Vox y Europa, euroexigentes

En su columna del pasado 9 de marzo de 2019, don Ramón Pérez-Maura, bajo el título «Votar a Vox es votar a Sánchez», expuso su encendida opinión en contra de Vox y a favor de votar al partido que gobernaba España mientras se desarrollaba el intento de golpe de Estado separatista en Cataluña en los meses de septiembre y octubre de 2017 bajo la mirada atónita y acobardada de todo el Consejo de Ministros. La rúbrica del artículo, provocadora, anunciaba sin embargo la campaña mediática de Casado y los grandes medios; una campaña que, más allá de su ineficacia, no responde a ningún dato cierto y verificable.

En su artículo, don Ramón rememoraba un debate sobre el futuro de la Unión Europea organizado por el Comité Español por la Unión Panaeuropea en la Asociación de la Prensa el lunes anterior, día 4 de marzo, en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid. Vaya por delante mi agradecimiento por la invitación; y a continuación, mi necesario pliego de descargos ante determinadas afirmaciones sobre lo que pude decir en dicha mesa redonda, actuando en representación de Vox. Afirmaciones que no se compadecen con la verdad pues se me atribuyen manifestaciones que no realicé en ningún caso.

En dicha mesa redonda se habló, exclusivamente, del futuro de la Unión sin que por mi parte se realizara consideración alguna sobre el pasado; de modo que cuando el señor Pérez Maura insinúa que me manifesté en contra de la incorporación de España a la Unión o en contra de los fondos europeos que arribaron a España, falta groseramente a la verdad; sin que exista enlace preciso y directo entre lo que dije y las conclusiones que el señor Pérez-Maura inventa en su artículo. Quizás esperaba eso de mí y le conviene a su teoría despreciativa.

Indiscutiblemente afirmé, y repito, que Vox estará presente en el Parlamento Europeo para defender los intereses de España y de los españoles, pues ése y no otro será el mandato que nos den nuestros votantes y nos exige nuestro honor y nuestra responsabilidad como representantes del pueblo español. Afirmé, y repito, que Vox no estará al servicio de la Internacional Socialista ni de ninguna Internacional Liberal o Popular, ni se rendirá, acogotado, ante el eje París-Berlín. Afirmé, y repito, que nadie nos va a decir a los españoles cómo ser europeos, pues España hizo Europa en las Navas, y en Lepanto, y en Flandes, y en Trento. Pero no hay una sola forma de ser europeo, ni hay un solo camino para hacer más fuerte a la Unión. Afirmé, también, que defenderemos nuestra potestad normativa y soberanía fiscal pues lo que queremos es devolver a los españoles la libertad perdida en estos años de socialismo y social-democracia popular, rebajando impuestos y caminando hacia la desregulación.

La Unión será tanto más fuerte cuando más fuertes sean sus Estados, y más soberanos sean sus miembros. El futuro de Europa no pasa por diluir a las grandes naciones y socavar su soberanía para rendirse ante las exigencias de Alemania y Francia ni caer en políticas inmigratorias falsas e injustas. El futuro de Europa no pasa por los nacionalismos regionales identitarios ni por los globalismos apátridas sino por la fortaleza de su valores cristianos y de sus Estados miembros. Esto es lo que dije. Vox estará en las instituciones europeas para defender los intereses de España. Sé que cuesta digerirlo. Pero van a tener que acostumbrarse: se acabaron los parlamentarios complacientes. Es el tiempo de los parlamentarios euroexigentes.

Jorge Buxadé es miembro del Comité Ejecutivo Nacional de VOX.

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