Urge ratificar el nuevo Start

Como observador que soy desde hace mucho de la política americana, sé que los senadores de Estados Unidos decidirán si ratificar o no el nuevo Start, el tratado sobre la reducción y la limitación de las armas negociado con Rusia este año, a partir de una evaluación exhaustiva de los intereses nacionales de su país. Como representantes democráticamente elegidos del pueblo americano, sólo ellos pueden dilucidar cuáles son dichos intereses.

Sin embargo, EE. UU. sigue siendo el Estado más poderoso del mundo y la decisión de los senadores tendrá inevitablemente repercusiones allende las fronteras de su país. Serán particularmente importantes para Polonia, fiel aliado de EE. UU. en la OTAN. Por eso, es importante decir con claridad que mi Gobierno apoya la ratificación del nuevo Start, porque creemos que fortalecerá la seguridad de nuestro país y la de Europa en conjunto.

Las gestiones del presidente Barack Obama en pro del desarme nuclear han contado con un amplio apoyo en Polonia. El año pasado, el primer ministro democrático del país, junto con dos ex presidentes, incluido Lech Walesa, el legendario dirigente de Solidarnosc, publicaron un artículo conjunto en apoyo del audaz programa de desarme de Obama. Durante casi un año, desde la expiración del tratado Start original en diciembre del 2009, no ha habido en Rusia inspectores de Estados Unidos para verificar en el terreno el estado de su arsenal nuclear. Las disposiciones de Start relativas a las verificaciones ofrecen información decisiva que resulta esencial para el proceso de planificación de fuerzas.

Sin un tratado en vigor, pronto aparecerán agujeros en el paraguas nuclear que Estados Unidos proporciona a Polonia y a otros aliados conforme al artículo 5 del tratado de Washington, garantía colectiva de seguridad para los miembros de la OTAN. Además, el nuevo Start es un paso necesario para futuras negociaciones con Rusia sobre reducciones de los arsenales nucleares tácticos y un requisito previo para la reactivación con éxito del tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FCE).

Si bien en Polonia no notamos una amenaza militar inmediata de Rusia, la mayoría de armas nucleares tácticas y subestratégicas parecen desplegadas precisamente al este de las fronteras de Polonia, en preparación para un posible conflicto en Europa. El potencial catastrófico de semejante conflicto hace que sea esencial limitar y eliminar ese resto de la guerra fría.

Esas fueron las razones en las que se basó la iniciativa polaco-noruega encaminada a abordar la cuestión de las armas nucleares tácticas en el marco del control de armamentos y lanzada el pasado abril.

En realidad, el nuevo Start es la condición sine qua non para una dirección eficaz por parte de Estados Unidos en relación con las cuestiones de control de armamentos y no proliferación que importan a Europa: desde la de reactivar el tratado FCE hasta la de impedir que Irán consiga armas nucleares.

En sentido más amplio, el nuevo Start consolidará el nuevo tono, más positivo, en las relaciones entre Rusia y Occidente.

En Polonia hemos adoptado una nueva vía de reconciliación con Rusia, basada en el diálogo y la reciprocidad.

Gracias a ello, las relaciones polaco-rusas han mejorado en gran medida en los tres últimos años, lo que no ha sido un logro fácil precisamente, dado el peso de nuestra historia compartida. Aunque aún quedan dificultades por allanar, Polonia está decidida a trabar una relación con Rusia basada en el respeto mutuo.

También es de prever una cooperación más sólida entre la OTAN y Rusia en la esfera de la defensa antimisiles, asunto examinado en la cumbre OTAN-Rusia celebrada hace días en Lisboa y que podría transformar las relaciones OTAN--Rusia. Para que así sea, los dirigentes de Rusia deben llegar a considerar la defensa antimisiles una oportunidad para la cooperación con miras a abordar las amenazas comunes, en lugar de una amenaza en sí misma.

La ratificación del nuevo Start aumentará la confianza mutua y mostrará que Occidente y Rusia, pese a sus discrepancias, pueden cooperar en asuntos decisivos para nuestra seguridad común. Pero cualquier retraso del tratado envalentonará a quienes en Moscú preferirían un Occidente como enemigo en lugar de como socio y, por tanto, quisieran ver anulados los tenues avances logrados en los últimos meses. Entretanto, el Gobierno de Obama sigue aplicando sus planes de defensa europea antimisiles. Hace más de un año, Polonia decidió participar en el nuevo planteamiento adaptable por etapas, que protegerá principalmente a los aliados europeos de Estados Unidos. El Gobierno de Polonia ha accedido a albergar elementos del sistema europeo de defensa antimisiles modificado en territorio polaco en la segunda mitad del decenio.

Espero que los senadores de Estados Unidos tengan en cuenta la opinión de Varsovia al adoptar sus decisiones. El nuevo Start redundará en provecho del desarme y de Europa. Polonia apoya la ratificación de ese tratado, que reviste importancia decisiva.

Radoslaw Sikorski, ministro Asuntos Exteriores de Polonia Copyright: Project Syndicate, 2010. Traducción: Carlos Manzano