Venezuela se anexiona Bolivia

Por Pedro Fernández Barbadillo, profesor del Instituto de Humanidades Ángel Ayala-CEU de la Universidad San Pablo CEU (GEES, 16/06/06):

En los regímenes comunistas las personas lo pierden todo menos el humor. Los cubanos decían que Cuba era el país más grande del mundo porque tenía la capital en Moscú, el Ejército en Angola y la población en Miami. Un remedo del viejo y acertado chiste es decir que Cuba limita con Argentina y Chile. Esta expansión se debe a la supeditación del Gobierno boliviano a los deseos de Hugo Chávez, el hombre más grande del mundo, porque su trasero está sentado en Caracas y su cerebro en La Habana.

En los últimos días, se han producido diversos acontecimientos que indican claramente que en Bolivia el verdadero poder no lo van a ejercer ni el parlamento, ni el presidente, ni el pueblo soberano, sino Hugo Chávez. Éste se está convirtiendo en una mezcla de Mazzini y Garibaldi que agita toda Hispanoamérica con sus soflamas y sus petrodólares.

Un ejemplo pequeño pero significativo es la presencia de unos 700 médicos cubanos en el país semanas después de que Evo Morales tomase posesión de la presidencia. Como se sabe en Iberoamérica y parte de África, los médicos, enfermeros, ópticos, dentistas y técnicos cubanos forman en una quintacolumna del castrismo. Son agentes subversivos, dispuestos a adoctrinar a sus pacientes o a adiestrar a los activistas locales en el uso de armas y propaganda. También los hay en Venezuela, llamados por Chávez.

La presencia en condiciones ilegales de esos médicos y el trato de favor que reciben por parte del Gobierno socialista de Morales han llevado a que se sucedan las protestas del Colegio de Médicos, que representa a unos 15.000 profesionales. El Colegio exige que los médicos cubanos le presenten sus títulos para acreditarlos, como manda la ley y que el Gobierno convoque a los médicos bolivianos para prestar los mismos servicios asistenciales y con las mismas condiciones. El malestar se expresó mediante una huelga de los profesionales nacionales el 1 de junio.

Aparte de los médicos cubanos, otros extranjeros van a recibir el permiso del Gobierno socialista para moverse libremente por Bolivia: un grupo de militares venezolanos que viajará para instalar dos plantas de asfalto y construir carreteras, tal como anunció el comandante del Ejército, general Raúl Baduel[iv]. Sorprende que ante la pobreza de los bolivianos, Morales recurra a extranjeros para realizar obras públicas en vez de a desempleados nacionales.

El ministro de Defensa de Chávez también ha enviado dos helicópteros Superpuma para uso de Morales en sus desplazamientos. Con los aparatos se trasladarán las tripulaciones venezolanas. La presencia de una guardia de corps armada en torno a un presidente al margen de un Ejército nacional del que se desconfía nos recuerda a quienes nos alejamos de la juventud el GAP de Salvador Allende.

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