ese lapso, mi mente se acostumbró a un ejercicio binario: una parte de mi vida ocurría dos horas antes, en la tierra del origen; otra, en el desconocido presente. No era la única persona en esta circunstancia. Podían pasar días sin que hablara inglés. El contacto con otros migrantes reforzaba la sensación de estar en dos sitios a la vez. Además, los países que ocupaban mi mente estaban divididos. En Estados Unidos, la cadena CNN dedicaba su energía a justificar el juicio político a Donald Trump y la cadena Fox a negarlo.…  Seguir leyendo »

Día 56 de aislamiento. El pueblo de El Quinche en la mañana y el nudo de Mojanda Cajas a la distancia

EL QUINCHE, Ecuador — Hoy fui por unas horas a Quito llevando la cosecha de manzanas. La ciudad en cuarentena se ha vuelto gris y ha perdido la alegría. No se escuchaba a los niños jugar, el tráfico usual de los coches ni la conversación despreocupada de los vecinos. Había una quietud eléctrica de motores, máquinas y zumbidos lejanos, el rumor de una cerca que chispea como en permanente circuito.

Después regresé al campo. He estado recluido los últimos dos meses en la casa de mi infancia en El Quinche, a 50 minutos de la capital de Ecuador. Aquí he podido respirar el aire fresco, caminar por las noches en medio de la niebla, mirar las estrellas y, sobre todo, las nubes.…  Seguir leyendo »

Postales del coronavirus #38. La vida gris

Fue un día como hoy, hace dieciséis años. Caminaba por la ciudad bajo una lluvia de hojas amarillas. Buenos Aires es tan hermosa en otoño que me preguntaba porque se asocia esta estación con la tristeza. De repente vi en la otra punta de la calle a un viejo amigo. Nos saludamos a lo lejos con la misma sonrisa. Escuchaba en mis auriculares la versión rap de una canción de Édith Piaf. Mi amigo es músico y había vivido en Francia también, pensaba contarle la coincidencia pero noté que su expresión iba cambiando a medida que nos acercábamos uno del otro.…  Seguir leyendo »

Al fin un poco de humedad retorna con cuatro días de lluvias, las semillas recuerdan que están vivas y las hierbas crecen altas.

SAINT-GERVAIS, Francia — A veces siento que soy puro movimiento. Nací en Cali, Colombia, hace seis años me mudé a París y, desde hace tres, dejé la ciudad para instalarme en el campo. Ahora vivo en un pueblo de unos cientos de habitantes en la región del Vexin français, al norte de Francia.

Se podría pensar que lejos de las metrópolis, en lugares rurales como en el que estoy, una pandemia global sería apenas un rumor. Pero llegó con la fuerza del miedo, el confinamiento y la distancia social impuestas en todo el país. Durante dos meses de encierro, percibí los rastros de un mundo levemente distinto: escuché una quietud inusual y un cielo libre de aviones.…  Seguir leyendo »

El lugar más seguro

El amor se comió mi paz y mi guerra. Mi día y mi noche. Mi invierno y mi verano. Se comió mi silencio, mi dolor de cabeza, mi miedo a la muerte.

—João Cabral de Melo Neto

PHOENIX, Estados Unidos — La fotografía es mi manera de comprender el mundo en el que existo, habito y respiro. Es también un ejercicio de solidaridad y humildad que me enseña a verme en los demás. Es un espejo, un puente, un salvavidas.

En estos días en que la vida está detenida y nos sentimos agobiados e intranquilos, en los que los días se arrastran y se enganchan en las esquinas de la cama, en las puertas y ventanas, en los guantes de látex y en los trastes de la cocina; en estos días, la fotografía me ha enseñado a mirar hacia adentro, a reconocerme.…  Seguir leyendo »

En un cuarto de hospital en Barcelona. Credit Felipe Dana/Associated Press

BARCELONA — “¿Cómo estás?”.

Esa pregunta que ha recobrado su significado, que repetimos cada día de pandemia.

“¿Cómo estás?”, le insisto en urdu, pero no sé si la barrera de la mascarilla o mi acento español impiden que me entienda. O quizá no se lo acaba de creer.

“Bien”, me responde tímido, por fin, también en urdu.

