Una Fuerzas Armadas europeas

EL 8 de marzo de 2015 el presidente de la Comisión Europea hizo al periódico Die Weltam-Sonntag unas declaraciones cuyo contenido ha sido muy comentado. El Sr. Juncker dijo al mencionado periódico que la Unión Europea (UE) necesita su propio ejército para hacer frente a Rusia y a otras amenazas, así como para reafirmar su posición en el mundo. El presidente Juncker reforzó su propuesta diciendo que la OTAN no era suficiente para defender la Unión porque no todos los miembros de la Alianza Atlántica lo son también de la UE. Además, dijo que un ejército común de la Unión enviaría señales muy claras a la comunidad internacional, pues según Juncker «un ejército conjunto de la UE mostraría al mundo que nunca habría de nuevo una guerra entre los países de la Unión». En sus declaraciones, el presidente de la Comisión dijo también: «Tal ejército común ayudaría a conformar políticas comunes en el campo de la seguridad y la defensa y permitiría que Europa asumiese su responsabilidad en el mundo».

Las declaraciones causaron sorpresa en el seno de la Comisión y en otros organismos de la UE. En las naciones miembros la posible creación a corto o medio plazo de un ejército europeo fue recibida con escepticismo. Algunos analistas recordaron que en el marco de la Unión existían ya diversas unidades militares de carácter multinacional, como la fuerza marítima Euromarfor y el Eurocuerpo. Este tiene una estructura de Cuerpo de Ejército y ha sido certificado también como posible componente de la Fuerza de Respuesta OTAN. El teniente general Alfredo Ramírez Fernández será a partir de junio de 2015 el comandante del Eurocuerpo. Otra estructura multinacional es el Mando de Transporte Aéreo Europeo, que representa un avance significativo en la forma de mancomunar y compartir recursos dentro de la UE. Alemania, Bélgica, España, Francia, Luxemburgo, Países Bajos e Italia han puesto bajo control operativo de ese Mando unos doscientos aviones de transporte cuyas misiones son planeadas, asignadas y controladas desde Eindhoven (Países Bajos).

En el marco de la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD), se ha desarrollado también el concepto de Grupo de Combate, que se considera la unidad militar autosuficiente más pequeña que puede desplegarse y mantenerse en un teatro de operaciones. Cada Grupo de Combate se compone de unos 1.500 efectivos más los apoyos correspondientes. Con la introducción del concepto de Grupo de Combate, la UE creó un instrumento militar para responder a posibles situaciones conflictivas de forma rápida. Por otra parte, el Desarrollo de Capacidades Civiles y Militares de la UE ha puesto el énfasis en la respuesta rápida y la facilidad de despliegue. Los grupos de combate pueden emplearse en el abanico de tareas contempladas en el artículo 43 del Tratado de la Unión Europea y en aquellas otras identificadas en la Estrategia de Seguridad Europea. Las operaciones de los grupos de combate serán realizadas normalmente bajo mandato de una Resolución del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, aunque no sería necesario en el caso de la evacuación de ciudadanos de la UE. Conviene también recordar que en el marco de la PCSD hay cinco operaciones militares activas y se han finalizado otras seis desde el año 2003. La generación de fuerzas para cada una de ellas se ha hecho adhoc sin utilizar los grupos de combate.

Las declaraciones del señor Juncker, consideradas como provocadoras por algunos, han puesto de actualidad la necesidad de completar el desarrollo de la PCSD comenzando por la definición de su nivel de ambición. Quizá fuese esa la intención del presidente Juncker. Una vez definido hasta dónde se pretende llegar con la PCSD, se podría iniciar el proceso de planeamiento de unas futuras fuerzas armadas europeas, si las naciones miembros de la UE así lo decidieran. Además, se necesita preparar los procesos de decisión adecuados para autorizar la utilización de los grupos de combate y otras estructuras militares ya existentes en la UE. También se considera preciso actualizar la Estrategia de Seguridad Europea, pues desde 2003 el escenario estratégico ha cambiado notablemente. Por otra parte, es imprescindible aprovechar las sinergias de las diversas estructuras actualmente existentes para la gestión de crisis, para el mando de operaciones militares y para la dirección de misiones civiles, de acuerdo con las Conclusiones del Consejo de 14 de mayo de 2014 sobre el enfoque global de la UE.

Si se consigue alcanzar el consenso sobre el desarrollo de la PCSD, será fácil construir sobre bases seguras las relaciones OTAN-UE en el campo de la seguridad y defensa. Unas relaciones consideradas esenciales tanto por la Alianza Atlántica como por la UE de acuerdo con la voluntad política manifestada repetidamente por los gobiernos democráticos de los países pertenecientes a ambas organizaciones.

Federico Yaniz Velasco, general del Ejército del Aire (R). Vicepresidente de EURODEFENSE-ESPAÑA.

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