La posibilidad de amordazar a la prensa
El presidente del Gobierno puso en marcha el pasado miércoles 24 de abril un estado de excepción comunicativo y paró el tiempo político haciéndolo girar en torno a su figura. El asunto de Begoña Gómez puede tener mayor o menor importancia pública, pero a estas horas parece una coartada para dar al sistema constitucional un giro plebiscitario e introducir junto al principio de legitimidad democrática un principio de legitimidad carismática. No hay nada en esta grotesca operación que no fuera atisbado y explicado hace un siglo por Max Weber. Conviene, en todo caso, dejarse de literaturas e ir al grano: Pedro Sánchez quiere regenerar la democracia española y ha puesto el foco en el fango periodístico y en la conspiración político-judicial que quiere derrocarle.… Seguir leyendo »