TIMSS2019: no se alarmen, es la edad

TIMSS es una evaluación de Ciencias y Matemáticas semejante a PISA pero menos conocida; las diferencias principales son que las pruebas de TIMSS pretenden tener más en cuenta el curriculum y que se hacen en los cursos 4º y 8º de Enseñanza Básica, no como PISA a una edad fija (15 años). España ha participado en las tres últimas olas, 2011, 2015 y 2019, solo para la evaluación de 4º de Primaria. Las puntuaciones de España para los tres años son, respectivamente, en Matemáticas 482, 505,502 y en Ciencias 505, 518, 511. Muchos países quedan por debajo (Marruecos, 383 puntos, Arabia Saudí, 398) y muchos más por encima: los del Extremo Oriente rondan los 600 puntos y los del Este y Norte de Europa suelen superar los 525. En el Extremo Oriente destaca Singapur, con 625 puntos, en Europa Rusia con 567. Las preguntas obvias son porqué quedamos por debajo y porqué no seguimos mejorando.

Ninguna de las dos tiene fácil respuesta, y menos formuladas en términos de acción colectiva (qué hacemos mal) o de política (qué debería hacer el gobierno). Quienes no pueden resistir su afán meliorista, suelen buscar aspectos contextuales en que España queda peor y elegir alguno que les es cercano. TIMSS ofrece mucha información de este tipo sobre hogares, escuelas y alumnos: recursos domésticos, clase social , prácticas de crianza, ; recursos escolares, estudios de los directores, énfasis de la escuela en el éxito académico, estudios, formación y satisfacción de los profesores, disciplina, seguridad, acoso en las aulas, percepción de la escuela por los padres, sentimiento del alumno de pertenecer al centro, absentismo de los alumnos, si la materia les gusta y si la valoran, si se sienten confiados ante ella. También ofrece mucha información sobre didáctica: tiempo dedicado a las materias, temas cubiertos, claridad de las explicaciones, uso de tecnología… De entre tanto surtido, los preferidos suelen ser los profesores, que según unos no conocen las materias y según otros no saben enseñarlas; suelen venir después la falta de recursos y los recortes, seguidos de la sobrecarga curricular y los excesos legislativos. Alumnos y padres suelen quedar exentos, pasando por muy de derechas aludir a que los alumnos podrían esforzarse más o sus padres vigilarlos mejor. En los rasgos de las escuelas picotean a su arbitrio economistas, sociólogos, pedagogos y sindicatos. Los profesores parecen estar siendo víctimas colaterales del conflicto entre sus formadores; los que les enseñan las materias los acusan de ignorarlas y los que se ocupan de la didáctica les reprochan emplear métodos anticuados; ambos bandos llevan años disputándose las horas de docencia en Magisterio y en el máster de secundaria

Hay algunas explicaciones muy sencillas, aunque quizás menos atractivas. La edad podría ser, de entre ellas, la menos discutible. TIMSS (apéndice B.1) informa de la edad de los alumnos al hacer la prueba. Sin salir de Europa, en Francia, España, Bélgica, Italia, Portugal, Chipre y Malta la prueba se pasa a alumnos con algo menos de 10 años; en cambio en Rusia, Letonia, Lituania, Finlandia, Dinamarca, Suecia y Noruega se pasa a alumnos con cerca de 11 años. Pues bien, en los países del primer grupo las puntuaciones en Matemáticas están entre los 485 puntos de Francia y los 532 de Bélgica o Chipre, mientras en los del segundo van de los 521 puntos de Suecia a los 567 de Rusia. Curiosamente, TIMSS solo menciona de pasada este factor; explica que ha puesto una edad mínima de 9,5 años y que por eso algunos países pasan las pruebas a los alumnos de 5º, no a los de 4º. Esto es verdad de tres (Inglaterra, Maltas y Nueva Zelanda), que comienzan la primaria a los cinco años y de pasar la prueba en 4º sus alumnos la harían con menos de 9 años. Noruega, sin embargo, es caso aparte. Hasta 2015 pasaba la prueba en 4º, el mismo curso que los otros países nórdicos, pero con un año menos, y su puntuación no llegaba a 500. En 2015 pasó la prueba en 4º ( 9,7 años, 493 punto) y en 5º (10,7 años, 549 puntos); en 2019 ya solo la pasó en 5º, y sus alumnos obtuvieron resultados incluso algo mejores que los de sus vecinos.

Resulta interesante que TIMSS no preste más atención a esta sencilla vía de mejora. En cuanto a quien piense que la edad no es tan importante, no es este el lugar para convencerle de lo contrario.

Julio Carabaña es catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid.

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