Faiz es de Pakistán y vive en las afueras de Barcelona desde hace un año, pero aún no habla demasiado español. Lleva varias semanas hospitalizado: es un paciente con la COVID-19. Lo conozco en el Institut Guttmann, un hospital para pacientes neurológicos que se ha tenido que adaptar a la realidad de la pandemia.…  Seguir leyendo »

Autorretrato con mi hijo disfrutando el sol de la tarde que entra por la ventana de la habitación.

SANTIAGO, Chile — Hace treinta años yacía yo en el pecho de mi madre en un eterno vaivén envuelta entre sus brazos. Hoy, después de tres décadas, he vuelto al vientre materno. La vida nos ha regalado una pausa sin prisa, sin presión y sin excusas. Son 55 los días que llevamos encerradas en un espacio confinado. Hoy el mundo está parado y en esta casa estamos mi madre, mi hijo Ikal y yo: tres generaciones en un mismo sitio.

Siento que la cuarentena es un poco como la maternidad: miles de emociones de soledad, aislamiento, preguntas sin respuestas, ansiedad, reflexiones, ilusiones.…  Seguir leyendo »

Postales del coronavirus #33. El guante

MADRID — Todos hemos reparado en que nuestras ciudades están ahora en silencio. La presencia de sus habitantes y de sus vehículos es mucho más discreta en esta extraña época de cuarentena, por eso los cielos lucen menos contaminados y las calles se ven sorprendentemente limpias. Yo no acostumbro a mirar al piso cuando camino: prefiero el cielo, ya sea plagado de nubes o despejado y de un azul intenso, como suele ser el de Madrid en los mejores días; pero durante esta cuarentena el suelo de la ciudad ha captado por completo mi atención. En las escasas salidas que hago por mi barrio para comprar comida y otros productos que necesito, no he podido evitar reparar en una nueva presencia en las aceras: la de los guantes desechables.…  Seguir leyendo »

“Rebirth”, del autor, en el Palacio de las Naciones Unidas, en Ginebra. El símbolo fue realizado con 193 piedras autóctonas y talladas con el nombre de cada uno de los países que conforman la ONU. Credit Fotografía: Enrico Amici

BIELLA, Italia — Mi experiencia no fue diferente a la de los demás. Los que están hospitalizados sienten una completa parálisis. Es una sensación que todos compartimos, de una manera u otra. En mi caso, fue literal. Quedé aislado en el hospital: me enfermé del virus. A mi edad, el riesgo era mucho mayor.

Durante el periodo de aislamiento he tenido la ocasión de reflexionar mucho. Creo que hay una oportunidad para generar un cambio a partir de esta experiencia terrible. El cambio al que me refiero es el mismo que hemos estado preparando en las últimas décadas. Es decir, el resultado del encuentro entre las diferencias representado por el símbolo del Tercer Paraíso, con el que imagino un posible recorrido de la humanidad —aprovechando la función simbólica del arte— hacia una conexión más balanceada entre lo artificial y la naturaleza.…  Seguir leyendo »

Un entierro en Bolivia el 23 de marzo de 2020. Credit David Mercado/Reuters

SANTA CRUZ DE LA SIERRA, Bolivia — Alguien en Laja se murió de muerte natural, para decir que no fue por el coronavirus. Por lo visto, se trataba de alguien importante en la comunidad, así que el entierro fue convocado en medio de la cuarentena ordenada por las autoridades nacionales a causa de la pandemia.

Más de doscientas personas se congregaron.

Los familiares y las autoridades comunitarias, luego del entierro, se habían reunido para el ritual mortuorio andino bajo una larga y desolada galería, apoyada sobre una todavía más dilatada pared de adobe, lugar de las reuniones comunales. Con rostros compungidos, se veían sentados contra la pared en un banco de listones de madera, ya algo descabalado, tan largo como el lugar.…  Seguir leyendo »

QUITO — ¿Cómo se sentirá la oruga al nacer, por segunda vez, como mariposa? ¿Cuánto de ese “pensamiento gusano” debe morir para dar paso a la valentía que permite volar?

