España, Eppur si muove

Satisfecho estaría Galileo Galilei de saber que cuatrocientos años después de su pronunciación, la frase Eppur si muove sería hoy tan vigente en España, nuestro país. El encaje de bolillos que teje nuestra convivencia ofrece un dramático tejido en el que se trenza la destrucción de nuestra democracia, la Constitución de todos, las Instituciones, el Estado de Derecho, la integridad territorial, el idioma español, nuestros valores básicos como seres humanos y finalmente la pacífica convivencia ciudadana.

Se asombraría Galileo comprobando que en pocos días se produce una convulsión en la región de Murcia, se disuelve el gobierno de la Comunidad de Madrid ante una amenaza real de recibir una moción de censura, se estremecen las estructuras del gobierno de la nación hasta provocar la dimisión del Vicepresidente al parecer para contrarrestar el movimiento de Madrid y quién sabe las intenciones que tras ese juego se esconden, se pulverizan las ruinas de Ciudadanos y se redistribuyen las fuerzas en el tablero político español.

Todo ello apuntillado con la dramática crisis sanitaria, mortandad vírica inusual y aislamiento social así como la pérdida del más elemental sentido de la justicia y la cordura. Un indecente gobierno que no solo alienta si no permite la más deleznable violencia terrorista callejera, la humillación de los cuerpos y fuerzas de seguridad, la elevación a mártires políticos de vulgares delincuentes golpistas, la exaltación de la guerrilla, el fuego y la destrucción de aquello que es de todos y, finalmente la santificación de simples peleles convictos por insultos, amenazas y agresiones, inútiles hijos de papá elevados a las alturas por el manipulado concepto de la libertad de expresión.

Ante todo ello la pacífica ciudadanía, que no debemos olvidar se aproxima a los cincuenta millones de españoles asiste sorprendida e impávida al proceso destructivo y antidemocrático que está deliberadamente conduciendo al país a la ruina económica y social con la consiguiente pérdida de prestigio ante los estamentos internacionales que, no olvidemos, tantos años y esfuerzo nos costó obtener en el proceso de transición de la dictadura a la Democracia con la Monarquía Parlamentaria.

Pero ante este dramático escenario actual, empieza a ser evidente que existe un movimiento de despertar de la sociedad que está ya muy harta de mentiras y manipulación y no está dispuesta a seguir soportando a tanto sinvergüenza ni alimentando a tanto indocumentado aprovechado.

Empezamos por Cataluña en donde está urdiéndose la formación de un gobierno que solo promete más de lo mismo, manipulación mental, destrucción de la economía, ruina social y familiar, violencia callejera y desafío constante a las leyes y al Estado de Derecho como garantes de una pacífica convivencia. El desastre electoral, que lo ha sido para todos, hará saltar por los aires a partidos constitucionalistas que han cosechado sus errores y desgracias, han reducido a la irrelevancia a la facción catalana del partido socialista con su ministro y todo al frente, han insuflado notable energía a la extrema derecha aún habiendo sido insultada y violentada en sus actos de campaña, para finalmente dar la llave de la legislatura a los acólitos de golpistas encarcelados o fugados de la justicia. Total que será la CUP quien dirija la penosa orquesta avivando el fuego callejero y el enfrentamiento hasta quizás desde la presidencia del Parlamento.

Pero se intuye ya un clima de respuesta social al igual que el protagonizado por Societat Civil Catalana en octubre de 2017 y ahora esa entidad arropada por una treintena de asociaciones más, al igual que otro grupo alrededor de Cataluña Suma por España, y es que parece que el movimiento social se está preparando para el asalto de la opinión pública, y si no analicemos el ejemplo cuando por fin las entidades económicas y empresariales catalanas han escenificado sus protestas, aunque lleguen tarde por haber permitido el copo independentista de instituciones, colegios profesionales y organizaciones sensibles de todo tipo en Cataluña.

Pero ese movimiento general con insospechada intensidad se está manifestando también en toda España donde los estragos del tándem social-comunista de Iglesias el destructor y Sánchez el emperador indiferente, empiezan ya a crear un clima de catástrofe económica y disgusto social que entra cada día en mayor estado de ebullición. Baleares está a punto de saltar por los aires y lo veremos los próximos meses con el nacimiento de movimientos político sociales de gran envergadura, la Comunidad Valenciana solo se sostiene en pie apoyada en las habilidades de su Presidente al que se le empiezan ya a agrietar peligrosamente las bases. Canarias, hundida económicamente, invadida de migración incontrolada se halla además en el punto de mira de otros países por su estratégica situación abandonada por el gobierno español que solo se acerca por allí aprovechando el fin de semana familiar de lujo de algún ministro.

Pero es que se empiezan a remover las sensibilidades y sentimientos patrióticos de una sociedad española que sufre ya los efectos de todo lo que están destruyendo quienes ostentan el poder. Andaluces, Extremeños, Gallegos, Aragoneses, Castellanos, Navarros y Vascos están haciendo un masivo llamamiento a organizaciones sociales y movimientos ciudadanos para manifestar y comunicar su unidad en lo esencial, apoyando documentos y declaraciones concretas que ya circulan por el país para la salvaguarda de nuestros valores y principios básicos constitucionales de convivencia.

Y cuando estas convulsiones profundas y potentes se manifiestan con tan solo rumores de fondo ante las algarabías de los colorismos podemitas y raperos, empezándose a sentir en el ambiente ciudadano, es un indicador de la existencia de un grado de ebullición que en breve será imparable. España y sus dirigentes políticos como verdaderos responsables de esa dramática deriva social, económica y de pacífica convivencia en solidaridad y progreso, deberían tomar buena nota de las alertas que se están produciendo pues la explosión social se los llevará por delante sin piedad alguna con sus sillones, privilegios y efímero poder.

Galileo al parecer en voz baja y mientras era condenado mantuvo su convicción proclamando Y sin embargo se mueve. ¡Ojo pues al dato!

Mariano Gomá es presidente de Foro España de los Valores.

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