Compromiso con la seguridad de los Balcanes

Hace ahora cerca de un siglo, se inició en Sarajevo una guerra que cambió el curso de la historia europea. Hace ahora veinte años, esa ciudad fue el centro de otro conflicto violento que sólo acabó con los acuerdos de Dayton de 1995. Hace ahora diez años, con la memoria de las guerras yugoslavas todavía fresca, la Unión Europea (UE) afirmó el papel crucial de las instituciones multilaterales euroatlánticas para la seguridad y la estabilidad futuras de los Balcanes. Hoy, Sarajevo está en paz, como símbolo de renacimiento y reconciliación, representado todas las oportunidades y desafíos de la integración europea y euroatlántica.

El 2 de junio, la presidencia española de la UE celebrará en Sarajevo una reunión ministerial con asistencia de altos representantes de los estados miembros de la UE, los Balcanes occidentales, Estados Unidos, Rusia y Turquía, para reafirmar nuestro compromiso compartido con la seguridad y la estabilidad de los Balcanes, a través de la integración en las instituciones europeas y euroatlánticas. Integrar a los Balcanes occidentales en la comunidad euroatlántica constituye uno de los últimos desafíos pendientes para construir una Europa democrática y unificada. En Sarajevo, los ministros de la UE ratificarán su compromiso con el lugar de los Balcanes en Europa y con la perspectiva europea para la región. Los ministros de la región ratificarán su compromiso con la realización de las reformas necesarias para satisfacer las aspiraciones de sus ciudadanos y hacer avanzar a sus países en el camino de la comunidad euroatlántica.

Como hemos visto en las dos últimas décadas, la perspectiva de la integración en la UE y en la OTAN constituye un poderoso motor para la reforma, la prosperidad económica y el Estado de derecho. La integración tiene un valor intrínseco bien conocido por los europeos. Significa un sitio en la mesa de las decisiones europeas, el libre movimiento de bienes y personas y una garantía de seguridad. Las reformas que se requieren para integrarse en estas instituciones son también transformadoras. La gente de la región quiere y se merece transparencia y responsabilidad en sus gobiernos, un marco de igualdad para los negocios y la oportunidad de educar a sus hijos en paz y seguridad. Es lo que nosotros también queremos para ellos. Esperamos que los líderes de la región cumplan con su responsabilidad acometiendo las reformas que sus países necesitan. El ritmo del cambio global es tal que ninguno de nosotros puede permitirse quedarse estancado o seguir como siempre. Los compromisos por ambos lados tienen que ser reales y no retóricos.

La lógica de este nuevo camino para la región es clara: sustituir las viejas dinámicas de desintegración por la nueva dinámica de la integración europea. Con la entrada en vigor del tratado de Lisboa, ha llegado la hora de que la UE y los Balcanes se reencuentren con los socios internacionales de la región en un propósito común. Lisboa encarna la ambición de que la UE se convierta en actor global más eficaz, y los Balcanes representan un test importante para el éxito de esta ambición.

Los líderes de los Balcanes tendrán todo nuestro apoyo para hacer frente a los desafíos de la reforma. Más allá de cumplir los criterios políticos y económicos de Copenhague, los países balcánicos deben comprometerse con la reconciliación entre comunidades étnicas y religiosas y entre grupos políticos para construir un nuevo consenso nacional. Deben reemplazar las rivalidades locales y regionales por partenariados dirigidos a construir intereses compartidos y a obtener beneficios comunes.

La UE, bajo la presidencia rotatoria española, y Estados Unidos no han ahorrado esfuerzos durante estos meses para gestionar los múltiples frentes en el proceso de estabilización y europeización de los Balcanes, consolidando el Estado de derecho y la buena gobernanza. La Administración Obama se ha fijado como alta prioridad trabajar con sus socios de la UE para conseguir estos objetivos, y seguirá comprometida con la región hasta que se complete nuestra visión compartida.

Hace poco más de un año, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el alto representante de la Unión Europea, Javier Solana, visitaron Sarajevo con un mensaje de esperanza para toda la región: las puertas de las instituciones euroatlánticas siguen abiertas para todos los países de los Balcanes, esperando darles la bienvenida a cada uno de ellos una vez que cumplan los requisitos para la adhesión. El pacto con la región, que la UE y Estados Unidos renovaremos en Sarajevo el 2 de junio, se mantiene firme: estamos listos para ayudar a los ciudadanos y los líderes de la región a construir juntos un futuro mejor.

Hillary Clinton, secretaria de Estado de EE.UU, Catherine Ashton, jefe de la diplomacia de la UE,  y Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores.