Si los héroes de Ucrania no merecen estar en la UE, ¿quién lo merece?

Hace exactamente una semana vivíamos en un mundo, y hoy vivimos en otro mundo distinto. La guerra ha aplastado nuestra sensación de seguridad y nuestra idea de libertad, y hoy, en nuestro Parlamento tenemos que encontrar soluciones para una flagrante violación de la legalidad internacional, para la violación de la soberanía de un país democrático y para la masacre de todo un pueblo.

Hoy nos miran los españoles. Hoy les interesa lo que estamos tratando aquí.

Nos piden que atendamos con urgencia y demos respuesta a este drama. ¿Y por qué? ¿Por qué detectamos la angustia y el miedo en nuestros amigos y familiares cuando Ucrania está a más de 3.000 kilómetros? Porque está lejos geográficamente, pero está muy cerca de nosotros. Porque los ucranianos han prendido en el corazón de los españoles la palabra solidaridad.

Porque vemos en la televisión cómo se derrumban proyectos de vida y se sustituyen por socavones, polvo y cenizas. Porque vemos a los niños correr, huyendo de los bombardeos, y sonando las sirenas. Y nos parece que son nuestros niños. Porque vemos a los refugiados en la frontera con Polonia huyendo en coches, en monovolúmenes, y parece que son nuestra familia. Porque vemos los orfanatos y los hospitales bombardeados. Y pudiera ser España.

Nos duele. Y está bien que nos duela. Nos debe doler porque de esa forma nos obligaremos a encontrar soluciones y a proteger la democracia occidental.

El miércoles pasado los trabajadores de Kiev salieron de trabajar y se fueron a tomar una cerveza a un bar; hoy están fabricando cócteles molotov para defender su libertad. Hoy son ellos, mañana podemos ser nosotros.

El presidente Zelenski, ayer, en el Parlamento Europeo, dijo que estábamos ante una amenaza existencial de la Europa que conocemos. Una amenaza a lo que somos. Una amenaza a nuestra forma de vida. Lo dijo también el Rey Felipe VI: es una amenaza contra Europa y el orden mundial. Lo dijo la presidenta de la Comisión Europea: los ciudadanos ucranianos son de los nuestros, son nuestros compatriotas.

Si estos héroes y estos valientes que están luchando por la libertad y la democracia no merecen estar en la UE, ¿quién merece estar en la UE?

Y conmoverse es humano, sí. Pero además estas imágenes nos tienen que remover la conciencia, nos tienen que hacer decidir firmemente que la lucha de Ucrania es nuestra lucha. Que ellos defienden su patria, su familia, sus casas y nuestros valores, nuestros principios, los valores europeos que nosotros hemos defendido con orgullo: la libertad y la igualdad frente al totalitarismo nacionalista. Los valores de la igualdad, de la libertad, de la unión, de la solidaridad, que han sido el antídoto contra los totalitarismos de la primera parte del siglo XX y por lo cual nació la UE, la democracia liberal. La democracia que no excluye a nadie.

Esa debe ser la mejor Europa, la de la democracia liberal. ¿Por qué se llamará "democracia liberal"? Porque los liberales ayudamos a construir esa democracia que hoy permanece como símbolo de los países occidentales avanzados. Por eso se llama democracia liberal. Por eso el héroe Zelenski ha pedido la inclusión de su partido en ALDE, que es el grupo de los liberales europeos.

El presidente Zelenski sabe lo que es luchar por la libertad: es judío, conoce Europa, es nieto de víctima del Holocausto, sabe que la libertad no es gratis, no se puede dar por supuesta, y por eso hay que pelearla incluso hasta dar la vida. Por eso son héroes.

No hablemos hoy en nuestro lenguaje político, digamos las cosas claras. Detrás de esa agresión de Putin a Ucrania hay una ideología criminal. Una ideología nacionalista y totalitaria que quiere imponer su horror.

