Solo nace aquello que siembras

Los que conocemos a Isabel Díaz Ayuso desde hace muchos años estamos acostumbrados a ver la asombrosa facilidad con la que identifica dónde se sitúan los retos que la sociedad española y las administraciones públicas debemos abordar, y cuáles son las demandas y las necesidades de los ciudadanos en una suerte de conexión con la realidad que todo gobernante debería tener. Muchos de esos retos, como el de la natalidad, parecen evidentes, pero permanecen en un segundo plano en las agendas de los partidos políticos, de las administraciones públicas, de los medios de comunicación y en las grandes estrategias europeas, y cuando se abordan, se hace de manera incompleta o desdibujada.

La presidenta de la Comunidad de Madrid comenzó su mandato señalando, en el propio debate de investidura, el fomento de la natalidad como uno de los ejes principales de su acción de gobierno.

Los datos no pueden ser más elocuentes. Desde 1976 el número de nacimientos en la Comunidad de Madrid y en el conjunto de España ha mantenido una tendencia descendente. Solo en la última década, el número de nacimientos ha caído casi un 27 %.

Además, el número de hijos por mujer sigue la misma tendencia decreciente: apenas 1,1 hijos por mujer cuando en 1980 la media de hijos se situaba en 2,2 en el conjunto de España y 2,1 en la Comunidad de Madrid. Por el contrario, la edad media de acceso a la maternidad no ha dejado de aumentar, pasando de los 28,2 años en 1980 a superar los 32 en España y los 33 años en Madrid.

Por eso, la respuesta no podía esperar, y esta misma semana la Comunidad de Madrid ha aprobado su Estrategia de Protección a la Maternidad y Paternidad y de Fomento de la Natalidad y la Conciliación, que parte de un riguroso diagnóstico de la situación y de las conclusiones extraídas en un estudio demoscópico y estadístico realizado previamente a su elaboración.

Se ha escuchado a los ciudadanos y, por eso, las 80 medidas que se proponen se centran en aquellos factores que los madrileños consideran más relevantes a la hora de tomar la decisión de tener hijos: la estabilidad económica y laboral, el apoyo de la pareja en el cuidado de los hijos, la tenencia de una vivienda apropiada y el acceso a escuelas infantiles. Además, el 65 % de los ciudadanos madrileños encuestados considera que la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar es el principal freno a la maternidad y a la paternidad.

Para dar respuesta a las barreras que los propios ciudadanos han señalado, y siguiendo el axioma de que sólo nace aquello que se siembra, la Comunidad de Madrid ha aprobado una Estrategia de Natalidad con una inversión superior a los 4.800 millones sólo en los próximos cinco años.

Una estrategia que recoge ayudas directas a las madres y beneficios fiscales a las familias; medidas para proteger la maternidad y la paternidad; incentivos para favorecer el acceso al mercado de trabajo de manera estable y promover la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, y un paquete de medidas para facilitar el acceso a la vivienda. Además, prevé extender la red pública de escuelas infantiles, y mejorar la cuantía y ampliar de manera notable el número de beneficiarios de los cheques educativos para la etapa 0-3 años, amén de otras iniciativas en el ámbito sanitario, del transporte y de los servicios sociales.

Y lo hacemos con la humildad de saber que el ejercicio de nuestras competencias no será suficiente para poner freno al invierno demográfico que estamos atravesando y que se necesitará del concurso de otras administraciones públicas y de la sociedad en su conjunto, que debe integrar la natalidad entre sus prioridades. En otras palabras: ser padre o madre debe volver a ponerse de moda.

La presidenta Isabel Díaz Ayuso ya ha reclamado por escrito al presidente del Gobierno que apoye con más medidas, la estrategia de natalidad de Madrid, rebajando las cotizaciones sociales y creando incentivos a las empresas que apuesten por la flexibilidad de horarios y por la conciliación. También, le ha solicitado que mejore la fiscalidad a las familias con hijos, especialmente a las familias numerosas y a las monoparentales.

Ya sabemos que el Gobierno de Pedro Sánchez sólo acierta cuando rectifica, pero, en esta ocasión, necesitamos más que nunca que acompañe a la Comunidad de Madrid, al resto de administraciones públicas y al conjunto de la sociedad a afrontar el reto demográfico que nos afecta a todos.

El objetivo está marcado. Debemos aspirar como sociedad a recuperar, al menos, el número de nacimientos que se registraron como media anual entre 2007 y 2011 (75.097 en la Comunidad de Madrid y 493.175 en España). Aunque el objetivo final, debería ser todavía mucho más ambicioso: debemos aspirar, como sociedad próspera y con futuro, a alcanzar un nivel de nacimientos que garantice el reemplazo generacional (2,1 hijos por mujer). Para ello, deberían nacer cada año más de 90.000 niños en la Comunidad de Madrid y cerca de 600.000 en el conjunto de España. Todos estamos emplazados a esta tarea.

Miguel Ángel García Martín es viceconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid

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