¿Y nuestras universidades?

Durante los últimos años, la percepción social de las universidades ha cambiado de manera radical. Las características de este cambio tienen que ver con el espectacular crecimiento del sistema de enseñanza superior, el incremento en el tamaño y complejidad de las universidades, su implicación en la generación de núcleos de desarrollo económico regional o nacional a través de la creación de parques científicos o mediante la participación en empresas spin off,o su constitución como centros de desarrollo de la cultura de la sociedad en la que se encuentran. Como consecuencia de esta nueva situación, y también en respuesta a las mismas fuerzas que han conducido a la economía mundial hacia la integración global, las universidades se han dado cuenta de su dimensión e integración globales.

Con esta perspectiva amplia de la universidad, surge la necesidad de tener una idea del papel que una universidad determinada representa en el escenario mundial. Esto ha conducido al desarrollo y difusión de rankings globales de universidades. Durante los últimos años han aparecido dos rankings mundiales de universidades que han recibido una considerable atención. Por un lado, el llamado Academic Ranking of World Universities (ARWU), realizado en la Universidad Jiao Tong de Shanghai y, por otro, el estudio publicado en el The Times Higher Education Supplement (THES).

El ranking ARWU se publica anualmente desde el año 2003, y tiene sus orígenes como un proyecto a gran escala orientado a determinar el nivel de las universidades chinas en el concierto internacional, con el objetivo a largo plazo de conseguir universidades en ese país con liderazgo mundial. Los resultados de este estudio han tenido repercusión a escala internacional. En el estudio ARWU, las universidades se ordenan de acuerdo con valoraciones académicas y de investigación del profesorado (en función de los premios que reciben, los artículos científicos que publican y las citaciones que de ellos hacen otros colegas), así como de la calidad de los estudiantes formados en sus aulas (que se valoran a través de los premios conseguidos por los antiguos estudiantes durante su carrera profesional).

El estudio británico THES consiste en la generación anual de un ranking pormenorizado con las 200 mejores universidades de todo el mundo (aunque el ranking se extiende hasta un total de 520 universidades). En este estudio, las universidades se ordenan en relación con un conjunto de indicadores que por un lado resumen la opinión que sobre las universidades tienen 3.700 profesores universitarios de todo el mundo y más de 700 profesionales responsables de la contratación de universitarios en empresas de distintos sectores. El estudio también valora la calidad de las universidades en función de su grado de internacionalidad (de profesores y de estudiantes), de la calidad de los profesores (basada en las citaciones que reciben sus estudios publicados en revistas científicas) y de la calidad de la docencia (establecida sobre la base de la relación existente entre el número de profesores y el número de alumnos).

Antes de analizar los resultados que obtienen las universidades españolas en estos estudios, quisiera mencionar algunos aspectos. Por un lado, quisiera aclarar que los estudios ARWU y THES difieren esencialmente por el hecho de que el estudio THES incluye evaluaciones basadas en opiniones de profesionales, cosa que no existe en el estudio ARWU. Además, el estudio ARWU basa un 60% de la calificación final en el análisis bibliométrico (artículos científicos publicados y sus consiguientes citaciones por otros científicos), mientras que en el caso del estudio THES, el peso del componente del análisis bibliométrico es sólo del 20%. Por otro lado, quisiera dejar claro que los estudios comentados presentan dificultades relativas al propio análisis bibliométrico, que no refleja de manera adecuada la actividad de investigación en ciencias sociales y en humanidades así como en el análisis de la calidad de la docencia impartida.

Cuando se analizan las diez mejores universidades del mundo, tanto en el estudio ARWU 2006 como en el THES 2006, es destacable la clara hegemonía de las universidades de EE. UU. y del Reino Unido. Así, en el estudio ARWU, ocho son de EE. UU. y dos del Reino Unido, y en el estudio THES, siete son de EE. UU. y tres del Reino Unido.

Cuando se analiza la distribución por países de las cien mejores universidades, aparecen otros países como Japón, Alemania, Canadá, Francia, Suiza, Holanda, Australia, Suecia, Hong Kong, China o Singapur, en un orden variable dependiendo del estudio concreto. Así, en el estudio ARWU 2006 el orden de diez países con más universidades de entre las cien mejores es el formado por EE. UU. (53 universidades), Reino Unido (11), Japón (5), Alemania (5), Canadá (4), Francia (4), Suecia (4), Suiza (3), Holanda (2), y Australia (2). En el caso del estudio THES 2006, el orden de diez países con más universidades de entre las cien aparentemente mejores es el formado por EE. UU. (33 universidades), Reino Unido (15), Australia (7), Holanda (7), Francia (5), Suiza (5), Japón (3), Alemania (3), Canadá (3) y Hong Kong (3). No aparece ninguna universidad española. De hecho, la situación de las universidades españolas es también mala cuando se analiza la distribución de países con las 200 mejores universidades. Tanto en el estudio ARWU 2006 como en el THES 2006, únicamente aparece una universidad española en el ranking de las 200 mejores universidades: la Universitat de Barcelona (UB). Países como Suecia, Suiza, Holanda o Bélgica nos ganan por goleada.

En resumen, los resultados indican claramente la falta de liderazgo de las universidades españolas, las cuales se sitúan decididamente por debajo de los indicadores económicos de nuestro país. Esto debiera ser motivo de reflexión, y aún mejor de actuación, por parte de los responsables políticos central y autonómicos, de los equipos rectorales de las universidades españolas y de la sociedad en su conjunto.

Antonio Zorzano, Institut de Recerca Biomèdica y catedrático de la UB.