Nosotros siempre hemos defendido, frente al nacionalismo, el consenso y la concordia; frente a la tiranía, el imperio de la ley. La ley que garantiza la igualdad frente a la diferencia de origen, religión, condición económica o social. Y fíjense cómo los nacionalistas siempre tratan de acabar con el Estado de derecho y con el impero de la ley mediante la desobediencia de la ley. El nacionalismo tiene gentilicios, pero no tiene apellidos: siempre antepone la tierra a la persona. Lo decía Mitterrand, un gran socialista: el nacionalismo es la guerra.

Nos han llamado agoreros, nos han llamado tremendistas por denunciar al nacionalismo. Los liberales sabemos lo que cuesta construir Europa, lo que cuesta la democracia, lo que cuesta el sacrificio en sangre, sudor y lágrimas. Esa democracia liberal que se llama así porque admite al distinto, porque respeta las diferencias, porque quiere los consensos, porque quiere el pluralismo, porque quiere el imperio de la ley frente a la guerra, que es autoritarismo, tiranía y caos.

Frente a Putin, frente al nacionalismo: el imperio de la ley. Frente a la ley de la selva de Putin: la ley justa e igualitaria. Esos valores que recogen los tratados fundacionales de la UE, las constituciones de nuestro entorno y nuestra propia Constitución en sus primeros artículos: la libertad, la justicia, la igualdad, el pluralismo político, la unidad y la solidaridad.

Por eso es normal que desde el jueves pasado se oyera alta y clara, nítida, la voz de los liberales españoles al lado del pueblo de Ucrania. Porque no tenemos dos varas de medir. Porque condenamos todas las dictaduras, sean de izquierdas o sean de derechas.

Hoy veo aquí grupos parlamentarios incómodos que no saben muy bien dónde situarse en la foto. Hoy escucho aquí también cosas que son poco creíbles, como cuando he escuchado a Junqueras comparar a Putin con España. Putin, que ayudó al separatismo independentista catalán mientras nosotros reclamábamos la unidad de nuestro país.

Pero no solamente disimulan, no solamente callan hoy aquí los nacionalistas. También disimula el señor Abascal, que parece que se ha olvidado de aquellos tuits donde mostraba querencia, respeto y admiración por Putin. ¡Y se cree que borrando los tuits, se nos borra a nosotros la memoria, cuando ha traído a España a la internacional populista! Le Pen, Orban… ¡Es amigo de Bolsonaro, es amigo de todos los amigos de Putin! Pero es que fíjense: en las Cortes de Aragón, por Vox, no salió una declaración institucional, y Vox en Ceuta dice estar al lado de Putin. Pida disculpas, señor Abascal.

Hoy se van a caer muchas caretas. Hoy se va a ver aquí la cara real de cada uno atacando a la UE. Qué sería de nosotros sin la UE y sin la OTAN. Qué sería sin eso que desde Vox llaman "las élites globalistas, la miasma multicultural": España sola ante el mundo, en ese régimen autárquico absolutamente imposible. ¿Y no es curioso que tanto Maduro como Bolsonaro estén a favor de Putin? ¿Que Le Pen y que Podemos ayer, en el Parlamento Europeo, votaran en contra de las sanciones a Rusia?

Miren, el problema, señor presidente, con todo el respeto se lo digo, se llama Podemos. Porque está en el Gobierno de España, porque hace que el Gobierno vaya adoptando las decisiones después de que las adopten otros países sin asumir el liderazgo que nos corresponde en la UE, que vaya arrastrando los pies cuando adopta decisiones que son correctas. Y me alegro de que rectifique respecto al envío de armamento.

Hay que pasar de la palabra a los hechos. Le ofrecemos lealtad y le exigimos contundencia y determinación porque están muriendo nuestros hermanos. Frente a eso no valen ni sectarismos ni dogmas. No valen manifestaciones anti OTAN, ni valen declaraciones como las que he oído: "El pueblo de Ucrania tiene derecho a defenderse, pero sin armas". ¿Con abrazos?

Pero ¿en qué mundo viven, señores de Podemos? Lo que están pidiendo de verdad es la rendición del pueblo ucraniano frente a la tiranía. Y ahí no puede estar el Gobierno, no se puede admitir ninguna tibieza de la democracia liberal. Quienes sean tibios serán las muletas de Putin.