Hace más de un mes despertamos —mis miedos y yo— en medio de una crisálida con nombre propio: la cuarentena de la COVID-19. Los primeros días nos ganaba la inercia del desconcierto, pero al poco rato entendí, entendimos, que la metamorfosis sería inevitable: se romperán algunos pensamientos cómodos, la economía dejará de acaparar las urgencias y, si tenemos algo de “suerte” y un poco de sabiduría, todo esto nos permitirá ser mejores.…  Seguir leyendo »

Postales del coronavirus #29. Cuando nos abracemos de nuevo

NUEVA YORK, Estados Unidos — En estas semanas casi todo el mundo ha experimentado cambios radicales en su rutina. La mía nunca ha sido disciplinada. Siempre me he empeñado en reinventarla como quien toma senderos distintos al caminar por el parque para evitar pisar los mismos pasos. Puedo pasar días enteros sin hablar con nadie. Puedo mirar una película tras la otra y analizarlas en mi silencio, internarme en el laberinto de internet durante horas o dar un paseo solitario en bicicleta hasta la orilla del mar.

Pero en estos tiempos, pareciera que el exterior se ha hecho eco de mi solitaria cotidianidad.…  Seguir leyendo »

MADRID — María Jesús recibe emocionada desde el balcón de su casa de Lavapiés el homenaje de sus vecinos en su cumpleaños 80. Echa de menos a su hermana y a su sobrina, con quienes estaría pasando el día en circunstancias normales pero está contenta de haber hecho nuevos amigos entre los habitantes de las viviendas mas cercanas. Durante el confinamiento pasa su tiempo cocinando, arreglando la casa y coloreando mandalas para distraerse. No se ha perdido ni un solo día los aplausos de las 8 de la tarde a los trabajadores sanitarios y aunque lleva bien la situación desea que todo acabe lo antes posible para poder celebrar la vida con sus seres más queridos. Isabel Permuy

Desde el inicio de la crisis y especialmente desde que se decretó el estado de alarma en España, tuvimos la certeza de que estábamos viviendo un hecho extraordinario. Así que nos propusimos documentar este momento que cambiaría nuestras vidas.

Tras dos meses observando lo que pasa en el país hemos visto que si algo está haciendo esta pandemia es hacernos pensar en colectivo y no solo como individuos.

Hemos visto a médicos desbordados que, sin tener claro cuánto cobrarán a final de mes o hasta cuando van a llevar este ritmo, siguen trabajando turnos de 12 horas sin parar; vemos a pacientes despidiéndose de sus familiares por videoconferencia; amigos que han perdido a sus padres y a quienes no hemos podido abrazar; residencias en las que han muerto más de la mitad de los ancianos y se ha contagiado todo el personal que les cuidaba; la escasez de material, y la descoordinación entre gobierno y comunidades.…  Seguir leyendo »

Postales del coronavirus #27. No me beses todavía

¿Te imaginas?

¿Te imaginas cómo será

ese día?

¿El día que salgamos

a la calle

sin máscaras

y sin guantes?

Será más bello

que la liberación

de la Francia ocupada,

será como un eclipse

de sol

que acaba de terminar,

y se iluminarán nuestros

rostros grises

y macilentos

y la libertad

de Paul Éluard

será la libertad de todos

y nos abrazaremos

en las calles

de Caracas

y de Roma

y de Madrid,

en las calles de Shanghái

y Nueva York

y nos besaremos

con las mujeres

más bellas

del mundo

hasta

que la muerte

nos

separe.

O hasta

que la muerte

no nos separe.…  Seguir leyendo »

Janine Antoni, “Slumber”, 1993. Foto de Javier Campano en el Centro de Arte Reina Sofia, Madrid, 1995. Credit Janine Antoni

BARCELONA, España — Ahora, cuando estoy confinada en casa, agradezco haber podido estar al lado de mi madre cuando murió, a los 96 años, en agosto de 2019. Pienso en el dolor de quienes mueren solos, como obligan las circunstancias durante esta pandemia. Pienso en el consuelo de una despedida digna para quien se va y para quien se queda, y cuánto ayudan los gestos, las palabras, la música o las imágenes en nuestros rituales.

