Sierra Bermeja
Sierra Bermeja era el nombre de mi instituto. Cuando atravesé por primera vez sus puertas, estrenando mi adolescencia, no pasaba por mi cabeza que a pocos kilómetros había un paraje natural al que debía su nombre. En esa época, no ya mi ciudad, sino mi barrio, Ciudad Jardín, era un mundo, mi calle era el mundo. Así se explicaba la incredulidad de compañeros y compañeras a los que les contaba la decisión firme de que me iría a Madrid a estudiar periodismo cuando se acabase el instituto. Sierra Bermeja era un puente capaz de conectar la infancia en un barrio obrero con la posibilidad de una vida adulta plena de pasión y reconocimiento.… Seguir leyendo »