Un paraíso a más de media hora del mundo
Desde la azotea del edificio en el que trabajo veo la torre de la iglesia, el barrio Alto, el de La Lobera y los primeros pinos de repoblación que se expanden buscando la carretera de Despiernacaballos, La Toba, Huelga Utrera, Venta Rampias, Garrote Gordo, Segura, Orcera, el mundo. Me pregunto si existirá en la península otro municipio tan alejado de su capital de provincia. En los coches antiguos reinan las matrículas de Murcia; las mujeres suelen parir en Baza o en Úbeda —a poco menos de dos horas o a dos horas y pico, respectivamente— y el crematorio más cercano queda como a una hora y diez minutos de viaje por una carretera que, por necesidad orográfica, está hasta las trancas de curvas.… Seguir leyendo »