
El Art Institute of Chicago presenta Manet y el mar, una muestra organizada a partir de las marinas de Édouard Manet, estableciendo uniones con otros artistas contemporáneos y predecesores, que también reflejaron en sus lienzos escenas del mar. Manet comenzó a interesarse por este género hacia 1864, cuando viajó a la ciudad de Boulougne y lo mantuvo ya durante toda su producción. En realidad, desde los años 60 del siglo XIX el mar se convirtió en un campo de experimentación y numerosos pintores dedicaron escenas a los puertos y a las playas francesas de la costa de Normandía. Si bien no era un género nuevo, en este momento los artistas comenzaban a interesarse por los efectos provocados por la luz, el agua y por las posibilidades de pintar al aire libre.