Y ahora, una buena ley

Por Fernando Serrano Pernas, secretario general de FECOMA-CC OO (EL PAIS, 22/02/05):

El pasado 21 de diciembre la actual mayoría parlamentaria, surgida de las elecciones generales del pasado 14 de marzo, aprobaba, a propuesta de Izquierda Unida, la toma en consideración de la proposición de ley reguladora de la subcontratación en el sector de la construcción. Con esta decisión y los votos de PSOE, CHA, ERC y BNG, corregían el despropósito en el que se había situado el PP con sus sucesivos rechazos a nuestra propuesta sindical durante los años de gobierno del señor Aznar.

Hemos defendido permanentemente la necesidad de esta regulación legal de la subcontratación en el sector de la construcción. Necesidad que nace, en primer lugar, de las especiales características de este sector y que lo diferencian del resto.

Siendo cierto que los procesos de subcontratación, externalización y descentralización productiva se producen en todos los sectores de la economía, también lo es el hecho de que el proceso de subcontratación en la construcción tiene una característica única que lo hace especial. Este rasgo diferenciador radica en la propia concepción de lo que es una obra de construcción y en la peculiaridad de que el centro productivo surge, se realiza y finaliza, desapareciendo el centro de trabajo. Y así continuamente, día a día y obra a obra.

Si a esta situación, propia y específica del sector de la construcción, se une el proceso de subcontratar en una cadena sin fin las obras, y la repercusión que esto tiene sobre las relaciones laborales en el sector: precariedad, eventualidad, rotación, incumplimiento de leyes y convenios, falta de formación de los trabajadores, incumplimiento de las normas sobre prevención de riesgos laborales (todavía tenemos lamentablemente fresca en la memoria las imágenes de la tragedia de Burgos), etcétera, se entiende mejor la necesidad de dotar al sector de la construcción de una regulación legal específica para el fenómeno de la subcontratación.

A partir de una regulación legal que establezca orden a la subcontratación, que acote la subcontratación en cadena y que discrimine positivamente a las empresas que creen y mantengan empleo estable de calidad y con derechos, podremos hablar de corregir los problemas del sector. Sólo entonces podremos hablar realmente de garantizar la formación de los trabajadores y de hacer cumplir las normas emanadas de las leyes y de los convenios.

Ahora es el turno del Parlamento, y es a nuestros diputados y senadores a quienes les corresponde estudiar, enmendar y mejorar nuestra propuesta sindical. Tenemos confianza en el papel que van a jugar las fuerzas políticas progresistas en todo el proceso de la tramitación y nos vamos a dirigir a ellas para proponerles nuestra colaboración en el proceso de discusión y enmiendas. Porque desde FECOMA-CC OO consideramos que nuestro trabajo no ha concluido y queremos seguir participando en todo el proceso, como tendremos que participar después de su aprobación en el Parlamento, para su correcta aplicación en los centros de trabajo.

También esperamos y deseamos que el debate parlamentario permita a algunas fuerzas políticas, que dieron su voto negativo el pasado 21 de diciembre, reconsiderar su postura y que, finalmente, voten a favor de un proyecto en el que está tanto en juego, para los trabajadores y también para las empresas serias y cumplidoras de las leyes que sienten las consecuencias de las carencias que tiene la construcción y que tienen que ver también con las competencias desleales.

Estamos convencidos de que la tramitación parlamentaria de esta proposición de ley no entorpecerá el debate del diálogo social, donde patronal y sindicatos deben afrontar la búsqueda de soluciones a los problemas generales que tiene la economía y el marco de relaciones laborales de este país. Por el contrario, la solución a este problema específico que tiene el sector de la construcción debe facilitar los trabajos de las respectivas mesas.

No obstante, los problemas del sector de la construcción van más allá de la regulación de la subcontratación y tienen también que ver con la reducción de la edad de jubilación, con la modificación de normas legislativas en materia de contratación, con políticas de formación, o con medidas de choque en prevención de riesgos laborales. Por ello, hemos solicitado la constitución de una mesa específica de diálogo social para el sector, o en su defecto la presencia de nuestra federación en la mesa general.

Después de seis años de duro trabajo, de recoger miles de firmas, de explicar nuestras propuestas y alternativas en todos los foros, de realizar contundentes movilizaciones, parece que nuestros deseos pueden convertirse en realidad. Porque mientras el sector siga gobernado por la jungla, la especulación y el beneficio fácil y rápido a cualquier precio, sólo seremos referencia en nuestra sociedad por los conflictos laborales y por la sangría de vidas humanas que se produce a diario como consecuencia de los accidentes laborales.

Así lo entienden también, porque lo demandan, los colegios de aparejadores, arquitectos e incluso no pocas compañías constructoras, todos ellos profesionales del sector que el sentido común les dice que hay que racionalizar mejor e introducir elementos correctores al fenómeno de la subcontratación en cadena que tiene la construcción.

Desde las organizaciones sindicales y empresariales del sector, que trabajamos conjuntamente en la Fundación Laboral de la Construcción, institución paritaria emanada del Convenio General, no estamos regateando esfuerzos para contribuir a la mejora en todos los sentidos, pero es insuficiente, en nuestra opinión, y de ahí que sea necesario hoy más que nunca leyes claras y concretas que nos sirvan a todos. Por eso hace falta una buena ley.