Una unidad al servicio de España

«Dependiendo del Mando de Operaciones se constituye permanentemente el Mando Conjunto de Operaciones Especiales, que será responsable de realizar el planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones especiales que se determinen» (Real Decreto 872/2014, de 10 de octubre 2014, por el que se establece la organización básica de las Fuerzas Armadas).

Hace ahora cinco años, en un escueto apartado de aquel Real Decreto, se recogía la creación del Mando Conjunto de Operaciones Especiales (MCOE) en los términos expuestos arriba. Más tarde se publicaba la Orden DEF/166/2015, por la que se ampliaban sus cometidos, añadiendo los de «facilitar la integración e interoperabilidad de las capacidades de operaciones especiales, y de planificar y conducir los ejercicios conjuntos necesarios para asegurar la eficacia operativa de las unidades de operaciones especiales que le sean asignadas». «Así mismo [el comandante del MCOE] asesorará al Jefe de Estado Mayor de la Defensa y al Comandante del Mando de Operaciones en todo lo referente a operaciones especiales».

El MCOE nace como consecuencia de necesidades operativas. Las Fuerzas Armadas identificaron hace años la necesidad de tener un elemento de mando y control capaz de planear, conducir y seguir, desde el más alto nivel, las operaciones especiales (OEs en adelante) y que, además, sirviera de nexo entre las fuerzas que las ejecutan y la autoridad que toma la decisión sobre su empleo, en algunos casos el mismo Gobierno, y con otros órganos necesarios para llevar a cabo sus operaciones (centros de inteligencia, Ejércitos y Armada, Mando de Operaciones o de Ciberdefensa, etcétera). Por otra parte, la participación en la OTAN, con el compromiso adquirido de contribuir con los sucesivos contingentes de la Fuerza de Respuesta (NRF, por sus siglas en inglés), incluso liderando sus respectivos mandos componentes (en este caso el de operaciones especiales), fue otra de las razones que aconsejaron la creación del MCOE. Es, también, una tendencia observada en todas las naciones del entorno español.

Un cometido implícito del MCOE es el de potenciar las capacidades de las OEs; capacidades que se encuadran en los Ejércitos y la Armada y que se materializa en sus Unidades de Operaciones Especiales (UOEs, en adelante). Su discreción, versatilidad, capacidad de adaptación, limitadas necesidades logísticas (en comparación con otro tipo de fuerzas) y alta relación coste-eficacia las hace especialmente idóneas para su empleo actual y en los escenarios futuros que los centros de análisis estratégicos describen; por ello, estas capacidades están siendo potenciadas en todas las naciones. Las OEs pueden ser dirigidas contra el adversario mediante un enfrentamiento directo y de gran precisión, evitando daños colaterales (Perejil, 2001; So San, 2002), o de forma indirecta, organizando y adiestrando a una fuerza local para que esta sea la que lleve a cabo las acciones correspondientes (Irak, Afganistán, Senegal, Cabo Verde, entre otras, hoy); también están preparadas para operaciones de liberación de rehenes (Evelyne Colombo, 2011).

Las UOEs españolas están al nivel de las mejores de la OTAN y del mundo; la participación de las mismas en muy diversas operaciones así lo corrobora. Han apoyado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la vigilancia de mugas; en la seguridad de significativos juicios; han recuperado territorio español; han sido los primeros en desplegar en lugares de conflicto; han liberado personal secuestrado en circunstancias muy adversas; han asaltado barcos con carga no declarada de municiones; han actuado en apoyo de otras naciones con el resultado de heridos graves, y han trabajado en operaciones muy sensibles. Desde 2005 no ha habido un solo día en que no hubiera un soldado español de OEs, un «boina verde», desplegado en algún lugar del mundo, arriesgando su vida por los demás; y ahí siguen. Siempre con gran profesionalidad. No es exagerado afirmar que España es un referente en OEs para muchas naciones, algo de lo que todos podemos sentirnos muy orgullosos. Sirva también este artículo para un sincero reconocimiento y agradecimiento a los «boinas verdes» de todas las épocas.

En el quinto aniversario del MCOE, todas las autoridades nacionales e internacionales reconocen que este mando ha alcanzado la madurez y que es una historia de éxito. Por la mayor relevancia previsible de las OEs, su evolución natural debería implicar su potenciación, no necesariamente con más personal, sí dándole herramientas más complejas (en términos sobre todo de responsabilidades), ahora que ya es un adulto, que le permita cumplir mejor sus cometidos. Seguro que así será. MCOE, felicidades.

Jaime Íñiguez Andrade es General de División (R) y fue Comandante del MCOE (CMCOE) desde su creación hasta junio de 2019.

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