Hoy llevo aquí la bandera de Ucrania. El amarillo de los campos de trigo por debajo del azul del cielo de la libertad. Un pueblo heroico. Un pueblo digno, humilde. Y con este pueblo delante, señores de Podemos, no se puede ser sumiso con la tiranía y fuerte con el débil. Así que, señor Sánchez, por favor, hay que elevar las sanciones, hay que llevar ayuda humanitaria, militar, hay que llevar todo lo que nos pidan. Con Ucrania, con todo lo que tengamos.

Señor Sánchez: la defensa de la libertad no se subcontrata. Tiene que ser España quien la lidere. Y si se enfadan los señores de Podemos, que se enfaden: déjenlos, échelos del Gobierno, termine esta legislatura como le dijimos el primer día, con 221 escaños, con los señores del PP y con Cs, con una mayoría de al menos 221 escaños.

Miren, llega el momento de creer en la historia con mayúsculas. Y tanto Vox como Podemos se sitúan en el lado equivocado: los señores del PP dando alas a Vox, los señores del PSOE dando alas a Podemos. Y al final, sin ocuparnos de lo importante, sin ocuparnos de la historia que nos ha tocado vivir.

Ustedes son el Gobierno de España. Ustedes son el Gobierno de una nación europea, avanzada, y libre, con una ciudadanía solidaria. Honren la bandera de España y la bandera de Europa. ¿Qué pasa? ¿Que Alemania y Portugal son menos de izquierdas por tomar una actitud decidida de defensa del pueblo ucraniano, por subir el presupuesto de Defensa hasta un 2% del PIB? ¿Por eso se es menos de izquierdas?

La cuestión está en que el canciller Scholz no tiene a Podemos en el Gobierno. Tiene las manos libres, porque tiene en el gobierno a los liberales europeos. ¿De verdad si usted hubiera adivinado, señor Sánchez, que tenía que gobernar España en medio de una pandemia y una guerra, hubiera cerrado un Gobierno con Podemos sostenido por los nacionalistas? ¿Quién le ha ayudado en los momentos difíciles de esta legislatura? ¿Quién ha apoyado a España? La oposición. Mientras, le dejaban tirados sus socios.

Podemos no aporta nada a España. Resta. Son los quintacolumnistas de Putin, tratan de socavar la democracia. Lo vimos ayer en el Parlamento Europeo, cuando Podemos, Izquierda Unida o Bildu votaban contra la candidatura de Ucrania a la UE, cuando rechazaban aumentar las sanciones a Rusia, cuando rechazaban enviar armas para proteger a la población, cuando trataban de blanquear la propaganda de Putin.

Eche a Podemos, aparte al populismo del Gobierno. Aparte de la dirección de mi país a los populistas que no creen en la democracia. Y, como tantas veces le he dicho, gobernemos España como gobernamos en Europa: socialdemócratas, conservadores y liberales.

Se lo dijimos el primer día. Cuente con los apoyos, que parece que ahora la portavoz del PP se lo ofrece, a ver si van en serio pensando en España. Si echa a los populistas del Gobierno tendrá otra vez mi mano tendida.

Necesitamos la alianza por Europa, que es la alianza por España y que es la alianza por la democracia.

Termino dirigiéndome a esos españoles que hoy viven angustiados y que tienen miedo: somos una gran nación. En Europa ya ha pasado esto y siempre hemos ganado los que defendemos la libertad. Hemos creado una Europa de bienestar, de paz, de solidaridad. Habrá sacrificios, sí. Habrá sangre, sudor y lágrimas, pero merecerá la pena porque lucharemos por nuestros valores. Lucharemos por nuestras ideas.

El presidente Zelenski decía ayer: "Somos fuertes. Somos ucranianos. Tenemos un gran deseo: ver a nuestros hijos vivos. Nuestra causa es justa". No mire para otro lado. Son también nuestros hijos, es también nuestra causa, es una causa justa. Hoy estoy orgulloso de ser europeo y liberal.

¡Viva la libertad y viva Ucrania!

Edmundo Bal es portavoz nacional de Ciudadanos.

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