Europa necesita despertar. Aunque los Estados Unidos han dominado hasta ahora la revolución digital, nuestro continente tiene hoy una oportunidad única para liderar la próxima ola de la transformación digital.
En los próximos años, las innovaciones digitales no solo transformarán las industrias clásicas , sino que también pasarán a formar parte de todos los aspectos de la vida cotidiana. Por ello, lograr que las personas confíen en la innovación es ahora lo más importante. Nuestro estilo de vida europeo cuenta con todos los elementos para lograr el éxito: valores, una economía social de mercado justa, capacidades creativas y democracias estables.
Europa combina estas tremendas ventajas competitivas con brillantes historias de éxito industrial, capacidades de investigación excelentes, sistemas educativos sólidos y un poder de consumo importante. Europa puede aprovechar este momento si logramos que acelere.
Europa tiene que recuperar el apetito por la innovación y lanzar el siguiente “Airbus” en sectores clave con alto potencial digital, como el de la salud, la movilidad o el inmobiliario. Por ejemplo, pongamos en común todas nuestras capacidades en materia de investigación para vencer enfermedades como el cáncer o el Alzheimer. Una política de innovación para el siglo XXI significa poner a las personas en el corazón de la innovación respondiendo a sus miedos y a sus preocupaciones, así como a sus aspiraciones y ambiciones.
Tenemos que adaptar la economía social de mercado al mundo digital incentivando nuevos modelos de negocio que creen nuevos puestos de trabajo a la vez que se protegen los estándares sociales. Nuestro estilo de vida europeo es justo y por esta razón la política tiene la responsabilidad de establecer las condiciones adecuadas para que las sociedades puedan aprovechar la innovación, protegerlas durante los periodos de transición, y reducir la brecha entre las regiones más avanzadas y aquellas que se están poniendo al día en este ámbito con mayor lentitud. Nuestra responsabilidad es mejorar la infraestructura digital para garantizar que se disponga de banda ancha en toda Europa, y por ello esto debe incluirse entre nuestras principales prioridades en las negociaciones del próximo Marco Financiero Plurianual de la UE.
Por último, y esto es lo más importante, para innovar en Europa tenemos que trabajar juntos: nuestra visión solo puede convertirse en realidad si aunamos nuestros recursos y capacidades en beneficio de todos y cada uno de los europeos.
Recuperar el papel de la UE como innovador internacional implica, ante todo, trabajar juntos. El futuro de Europa no se escribirá solo a través de las reformas institucionales. Invertir en innovación y en infraestructuras digitales para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos europeos es lo que más importante. Por eso, el Grupo PPE estará listo para liderar a los ciudadanos de Europa hacia el futuro digital.
Manfred Weber es presidente del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) en el Parlamento Europeo y Esteban González Pons es vicepresidente del Grupo PPE en el Parlamento Europeo.