Hacia un acuerdo entre palestinos e israelíes

Una de las proyecciones más notables de esta última guerra en el Líbano fue la abolición del programa de concentración del primer ministro Ehud Olmert, cuyo plan principal es la significativa retirada de la ribera occidental de manera unilateral.

Debido a esta última guerra se enraizó en el seno de la población israelí la sensación de que las retiradas unilaterales cobran un precio demasiado alto y por eso deben evitarse. Junto con ello, la retirada de la ribera occidental fue y aún continúa siendo un interés a largo plazo de Israel y la pregunta que se le formula a Olmert es cómo convertir su plan unilateral en un programa aceptado por los palestinos. La aceptación por parte de los palestinos a cualquier plan exige de éste respuestas a sus necesidades básicas, principalmente la promesa de un acercamiento de las partes a la culminación del conflicto, y que no cree nuevos acondicionamientos en beneficio de Israel que propiciaría un estancamiento político.

El programa que se presenta a continuación tiende a mediar entre la predisposición de Ehud Olmert a una retirada fundamental de la ribera occidental y la necesidad de Abu Mazen de un horizonte político confiable en pro de un acuerdo permanente. El plan pone de manifiesto un amplio apoyo público de ambas partes a partir de los principios señalados, entre otros, en el plan Clinton, en la iniciativa de Paz Árabe, en la visión de Bush y en la iniciativa de Ginebra. Se supone que cuando las negociaciones sobre el acuerdo permanente culminen, contarán con el apoyo y autorización de ambas partes en todos los sistemas políticos o judiciales que sean necesarios.

PRIMERA FASE: cese del fuego. Ambas partes acordarán un cese del fuego. En el marco del mismo, Israel se retirará de la franja de Gaza, interrumpirá toda acción militar dentro de la franja, liberará a los dirigentes de Hamas detenidos el 29 de junio y otros prisioneros adicionales. Los palestinos, por su parte, cesarán el tiroteo de proyectiles contra Israel y toda

SEGUNDA FASE: retirada. Ambas partes actuarán a fin de lograr mantener la calma, comprometiéndose a evitar cualquier manifestación de violencia, provocación y odio.

Los palestinos aceptarán la determinación estratégica de Israel con respecto a la retirada significativa de la ribera occidental hasta el 2008. La retirada se llevará a cabo en consenso entre Israel, la OLP y la Autoridad Nacional Palestina. El acuerdo contemplará, entre otros, los aspectos de seguridad, civiles, económicos y de entorno de la retirada y pretenderá llegar a acuerdos que tengan vigencia en el marco del acuerdo permanente.

Las partes considerarán la retirada como el cumplimiento del compromiso de Israel ante los palestinos en el marco de la tercera fase de la retirada - adicional en el acuerdo temporáneo de 1995 y/ o en el marco de la segunda fase de la hoja de ruta-.

En cuanto a los asentamientos israelíes, la estimación de los patrimonios públicos y privados que permanecerán en la ribera occidental a raíz de la retirada se tomará en cuenta a posteriori, en el contexto de concretar soluciones a los problemas de los refugiados como parte de las negociaciones sobre el acuerdo permanente.

Israel liberará una cantidad considerable de presos palestinos que tiene en su poder.

TERCERA FASE: aumento del control palestino. Al término de la retirada israelí, los palestinos extenderán su dominio en los territorios desocupados en una de las siguientes posibilidades:

Opción A. Israel reconocerá al Estado palestino y su soberanía sobre los territorios que no se encuentran bajo soberanía de Israel. También reconocerá que las fronteras entre ella y el Estado palestino están sujetas a cambios en el marco de los futuros acuerdos. El Estado palestino estará desmilitarizado Opción B. Si los palestinos decidieran intensificar el dominio de la Autoridad Palestina acorde a la definición en el acuerdo temporáneo de 1995, ambas partes estipularán que todos los territorios que fueron definidos anteriormente como zona Bse determinarán como zona A (de forma tal que el área total de la zona A representará un 42% de la ribera occidental -18% de la zona A actual + 24% zona B actual). Además, Israel determinará cuál de los territorios desocupados en el marco de la retirada se definirá como zona B; el resto de las áreas serán determinadas como zona A.

CUARTA FASE: negociaciones sobre el acuerdo permanente. Las negociaciones entre las partes sobre el acuerdo permanente comenzarán paralelamente a la retirada de Israel y no se demorarán por la misma. Las negociaciones conllevarán la creación del Estado palestino aledaño a Israel. La frontera final se basará en la línea de 1967; todo cambio en la misma, frente a una realidad demográfica y de seguridad, será acordada por ambas partes. Las áreas judías en Jerusalén estarán bajo soberanía israelí; las zonas árabes bajo soberanía palestina. En la Ciudad Vieja y en la Laguna Sagrada (Lugares Santos) se fijarán acuerdos especiales que aseguren el libre acceso y libertad de cultos de todas las religiones. Se encontrará una solución justa y estable al problema de los refugiados palestinos, y todo refugiado tendrá la posibilidad de regresar al Estado palestino. Ambas partes considerarán la solución acordada como cumplimiento de las resoluciones internacionales. Los arreglos de seguridad mutuos acordados representan un elemento indispensable a fin de asegurar a Israel y a los palestinos una existencia vecinal pacífica. El Estado palestino estará desmilitarizado. De acuerdo con la declaración histórica del programa de paz, que fue adoptado por la Liga Árabe en Beirut en marzo del 2002, con la firma del acuerdo permanente entre Israel y los palestinos, los estados árabes "reconocerán la culminación del conflicto árabeisraelí, se incorporarán al acuerdo de paz entre ellos e Israel y se comprometerán a la seguridad para todos los países de la zona", los países árabes "establecerán relaciones normales con Israel en consecuencia con el acuerdo de paz sustentado". En cuanto al calendario, las partes llegarán a un acuerdo permanente en el término de dos años desde la finalización de la retirada de Israel de la ribera occidental. La comunidad internacional hará todo lo necesario a fin de asegurar que las partes cumplan con los tiempos estipulados.

VARIOS.

Paralelamente a la retirada de Israel y a las negociaciones sobre el acuerdo permanente, ambas partes cumplirán sus compromisos en el marco de la primera fase de la hoja de ruta. La comunidad internacional representada por el Cuarteto liderado por EE. UU. controlará la puesta en práctica de los compromisos de la primera fase y asegurará su cumplimiento. En cuanto a la comunidad internacional verá en la retirada israelí un paso fundamental en el proceso que conlleva a la paz y la estabilidad en la región. En un plazo inmediato la comunidad internacional, liderada por el Cuarteto, financiará recursos significativos para el éxito de la retirada, y se centrará, entre otras cosas, en asegurar la movilidad de los palestinos dentro de la ribera occidental, entre la ribera occidental hacia Gaza y entre la ribera occidental hacia Jordania.

Yossi Beilin, presidente de Israel Democrático y Social y uno de los impulsores del acuerdo de Ginebra.