Un pacto de Estado por RTVE

Recientemente hemos conocido dos noticias relevantes sobre nuestro modelo de radio y televisión públicas. Supongo que prefieren que comiencen por la mala.

Según el último estudio de Centro de Investigaciones Sociológicas del mes de noviembre, los ciudadanos que declaran informarse a través de RTVE han caído hasta el 19,2%, Por primera vez en la historia por debajo del 20% y por primera vez también adelantada por una cadena privada, en este caso La Sexta. En noviembre de 2011 la cifra era del 39,4%. Esto quiere decir que entre el fin del Gobierno socialista y hoy, RTVE ha caído 20 puntos en la preferencia de los españoles. No hay mucho más que añadir para demostrar que aquella RTVE, la que pusieron en marcha los Gobiernos de Zapatero, contaba con el respaldo de los telespectadores que, tras cinco años de Gobierno de Rajoy, le han dado la espalda.

La segunda noticia es la buena. Los tribunales europeos le han dado la razón al Reino de España en el modelo de financiación planteado. Como saben, los Gobiernos socialistas suprimieron la publicidad en RTVE. Fue una decisión polémica que contó con el rechazo de la derecha, aunque la derecha nunca se ha atrevido, ni se atreverá, a devolver la publicidad a la televisión pública.

Antes de la supresión de la publicidad, RTVE ingresaba la mitad de su presupuesto a través de los Presupuestos Generales del Estado y la otra mitad por publicidad. Desde que cambiamos el modelo, esa mitad proviene de una tasa que pagan los operadores privados y de telefonía, ahora también competidores audiovisuales.

A pesar de que mucha gente no lo comprendiera, la apuesta era un win-win. En primer lugar, RTVE quedaba libre de la caída de ingresos publicitarios debida a la crisis que le hubiera devuelto al déficit y a la deuda desbocada. En segundo lugar, los ciudadanos se beneficiaban de una televisión sin cortes publicitarios mientras que los operadores privados aumentaban su mercado, pero financian el servicio público.

Pero el Gobierno de Rajoy ha recortado drásticamente la financiación haciendo que RTVE vuelva a tener problemas con su balance.

Una vez conocidas las sentencias, y a la vista de la alarmante caída de telespectadores, ha llegado la hora de hacer algo.

Es necesario un pacto para cambiar la situación actual y existe una gran oportunidad porque el Parlamento ha cambiado y el Partido Popular ya no tiene mayoría para imponer su modelo como hizo devolviendo RTVE al Gobierno tras rebajar las mayorías en el Parlamento para elegir a sus órganos de gobierno.

Debemos promover un gran pacto de Estado para garantizar el futuro de RTVE. Estoy absolutamente convencido de que saldrá adelante conociendo las posiciones de Podemos y Ciudadanos y la debilidad del PP en el Parlamento.

Pongamos en marcha un pacto de Estado que contenga, al menos, cuatro cuestiones esenciales:

Modelo de gobernanza. Debemos volver a desgubernamentalizar RTVE y, para eso, reformar en el Parlamento la ley para que vuelva a ser de mayorías reforzadas.

Modelo de financiación. Sabiendo que nadie va a volver al modelo anterior, pongámonos de acuerdo en la cantidad que deben aportar los PGE y corrijamos cosas. Se pueden ampliar las condiciones del mecenazgo y conseguir más ingresos propios mediante la producción propia, como hace la BBC. Sabiendo que la calidad cuesta, claro.

Modelo de programación de servicio público. Negociemos de nuevo el Mandato Marco del Parlamento para definir cómo debe ser el servicio público de radio y televisión y pongamos en marcha el contrato marco entre el Estado y RTVE que está pendiente.

Por último, tengamos en cuenta la potencialidad del canal internacional de RTVE pensando en los millones de españoles residentes en el exterior, pero también en la llamada Marca España. Hasta la fecha no hemos sabido sacarle partido a tener la segunda lengua del mundo occidental y las posibilidades que eso encierra para el canal internacional de RTVE.

Nuestra radio y televisión públicas tienen más de medio siglo de vida. Nacieron bajo una dictadura porque la tecnología tiene sus plazos y no conoce de formas de gobierno, pero ha desempeñado un papel clave en nuestra democracia.

Tan cierto es que con los Gobiernos de Zapatero se llevó a cabo la mayor y mejor reforma de RTVE como que con Rajoy hemos sufrido una contrarreforma en toda regla que ha dejado a RTVE bajo mínimos.

Ha llegado la hora, y se dan las condiciones, para que haya un gran acuerdo de Estado para garantizar el futuro de la radio y la televisión de todos.

Manos a la obra.

Óscar López Águeda es senador socialista y vicepresidente de la Comisión de Control de RTVE

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