Setenta años de la OTAN

El próximo 4 de abril se celebra el setenta aniversario de la firma del Tratado del Atlántico Norte, por el que doce países de ambos lados del Atlántico se comprometieron a defenderse mutuamente en el caso de un ataque contra cualquiera de ellos. La Alianza Atlántica tiene actualmente veintinueve países miembros, y el 6 de febrero pasado se inició el proceso de acceso de Macedonia Norte con la firma del correspondiente protocolo. La OTAN tiene veintiún socios de la Asociación para la Paz y siete socios del Diálogo Mediterráneo. Además, cuatro países participan en la Iniciativa de Cooperación de Estambul y hay nueve socios llamados globales en diversas partes del mundo; entre ellos está Colombia.

En los primeros años de su existencia, la OTAN demostró ser un instrumento adecuado para frenar el expansionismo soviético. Por otra parte, la atención de los Estados Unidos a la situación de Europa y la presencia en la estructura militar de la alianza de fuerzas de todos los aliados ayudaron a evitar el renacimiento de un nacionalismo revanchista en los países europeos.

En la ya larga vida de la Alianza se produjo un punto de inflexión cuando en 1989 desapareció el sistema político y económico que imperó durante décadas en la mayoría de países del centro y del este de Europa. La OTAN respondió a la nueva situación creando, en la Cumbre de Roma de noviembre de 1991, el Consejo de Cooperación del Atlántico Norte. Poco después, en enero de 1994, se lanzó la Asociación para la Paz (AAP) para estrechar las relaciones con países que habían pertenecido al Pacto de Varsovia. Los aliados apoyaron a esos países en su camino hacia la democracia y facilitaron su posible integración en la Alianza. El éxito de la APP se puso ya de manifiesto el 12 de marzo de 1999, cuando se celebró la cumbre de Washington y se unieron a la Alianza la República Checa, Hungría y Polonia. En marzo de 2004 pasaron a ser miembros Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia; en abril de 2009, Albania y Croacia; y en junio de 2017 ingresó Montenegro. Algunos de los actuales socios de la APP siguen buscando ingresar en la OTAN, pero otros sólo persiguen mantener una relación estrecha con la Alianza y participar en sus actividades.

La trayectoria de la Alianza no ha estado exenta de dificultades a lo largo de sus setenta años de vida. Quizá la situación más compleja se produjo cuando en 1966 Francia decidió abandonar la estructura de mando militar. Más tarde se produjeron otras discrepancias entre los aliados, y recientemente ha habido desencuentros sobre los gastos de defensa y la contribución de los distintos miembros a la defensa común. Sin embargo, la OTAN ha contribuido a que Europa haya tenido uno de los periodos de paz más largos de su historia. Además, la Alianza ha logrado mantener el lazo trasatlántico y ha permitido que los aliados hayan permanecido unidos en torno a los principios que inspiran el Tratado de Washington: democracia, libertades individuales e imperio de la ley. Esa unión ha permitido y permite salvaguardar la libertad y la seguridad de todos los aliados por medios políticos y militares de acuerdo con los principios de la carta de las Naciones Unidas. Para alcanzar ese objetivo, la Alianza desarrolla tres tareas esenciales que se recogen en el Concepto Estratégico: defensa colectiva, gestión de crisis y seguridad cooperativa.

La Alianza ha sabido adaptarse a la evolución del entorno estratégico con la creación del Mando de Transformación el año 2003 y la continua actualización de su estructura y su doctrina estratégica. Por otro lado, la OTAN tiene vocación de futuro, como refleja la construcción del nuevo cuartel general, inaugurado el 25 de mayo de 2017. El Rey Felipe VI, que como Príncipe de Asturias había visitado el anterior cuartel general en 1992 y en 2002, estuvo en la nueva sede el pasado 21 de noviembre. En su discurso ante el Consejo del Atlántico Norte, el Rey señaló: «En el transcurso de sus setenta años de historia que celebraremos pronto, la Alianza ha probado su capacidad para responder efectivamente a cualesquiera que sean los retos y amenazas a la seguridad global; adaptándose a las cambiantes circunstancias estratégicas. Todo encaminado a garantizar la integridad territorial de los aliados y a proteger los valores democráticos que se encuentran en los cimientos de nuestras sociedades modernas». El Rey destacó también la importancia de la unidad de los aliados y la esencial naturaleza de la relación transatlántica. Continuó señalando que esta relación se inició 457 años antes del Tratado de Washington, dado que en 1492 la Corona española descubrió el nuevo mundo al viejo mundo, comenzando así la fraternal unidad entre las dos orillas del Atlántico.

Federico Yaniz Velasco es General del Ejército del Aire (R) y fue director adjunto del Estado Mayor Internacional.

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