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Indice Catálogo Piezas
Prehistoria
El arte aqueménida
Introducción
El período de Ciro el Grande (558-530 a.C.)
El período de Darío I (522-486 a.C.)
El período de Jerjes I (486-465 a.C.) y sus sucesores hasta Darío III (336-330 a.C.)
Galería de imágenes
El arte griego antes de la época parta
El arte en la época parta
El arte en el Imperio Sasánida
El arte al inicio de la época musulmana
Bibliografía
  III. Catálogo: el arte aqueménida  

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112) Inscripción "Daiva" de conmemoración del rey Jerjes (486-465 a.C.) en persa antiguo
112) Inscripción "Daiva" de conmemoración del rey Jerjes (486-465 a.C.) en persa antiguo
Persépolis (Fars, Sur de Irán)
S. V a.C.
Piedra caliza; alt. 53 cm, anch. 52 cm, gr. 10 cm
Teherán, Museo Nacional, núm. inv. 16 (núm. hallazgo PT 3 143)
Bibliografía: Schmidt 1956, 52 y sig., tab. 21 A; Schmitt 2000, 52 y sig., tabs. 43 a, b, y 44 a, b

En el llamado Palacio del harén de Persépolis (Krefter 1971, 22-28) se hallaron cuatro losas de piedra caliza (registradas con los núms. 137-140) con inscripciones: una losa inscrita en neobabilonio, las otras tres con el mismo texto en persa antiguo, que recibieron el nombre del lugar del hallazgo y se les llamó «textos del harén».

Otras cuatro losas de piedra que deberían haberse empotrado en el muro como inscripciones conmemorativas de la fundación del rey Jerjes, pero que por lo visto no fueron empleadas para tal fin, fueron halladas dispuestas en serie a lo largo de una pared de la Fortificación del Este, el cuartel general de la guarnición, junto a la llamada Sala del tesoro de Persépolis. Son conocidas como «inscripciones Daiva» (PT 3 141-143 y PT 3 337; Schmidt 1953, 51, tab. 20-22).

Cada placa está inscrita sólo en un idioma: una con una inscripción neobabilonia, dos más llevan inscripciones en persa antiguo y la cuarta está en elamita.

Las ocho losas son de piedra caliza gris oscuro, de forma cuadrada, y la mayoría poseen una superficie algo convexa en la parte delantera. La inscripción recubre ambos lados, así como los bordes superior e inferior. Se conoce la existencia de una placa de oro y otra de plata de la época de Darío I (522-486 a.C.) con textos trilingües, se trata de inscripciones fundacionales encontradas en la sala de audiencias de Persépolis (Apadana).

La traducción de los «textos del harén» (según Schmidt 1957, 52 y sig.) es la siguiente:
§1 «Ahura Mazda es un gran dios, el creador de la tierra y del cielo que hay sobre ella, el creador de los hombres y el que les ha traído la paz, el que hizo rey a Jerjes, un rey entre muchos otros, un señor entre muchos otros.»
§2 «Yo (soy) Jerjes el gran rey, el rey de reyes, el rey de los pueblos en los que viven todo tipo de gentes, el rey de esta tierra grande e inmensa, el hijo del rey Darío, un aqueménida.»
§3 «Así habló Jerjes, el rey: mi padre fue Darío; el padre de Darío se llamaba Histaspes; el padre de Histaspes se llamaba Arsames; y tanto Histaspes como Arsames vivieron en la época en que Ahura Mazda deseaba que Darío, que era mi padre, se convirtiera en rey de este mundo. Cuando Darío se convirtió en rey, hizo construir muchas maravillas.»
§4 «Así habló Jerjes, el rey: Darío tenía otros hijos, pero Ahura Mazda acariciaba el deseo de que Darío, mi padre, hiciera de mí el más grande, siguiendo su ejemplo. Cuando mi padre, Darío, abandonó el trono, me convertí en rey en el trono de mi padre por voluntad de Ahura Mazda. Al hacerme rey, construí muchas maravillas. Conservé lo que se había construido bajo mi padre y añadí otros edificios. Todo lo que yo construí y lo que mi padre construyó fue construido con el favor de Ahura Mazda.»
§5 «Así habló Jerjes, el rey: que Ahura Mazda me proteja a mí y a mi reino y a todo lo que he mandado construir; y que todo lo que se construyó bajo mi padre también sea protegido por Ahura Mazda.»

     El texto «Daiva» que nos ocupa, a diferencia del «texto del harén», contiene una lista de pueblos. Por lo visto, Daiva es la denominación de las divinidades anteriores al zoroastrismo cuyo templo destruyó Jerjes. Según Herodoto I, 183, dicho templo Daiva probablemente haga referencia al templo de Marduken Babilonia:
La introducción §1 en el texto «Daiva» es idéntica al mismo pasaje del «texto del harén». A la genealogía del §2 se ha añadido en este caso lo siguiente: «un persa, hijo de un persa, un ario con lengua aria.»
§3 «Así habló Jerjes, el rey: por la gracia de Ahura Mazda, estos son los países en los que yo fui rey fuera de Persia; yo reiné sobre ellos; ellos me traían tributos; ellos hacían lo que yo les mandaba hacer y cumplían mi ley: Media, Elam, Aracosia, Armenia, Drangiana, Partía, Aria, Bactriana, Sogdiana, Corasmia, Babilonia, Asiría, Sattagyda, Lidia, Egipto, Jonia, los que vivían junto al mar y al otro lado del mar, los habitantes de Makran, Arabia, Gandhara, Sind, Capadocia, Daha, los escitas amirgios, los escitas de sombreros puntiagudos, los tracios, los habitantes de Akaufaka, los libios, los carios, los etíopes.»
§4a «Así habló Jerjes, el rey: Cuando me convertí en rey, hubo entre los pueblos que aparecen escritos antes (uno) en el cual se produjo una revuelta. Entonces Ahura Mazda me prestó ayuda: por la gracia de Ahura Mazda vencí a aquel país y lo arrasé.»
§4b «Y entre estos países había (un lugar) en el que anteriormente se habían venerado falsos dioses (daiva). Entonces, con el favor de Ahura Mazda destruí aquel santuario de los daivas y proclamé que no debían venerarse los daivas. Allí donde antes se veneraba a los daivas, allí yo adoré a Ahura Mazda en el momento más propicio y del modo más propicio.»
§4c «Y allí había otras (cosas) que eran malas y yo las enmendé. Todo lo que hice allí lo hice con el favor de Ahura Mazda. Ahura Mazda me prestó ayuda hasta que finalicé la empresa.»
§4d «Tú, que vendrás después, debes pensar: 'que yo sea feliz mientras viva y que cuando muera, sea bendecido'; cumple con la ley que ordenó Ahura Mazda: venera a Ahura Mazda en el momento más propicio y del modo más propicio. El hombre que cumpla con la ley que ordenó Ahura Mazda y venere a Ahura Mazda en el momento más propicio y del modo más propicio, recibirá ambas cosas: la felicidad mientras viva y la bendición cuando muera.»
§5 «Así habló Jerjes, el rey: que Ahura Mazda me proteja del sufrimiento, así como a mi casa real y a este país; esto es lo que yo pido a Ahura Mazda. Todo ello, que Ahura Mazda me lo conceda.»

(Schmitt 2000, 92 y sig.) (E. B.)

   
 
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