Neolítico

Localización: Stonehenge (Inglaterra) - Fecha: 6/9/2008 - Cámara: Nikon D80 - Distancia focal (DX): 18 mm - Diafragma: f/9 - Velocidad de obturación: 1/160s - Sensibilidad ISO: 200.
Localización: Stonehenge (Inglaterra) - Fecha: 6/9/2008 - Cámara: Nikon D80 - Distancia focal (DX): 18 mm - Diafragma: f/9 - Velocidad de obturación: 1/160s - Sensibilidad ISO: 200.

Miles de personas visitan cada año uno de los monumentos megalíticos más famosos del mundo: Stonehenge. Inteligencia, ingenio, trabajo en equipo, espiritualidad,... un compendio de rasgos que han definido a la humanidad desde tiempo inmemoriales.

Aunque surgió a finales del Neolítico, hacia el año 3100 a.C, no es el único monumento ni tampoco el primero que supuestamente se creó para celebraciones de carácter ritual. Desde Las Piedras de Stenness hasta el Círculo de Brodgar, pasando por la Tumba de las Águilas nuestros antepasados intentaron transferir su espiritualidad a lo terrenal: antes de Stonehenge.

En cualquier caso, aún hoy se sabe muy poco sobre quiénes lo levantaron y la función que cumplió: Stonehenge, los enigmas del círculo de piedra.

La sentencia ya es firme: Victorino Alonso, el polémico empresario minero, tendrá que pagar la multa de 25,5 millones de euros que un juzgado de Huesca le impuso en noviembre de 2016. La Audiencia de Huesca acaba de confirmar que Alonso cometió un delito contra el patrimonio histórico cuando dio la orden de destruir la Cueva de Chaves, un yacimiento neolítico situado en un paraje de Casbas (Huesca) para instalar comederos y abrevaderos de cabras en su finca de caza.


Situada en plena Sierra de Guara, orientada al sureste, clima benigno, agua a un paso, caza abundante... ¿Qué antepasado nuestro no hubiera querido vivir en la cueva de Chaves? Sus excavaciones arqueológicas habían revelado información decisiva sobre la prehistoria de la Península Ibérica y ya eran un referente a nivel europeo. En 1974 la cueva y todo el término municipal de Bastaras son comprados por FIMBAS S.A., que lo adquiere con fines cinegéticos. Desde entonces se suceden actuaciones con serios daños medioambientales, paisajísticos y sociales. La gota que colma el vaso de la indignación general es la noticia, en marzo de 2009, de la destrucción del yacimiento neolítico. ¿Quién lo hizo? ¿Por qué? ¿Quiénes son los responsables? Este documental intenta responder estas preguntas y busca alternativas para la gestión de este espacio.

Premio al Mejor Documental en el Festival de Cine de Zaragoza 2009, finalista Festival Internacional de Cine Arqueológico del Bidasoa 2010, sección Oficial SCIFE 2010

Discovered little more than a decade ago, this mysterious temple complex is now believed to be the epicenter of what was once a vast ritualistic landscape. The site’s extraordinary planning, craftsmanship, and thousand-year history are helping rewrite our entire understanding of Neolithic Britain.
Discovered little more than a decade ago, this mysterious temple complex is now believed to be the epicenter of what was once a vast ritualistic landscape. The site’s extraordinary planning, craftsmanship, and thousand-year history are helping rewrite our entire understanding of Neolithic Britain.

Un día perdido en las brumas del tiempo, en torno  al año 3200 a.C., los pastores y agricultores de las remotas islas Orcadas decidieron construir algo grande...

Tenían una tecnología de la Edad de Piedra, pero su visión iba milenios por delante. Hace 5.000 años los antiguos habitantes de las Orcadas –un verde y fértil archipiélago situado al norte de la actual Escocia– erigieron un complejo de edificios monumentales muy diferente de lo que habían construido hasta entonces.

Extrajeron miles de toneladas de arenisca fina, la tallaron y la transportaron varios kilómetros hasta un área pantanosa, en un puente de tierra situado entre dos lagos. Su trabajo de cantería fue impecable. Los impresionantes muros que levantaron no tienen nada que envidiar al que unos 3.000 años después construirían los centuriones romanos en otra parte de Gran Bretaña, el Muro de Adriano.

[Seguir leyendo el artículo de Roff Smith, traducido a nuestro idioma, en la versión española de National Geographic. El reportaje completo que incluye fotos, vídeos y otro material en la versión inglesa]