Toparse con consejos para mantener un matrimonio exitoso, como “destinar noches a divertirse como si fuera una cita” y cenas románticas en pareja, es fácil, especialmente cerca del Día de San Valentín.
No obstante, puesto que pasamos cada vez más tiempo fuera del matrimonio, es igualmente importante cultivar las habilidades necesarias para lograr una soltería exitosa. Además, hacerlo así no solo es benéfico para la gente que nunca se casa. También puede funcionar para lograr matrimonios más satisfactorios.
No importa cuánto valor le den los estadounidenses al matrimonio, ahora pasan más tiempo en la soltería que nunca antes. En 1960, los estadounidenses vivían casados un promedio de 29 años de los 37 que transcurrían desde que cumplían 18 hasta los 55 años. Eso representa casi el 80 por ciento del periodo denominado la flor de la vida. Para 2015, el promedio disminuyó a solamente dieciocho años.
Por varias razones, estas son buenas noticias para los matrimonios y la gente casada. Contrario a lo que se cree, generalmente casarse a una edad madura disminuye el riesgo de divorcio. Además, la gente tiene tiempo de adquirir recursos financieros y educativos, así como de desarrollar una mayor variedad de habilidades —desde culinarias y de mantenimiento del hogar hasta administración financiera— que le serán útiles para el resto de la vida, incluso cuando no tenga una pareja disponible.
Es más, la gente soltera por lo general cuenta con redes sociales más amplias que las personas casadas que tienden a encerrarse en pareja. En promedio, la gente no casada interactúa más seguido con amigos, vecinos, colegas de trabajo y familia no nuclear.
Socializar con amigos y familia, así como participar en organizaciones sociales y políticas, equipos, sindicatos y grupos religiosos son componentes esenciales de lo que los sociólogos llaman integración social. Además, los investigadores de la salud informan que mantener niveles altos de integración social ofrece la misma protección contra la mortalidad temprana que dejar de fumar. De hecho, tener redes sociales frágiles es un factor de riesgo mayor para morir a pronta edad que ser obeso o sedentario. Un análisis de 148 estudios de salud descubrió que la gente que mantiene una red de amigos amplia y otras relaciones sociales tiene un riesgo de mortalidad un 50 por ciento más bajo que aquellos con vínculos débiles.
Contar con una red de amigos extensa en lugar de depender sobre todo de la familia es especialmente benéfico. Un estudio de largo alcance de más de 6500 británicos descubrió que los hombres y las mujeres que dijeron tener diez o más amigos a la edad de 45 años mostraron niveles significativamente mayores en bienestar psicológico cuando cumplieron 50 años, sin importar el estatus de sus relaciones de amistad, que la gente con menos amigos. Además, William Chopik, de la Universidad Estatal de Michigan, realizó dos estudios recientes con casi 2800 personas en casi cien países y encontró que la amistad se vuelve cada vez más necesaria para el bienestar general durante la edad avanzada. Entre los adultos mayores, las relaciones de amistad son un mejor indicador de buena salud y felicidad que las relaciones familiares.
No me malinterpreten. El matrimonio puede ofrecernos apoyo financiero, práctico y emocional en abundancia. Sin embargo, encontrar a la pareja perfecta no es un sustituto para los amigos y otros intereses. De hecho, la gente que es exitosa siendo soltera es particularmente propensa a tener matrimonios exitosos, en gran medida gracias a los recursos personales y sociales que desarrolló antes de casarse. Un estudio representativo de casi 17.000 personas encontró que casi el 80 por ciento de quienes se casaron declararon los mismos niveles de bienestar cuatro años antes y cuatro años después de haberse casado.
En promedio, es verdad que la gente casada declara mayores niveles de bienestar que los solteros. Sin embargo, cada vez más estudios demuestran que la mayoría de las desventajas de los solteros en comparación con los casados se explica por la angustia prevalente entre los previamente casados, en especial aquellos que se acaban de divorciar o apenas enviudaron.
Esto sugiere una posibilidad interesante, dice la socióloga de la Universidad del Estado de Ohio Kristi Williams, editora de la revista especializada Journal of Marriage and Family: muchos de los problemas por los que atraviesa la gente divorciada y viuda podrían no deberse al fin de su matrimonio, sino a haber dependido demasiado de su cónyuge y por lo tanto no haber podido mantener sus conexiones sociales y su independencia. En la investigación de Chopik, los ancianos solteros con amistades sólidas, se hayan casado antes o no, eran tan felices y saludables como los casados.
