Profesión médica en la encrucijada: hacia un nuevo modelo de gobierno corporativo y de contrato social

Por Albert J. Jovell y María D. Navarro, médicos especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública (FUNDACIÓN ALTERNATIVAS, 18/10/06):

La profesión médica se enfrenta a nuevos retos y oportunidades, que surgen en un entorno de cambio social sin precedentes en la historia de la humanidad. En este entorno de cambio destacan tres fenómenos sociales sobre los demás: los cambios en la estructura laboral de las profesiones sanitarias, la aparición de un nuevo modelo de paciente y de ciudadano y la transformación y aumento de la complejidad en la gestión del conocimiento. A ello se une la colectivización de la provisión de los servicios sanitarios como estrategia para garantizar un acceso equitativo a los mismos. Estos fenómenos modifican el contenido del contrato social implícito entre la profesión médica y la sociedad, de manera que urge su transformación en un contrato explícito que gestione y responda mejor a las expectativas de ambas partes. El elemento que mantiene ese contrato es la confianza existente entre la profesión y la sociedad. Así, la sociedad establece un conjunto de demandas a la profesión médica que, a cambio de comprometerse a atenderlas de forma apropiada, le garantiza poder retener parte de los privilegios adquiridos. Para ello se deben formalizar nuevos mecanismos de autorregulación mediante el credencialismo, y establecer sistemas objetivos de rendición inteligente o razonable de cuentas a la sociedad. En ausencia de una presentación homogénea de la profesión y de una definición explícita del contenido del contrato con la sociedad, la profesión médica se encuentra en una difícil encrucijada que conlleva un riesgo de deslegitimación social y la pérdida progresiva de los privilegios obtenidos. En este sentido, el reto de los médicos de hoy está en saber responder de forma efectiva a las necesidades de la sociedad del siglo XXI y a la confianza otorgada por los pacientes.

En el esquema de credencialismo propuesto en este trabajo, las facultades de medicina y cirugía y los colegios de médicos asumirían el compromiso de definir los criterios que otorgarían la licencia profesional. Los colegios profesionales, las administraciones públicas y las sociedades científicas determinarían los criterios de certificación y recertificación basados en el cumplimiento de programas estructurados de formación y evaluación de competencias.

Los sindicatos asumirían la defensa de los derechos de los profesionales en su relación con los empleadores y en su condición de trabajadores por cuenta ajena. En todas estas funciones se debería integrar la visión de los representantes de las asociaciones de pacientes dentro de un modelo democrático de relación entre agentes sociales.

En el presente informe se realizan las siguientes propuestas con respecto a lo que debería hacer la profesión médica para hacer explícito el contrato social implícito:

  • Promover modelos de excelencia en el liderazgo en las organizaciones colegiales y en las instituciones sanitarias que faciliten la gestión del cambio.
  • Fomentar un marco laboral que incluya la interdisciplinariedad, la conciliación de la vida familiar y laboral y la promoción de estrategias planificadas de jubilación parcial.
  • Promover estrategias que aumenten la confiabilidad de la profesión médica, entre ellas el desarrollo de una estrategia de profesionalismo centrado en los pacientes, la revisión de los códigos deontológicos y la evaluación de la competencia profesional.
  • Reconocer las limitaciones de la práctica de la medicina y gestionar las expectativas de los pacientes con la finalidad de evitar demandas innecesarias o poco realistas.
  • Incorporar a los médicos en la mejora de la atención sanitaria mediante una apertura de los colegios profesionales a la sociedad y a la participación representativa en los órganos de gobierno de las instituciones sanitarias.
  • Fomentar la igualdad de oportunidades en el acceso a las posiciones de responsabilidad en las organizaciones colegiales.
  • Establecer un contrato social explícito basado en la creación de mutualismos con los diferentes agentes de salud, que tenga como actores principales a los médicos, a los pacientes y a las administraciones sanitarias.
  • Promover la enseñanza de los valores del profesionalismo en las facultades de medicina y cirugía, así como de las competencias transversales.
  • Establecer mecanismos de resolución de los conflictos latentes asociados a la condición de doble agente principal del sistema, basados en los principios de la democracia deliberativa.
  • Establecer que la colegiación obligatoria justifica su razón de ser en un contexto social de transparencia en los compromisos adquiridos con la sociedad, de estándares definidos de buena práctica clínica y de rendición inteligente de cuentas.
  • Diseñar un plan estratégico, a modo de contrato social de la profesión, que aúne el posicionamiento de los diferentes colegios de médicos en relación con la profesión y los compromisos en relación con la sociedad y con las Administraciones públicas, similar al denominado Medical Professionalism Project.
  • Incentivar la adopción de mecanismos de certificación periódica de las competencias profesionales.

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