La necesidad de financiar el impulso final para erradicar la polio

La necesidad de financiar el impulso final para erradicar la polio
Mohammed Hamoud/Anadolu Agency via Getty Images

En la India, donde crecí, no tuve acceso a la vacuna contra la polio y la enfermedad acabó por paralizar mis piernas. Como resultado, he pasado por varias cirugías y no puedo caminar sin aparatos ortopédicos y muletas. Mi historia no es única. Cuando se lanzó la Iniciativa Mundial de Erradicación de la Poliomielitis (IMEP) en 1988 (yo tenía diez años en ese momento), se estima que esta enfermedad paralizaba unos 350.000 niños y niñas al año en todo el planeta.

Treinta y cuatro años más tarde, las campañas de inmunización casi la han eliminado. Pero, a menos que financiemos hoy un nuevo esfuerzo de vacunación, corremos el riesgo de que la enfermedad reaparezca.

La IMEP –que coordina los esfuerzos de los trabajadores de primera línea, las comunidades, los gobiernos nacionales y socios globales para ayudar a vacunar menores- ha desempeñado un papel de primera importancia en la reducción de los casos de polio, y hoy encabeza la ofensiva para eliminarla del todo. Desde 1988, la IMEP ha ayudado a inmunizar tres mil millones de niños y niñas, y más de 20 millones de personas que de otro modo habrían quedado paralizadas, hoy pueden caminar.

Sin embargo, la lucha no se ha acabado. Pakistán y Afganistán, los dos países donde la polio sigue siendo endémica, han informado apenas cinco casos de poliovirus “salvaje”, o sin control, en 2021 y tres casos hasta ahora en 2022. Puede sonar alentador, pero la presencia de polio en cualquier lugar es una amenaza para los niños y niñas de todo el mundo, y la pandemia de COVID-19 ha mostrado lo rápido que una enfermedad infecciosa puede propagarse.

El problema es grave, ya que los esfuerzos de erradicación de la poliomielitis financiados por la IMEP se detuvieron durante la pandemia para reasignar recursos en ayuda a la respuesta contra el COVID-19. La suspensión de las campañas de vacunación contra la polio y la interrupción de la inmunización de rutina hicieron que millones de niños y niñas no las recibieran. Como resultado, cerca de 2000 menores han quedado paralizados en los últimos dos años por el poliovirus circulante derivado de la vacuna (cVDPV2), variante que puede aparecer en comunidades subinmunizadas en partes de África, Asia y Europa.

Así, aunque estamos en cerca del 99% de erradicación de la polio, este trecho final para alcanzar los cero casos puede ser difícil. Es por eso que la IMEP lanzó un ambicioso plan de $4,8 mil millones durante la última Semana Mundial de la Inmunización para ayudar a acabar con la polio para 2026.

La estrategia consiste en vacunar 370 millones de niños y niñas anualmente contra la polio en los próximos cinco años, y apunta a elevar la integración de la inmunización con servicios de sanidad generales en las comunidades; colaborar con líderes comunitarios, clérigos y personas influyentes para ganarse la confianza de la gente, aumentar la aceptación de la vacuna y enfrentar la desinformación; y mejorar la vigilancia y respuesta ante la enfermedad.

Invertir en la erradicación de la polio también genera beneficios más amplios, no en menor medida mediante el fortalecimiento de la infraestructura de salud y la provisión de inmunizaciones de rutina y otros servicios sanitarios integrados a comunidades desatendidas. El programa contra la polio ha dado seguridad al mundo frente a muchas enfermedades emergentes, al detectar brotes de sarampión fiebre amarilla y ébola, y responder a ellos.

La IMEP y sus entidades asociadas ayudaron a desarrollar e implementar una vacuna oral antipolio de próxima generación –la nOPV2- para ayudar a detener brotes de la polio tipo 2 derivada de la vacuna. Lo más notable es que la sólida red de vigilancia de la IMEP ayudó a coordinar una respuesta de salud pública al COVID-19 en 50 países en África, Oriente Medio y Asia. Eso incluyó la entrega de vacunas, la detección y monitorización de casos, el rastreo de contactos y la concienciación acerca del virus.

Esta ofensiva quinquenal final para erradicar la polio –con un coste estimado de menos de $1 mil millones al año- se debe financiar y ejecutar plenamente. Los Centros estadounidenses para el Control y Prevención de Enfermedades advierten que retroceder en los esfuerzos de erradicación podrían ocasionar una reaparición global de la polio que en diez años podría paralizar hasta 200.000 niños y niñas al año, aumentando de manera alarmante el coste de controlar la enfermedad y tratar a los supervivientes. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, observa que la erradicación de la polio es altamente rentable en función de los costes y podría generar más de $33 mil millones en ahorros económicos.

El mundo no se puede permitir renunciar a la lucha por eliminar la polio y despilfarrar más de tres décadas de avances. “Resulta altamente crucial que todos los actores involucrados se comprometan ahora a asegurar que la nueva estrategia de erradicación se pueda implementar por completo”, declaró Niels Annen, secretario de estado parlamentario de Svenja Schulze, la ministra alemana de cooperación y desarrollo económicos. “Solo podremos lograrlo si hacemos de la erradicación de la polio una prioridad conjunta”.

El mundo tiene una oportunidad de acabar con la polio en los próximos cinco años, de manera que ningún niño o niña tenga que sufrir como yo a causa de una enfermedad que es totalmente prevenible. Pero eso no ocurrirá sin una estrategia final plenamente financiada.

Minda Dentler, a 2017 Aspen Institute New Voices Fellow, is a polio survivor, a global health advocate, and the first female wheelchair athlete to complete the Ironman World Championship in Kona, Hawaii. Traducido del inglés por David Meléndez Tormen.

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