Tener más hijos vs. ley de familias

Desde la primera ley de protección para las familias numerosas de España, el número de hijos necesario para acreditarse como familia numerosa ha ido bajando. Y no sabemos si es porque las familias tienen cada vez menos hijos o porque institucional y legislativamente se promueve tener menos hijos.

Está claro que llevamos muchos años asistiendo impasibles a la imposición de la teoría de que somos muchos, no cabemos y nos comemos todos los recursos del planeta. Por ello, hay que tener menos hijos.

Justo ahora se cumplen dos años de un anuncio de Burger King, en el que, en una de las escenas del vídeo publicitario, salía un señor con una botella de plástico en la mano y al ir a tirarla a la basura, decía una voz en off:

«José quiere dejar un mundo mejor para sus hijos, pero entonces tendría que #TenerHijos, que es la cosa menos sostenible para el planeta».

Esto de que los hijos son la cosa menos sostenible para el planeta se ha impuesto en la conciencia de mucha gente que ya han decidido que no quieren tener hijos. Y los que los tienen, lo que hacen es tener menos. Así el desplome demográfico es realmente catastrófico.

Europa y España están desapareciendo. La edad media es de 42 años. Vamos envejeciendo muy deprisa y con ausencia de nacimientos. Aunque esto es un indicador del desastre demográfico en el mundo, no solo en Europa. En Japón se dieron cuenta cuando se vendían más pañales para mayores que para bebés. Ya hay «más canas que cunas».

En España en concreto, la bajada de la natalidad se ha acelerado hasta tal punto que en un país donde reinaban las familias numerosas, ahora el número de hijos por mujer ya no llega ni a 1,19. Esto es un problema de primer orden. Con más jubilados y muy pocos nacimientos la sociedad no crece. ¿Cómo va a haber una nueva generación?

Con este panorama, las familias numerosas, las que tenemos más hijos que la media y nuestro indicador de fecundidad es bastante más que el 2,1 que se necesita para asegurar el relevo generacional, cada vez estamos más acorraladas.

No existe una política pública familiar. Solo se legislan políticas de asistencia como se ve claramente en el proyecto de ley de familias que han vuelto a aprobar en Consejo de Ministros el martes 27 de febrero. Algunas medidas positivas son solo asistenciales, de ayuda económica para familias necesitadas, pero sin una partida concreta. Vamos, medidas huecas, vacías de contenido.

Otras medidas aniquilan el concepto de familia, deconstruyendo su esencia, También lo hacen con el matrimonio, con el derecho de los padres a la educación de sus hijos y con la familia numerosa.

Las familias numerosas evidencian su esencia en el número de hijos. No en la renta como quieren imponer en este proyecto de ley.

No somos más pobres por tener más hijos, sino por no legislar políticas públicas de inversión en la familia.

Además, nos acusan de ser más contaminantes. ¡Un hijo contamina! Como en el anuncio de Burger King: «Un hijo es la cosa menos sostenible para el planeta».

Nos acusan de estropear el planeta por tener más hijos. Y nos dicen que tenemos que reducir la población. ¿Eso es lo que quieren? ¡Pues nos hemos plantado!

Y por eso hemos lanzado la Campaña «SALVA EL PLANETA, #TenMásHijos», con un mensaje a contracorriente.

No queremos esta visión tan negativa imperante en la actualidad sobre que tener hijos es malo, de pobres, contaminante y nada sostenible para el planeta.

Aconsejamos formar familias grandes, dejar la tristeza y la amargura del vacío que deja un mundo sin niños.

Gritad a los cuatro vientos que son precisamente los hijos los que salvarán el planeta, los que podrán hacer mejor a la sociedad, los que garantizan que habrá un futuro para todos.

«SALVA EL PLANETA, #TenMásHijos» es nuestro lema, el eslogan de la campaña. Con carteles en el Metro y en las marquesinas de las paradas de autobuses en Madrid y un código QR que enlaza con un vídeo que refleja la realidad del acoso a tener más hijos y evidencia que precisamente los hijos son los que salvan el planeta.

Frente a la imposición del globalismo bajo la bandera de la agenda 2030, queremos combatir este totalitarismo que nos está aplastando, eliminando la dignidad y la libertad.

Frente al objetivo para ser menos, nosotros voceamos que hay que tener más hijos, que precisamente son los que salvan el planeta, que lo llenan de personas, de vida, de alegría y de color.

«No cedáis…, no dejéis de defender la vida y la familia» (San Juan Pablo II).

María Menéndez de Zubillaga es presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *