Otegi y la serenidad debida
La escritora y cineasta francesa Marceline Loridan-Ivens se describía a menudo como una «chica de Birkenau». Su lugar de referencia podría haber sido su barrio de Épinal o el pueblo de sus padres, judíos polacos que habían emigrado a Francia. Sin embargo, el sitio que había determinado su vida era el campo de concentración al que la llevaron cuando tenía 15 años y al que sobrevivió. Admitía que ella y otros supervivientes no eran «solo lo que nos pasó», pero, al mismo tiempo, reconocía que una parte de sí mismos se estancaba para siempre en el momento del trauma. Y que, como la habían detenido en plena rebeldía adolescente, su cómputo de años, su lugar de referencia vital, su propia definición perentoria había sido la de una chica rebelde de Birkenau.… Seguir leyendo »