Un nuevo estudio coordinado por Daniel Carlson de la Universidad de Utah y Ben Kail de la Universidad Estatal de Georgia descubrió que el único segmento de la población en el que las personas que nunca se han casado declaran de manera constante un bienestar psicológico peor que los casados es el de los estadounidenses más pobres. En parte esto se debe a que en este nivel de ingreso, las parejas casadas pueden mantener un nivel mayor de integración que sus contrapartes.
Sin embargo, conforme aumentan los ingresos, las ventajas de los casados sobre los que nunca se han casado se desvanece e incluso se revierten. Mientras que los individuos acaudalados que nunca contrajeron matrimonio continúan multiplicando sus interacciones con amigos, vecinos y familia, las parejas igualmente acaudaladas no lo hacen. Esta puede ser la razón por la que, en los niveles de ingresos más altos, las personas casadas son más propensas a declarar síntomas de depresión que sus contrapartes no casadas del mismo nivel socioeconómico.
Sin embargo, mantener las redes sociales y la independencia después del matrimonio hace más que protegerte contra la depresión y asegurarte contra los peores resultados, como el divorcio o la viudez. También puede mejorar e incluso revitalizar tu matrimonio.
Muchos consejeros matrimoniales tienen un enfoque limitado para mejorar las fortalezas de la pareja, sin tomar en cuenta cómo y cuánto la interacción con otras personas afectan la relación marital. Aun así, un estudio de 2017 descubrió que cuando un individuo socializa con más frecuencia con buenos amigos, no solo declara tener menos síntomas de depresión él mismo, sino que también sucede lo mismo con su pareja.
La gente se siente mejor cuando su cónyuge tiene buenos amigos, además de las consecuencias de tener amistades propias. En otro ejemplo de cómo los amigos pueden ser benéficos para el matrimonio, las esposas felizmente casadas que pasan por problemas en sus matrimonios por lo general se sienten más cercanas a sus esposos si pueden conversar y replantear los problemas con una buena amiga.
Tal como el psicólogo social de UCLA Benjamin Karney me dijo: “’Eres todo para mí’ no es la mejor receta para un matrimonio feliz”. La investigación que su equipo presentará el próximo mes en la conferencia anual de la Sociedad para la Personalidad y la Psicología Social descubrió que tener amigos en quienes apoyarse se asocia con matrimonios más satisfactorios, incluso entre parejas que ya se sienten bien con el apoyo que obtienen uno del otro. “Incluso las parejas más felices tienen algo de ganancia si cultivan relaciones con gente fuera de su matrimonio”, dijo.
He ahí lo incorrecto de la presión sobre las parejas para planear la cita perfecta. Sin contar el tener sexo —lo que la mayoría de nosotros preferimos hacer sin público—, la gente disfruta de divertirse con su pareja y sus amigos en conjunto más que solo con su pareja.
Socializar con otros ofrece algo de la novedad y la variedad que los psicólogos sociales más importantes llaman “el condimento de la felicidad”. También permite que las parejas se demuestren mutuamente sus fortalezas. Mi esposo cuenta buenas anécdotas, pero ya las he escuchado casi todas y no me interesa oírlas otra vez cuando estamos solos. Sin embargo, cuando estamos con otros, lo animo a que las cuente. La reacción positiva de los demás me valida tanto como a él.
Aun así, ¿no necesitan las parejas citas por la noche para renovar la pasión y el romance? En un experimento, los investigadores les asignaron la tarea a algunas parejas de pasar tiempo a solas y mantener conversaciones personales profundas, mientras otras tuvieron que pasar tiempo con parejas que no conocían para iniciar conversaciones del mismo tipo. Más tarde, todas las parejas declararon que tenían una satisfacción mayor con su relación, pero las parejas que habían estado en la “cita doble” declararon sentir más pasión mutua que aquellos que habían entablado una conversación solo entre sí.
Así que, este Día de San Valentín, si estás en las primeras mieles del amor, por supuesto que debes planear una velada romántica a solas con tu pareja. Pero si esa primera ráfaga de pasión ya pasó, entonces te la pasarías mejor si sales en una cita doble. Si no tienes pareja romántica, ¿por qué no pules tus habilidades de soltería y organizas una fiesta con amigos o algunas personas a las que te gustaría conocer mejor?
Stephanie Coontz es la directora de Investigación y Educación Pública en el Consejo sobre Familias Contemporáneas e historiadora en la Universidad Estatal Evergreen.