La muerte de mi madre coincidió con un proyecto colectivo para revitalizar una plaza prácticamente deshabitada en el Burgo de Osma, una localidad soriana en la amplia meseta castellana.…  Seguir leyendo »

Postales del coronavirus #25. El paseo del puma

SANTIAGO — Apareció de noche, en una de esas calles que ahora están vedadas para nosotros. Olfateó, dio una caminata elegante mirando a un lado y a otro y, de pronto, saltó al galope. Hermoso, elástico, felino. Reconocimos de inmediato la ruta de su paseo nocturno porque queda muy cerca de nuestra casa, a unas pocas cuadras. Al llegar a una esquina se detuvo, miró a la cámara de frente y se dio la vuelta para seguir adelante, sin dar ninguna importancia a ese tránsfuga que lo estaba grabando.

Sucedió el noveno día de confinamiento: llevamos con precisión los números de la cuarentena, pero ya hemos perdido la otra cuenta, la de las fechas, los días de la semana, tal vez dentro de poco también perdamos la noción del mes en el que estamos.…  Seguir leyendo »

Postales del coronavirus #24. Soy médico en Ecuador y me enfermé de la COVID-19

QUITO — Cuando recibí el resultado positivo por el coronavirus sentí miedo. Imaginé todo lo que podía pasarme como paciente de la COVID-19. Las posibilidades no eran buenas: podría morir o podría tener una enfermedad larga que, como doctor, significara una ausencia inadmisible en el hospital en el que trabajo, en la capital de Ecuador.

Desde entonces, los días han pasado y sigo aislado en casa. No he presentado síntomas graves, así que he podido manejar remotamente los temas administrativos de la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Eugenio Espejo, uno de los principales hospitales públicos del país. Es la unidad que, junto con otros colegas, fundamos hace treinta años y de la que actualmente soy su director.…  Seguir leyendo »

Algunos son de Afganistán, Irán, Colombia, Venezuela o el Sáhara Occidental. Actualmente duermen en Casa Cádiz, una casa ocupada en Barcelona. En 2018, un comando para personas sin hogar, dirigido por el activista rumano Lagarder Danciu, ingresó a las instalaciones.

BARCELONA — Ellos no pueden quedarse en casa porque no tienen hogar. Duermen en la calle o en casas ocupadas en Barcelona. Son españoles y extranjeros, con documentos son sin ellos que ha venido a España en busca de una vida mejor. Algunos son refugiados, jubilados de bajos ingresos, inmigrantes, personas que han perdido sus hogares e incluso algunos ciudadanos que han decidido vivir en la calle como experiencia vital.

Viven en tiendas de campaña rudimentarias o en pisos ocupados ilegalmente. Tienen graves problemas para poder acceder a alimentos y productos de primera necesidad de manera regular. Dependen en muchos casos de las donaciones de asociaciones de vecinos para poder comer de manera regular.…  Seguir leyendo »

Ya no sé si mañana seremos los mismos.

SALDÁN, Argentina — Desde que vivimos en Saldán disfrutamos de este humilde pueblito, muy próximo a la ciudad de Córdoba. Tenemos cerca el arroyo y estamos rodeados de montañas.

La pandemia mundial de alguna manera nos brindaba la posibilidad de conectar con una pausa, trabajar la tierra y, principalmente, estar con los niños: la rítmica tarea escolar diaria y entregarnos a jugar.

Pero de la noche a la mañana el gesto amable y la confianza mutó en incertidumbre, barbijos y encierro. Un caso de contagio de la COVID-19 en un geriátrico del pueblo impuso un riguroso control social y, con ello, llegó mi separación de los niños, que justo esa semana estaban con su padre en la ciudad.…  Seguir leyendo »

Un transeúnte cruza una calle vacía en Buenos Aires. Credit Juan Ignacio Roncoroni/EPA vía Shutterstock

BUENOS AIRES — Llego todos los días temprano, apenas después de lavarme los dientes, y me quedo hasta el mediodía. No debe haber muchos lugares, fuera de la propia casa, en los que uno se sienta lo suficientemente protegido como para terminar de despertarse, esos quince o veinte minutos durante los que nos vamos abriendo, bostezo a bostezo, a las promesas y exigencias del día. Mi lugar es el Varela Varelita, un café en el corazón de Palermo, típico barrio de clase media de Buenos Aires.

El bar está ubicado a 50 metros de mi edificio. Ahí leo, escribo y me reúno con amigos y contactos.…  Seguir leyendo »