SPS for ever…

No se puede ignorar en este modesto billete semanal la importancia del grotesco esperpento de los dirigentes del PP con “el caso Ayuso”. Pero obsesionado como estamos con las futuras generaciones de ciudadanos ¿españoles?, y mucho menos con las futuras elecciones, que parecen estar ya cantadas, intentaremos ir a las consecuencias esenciales, recordando, de paso y de apoyo, otros dos hechos acaecidos en la misma semana. Dejamos de lado los procedimientos, detalles morbosos y miserias anecdóticas de la ópera bufa y observamos tres hechos cruciales que van a condicionar nuestro futuro.

En primer lugar observamos de manera palmaria en nuestra dinámica política, una vez más, cómo la manera de entender la democracia, de creer lo que es una democracia, no va más allá de considerar que es un mero juego por el poder basado en triquiñuelas y juego sucio oculto y en la intoxicación y manipulación mediática felona de los votantes. Ocuparse del bien común de los españoles, de todos, es una cosa que no entra en consideración para nada. Ni se concibe, en los dos mayores Partidos del panorama político nacional. Aquí cabe traer a colación la primera noticia coincidente de la semana. España, en una escala que publicó la prestigiosa revista “The Economist” ha bajado en calidad democrática, pasando a ser una democracia medio fallida. Y eso que se enteran de la misa la media por estar lejos. España no es una democracia sólida al uso, y eso prepara un mal futuro.

Otra restallante verdad que vuelve a resplandecer es la insufrible y letal incompetencia, la inexperiencia, la falta de preparación y conocimiento, la absoluta incapacidad de los integrantes y responsables de la clase política actual. De los bien intencionados como de los malos. Son más peligrosos que un orangután a los mandos de un bombardero. Los que gobiernan como los que se oponen. Y eso no tiene gracia y anuncia muchísimo sufrimiento. Sólo baste recordar nuestro catastrófico siglo XVIII, que aún padecemos, o los episodios de nuestras dos repúblicas. La incompetencia crea más sufrimiento que la maldad en el dirigente.

Y finalmente lo más importante: en este momento se confirma lo que las encuestas vienen exponiendo sistemáticamente. El sanchopodemismoseparatismo (a partir de ahora SPS) tiene una larga vida asegurada, o por lo menos es lo más previsible. Es de esperar que el SPS nos siga gobernando, si no hay algún cataclismo imprevisto a nivel internacional o nacional, por lo menos seis años. Y eso da para mucho…

Por supuesto esa más que posible realidad será de satisfacción para muchos votantes respetables, no hay más que seguir las encuestas, y no haremos valoración de ellos. Pero sí expondremos un hecho para que se tengan las ideas claras a la hora de valorar la dinámica que nos espera. Es una evidencia que con el SPS los enemigos de la unidad, igualdad y solidaridad de los españoles e incluso los enemigos declarados de la pervivencia de España tienen un peso colosal en la gobernación de nuestra Nación fragmentada. También lo tienen en la “fragilización”, por ser caritativos, de nuestro maltrecho Estado de Derecho, es decir en la merma de nuestras libertades y derechos cívicos básicos. Con la verdad por delante, esa dinámica viene de lejos, pero con el SPS el salto hacia la co-gobernanza con los destructores de la convivencia entre españoles ha sido enorme y con seis años más, el desguace definitivo de la convivencia democrática puede alcanzarse. A lo mejor muchos piensan que es el menos malo de los escenarios, quién sabe, pero lo que no se puede es ignorar esta clara situación si uno piensa en, o trabaja para, las próximas generaciones de españoles.

Por Enrique Calvet, ex europarlamentario y Presidente de ULIS.

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