La revolución de las buenas personas
Hace cuatro años tuve que hacerle a Oriol Junqueras una entrevista simpática, género veraniego que no domino porque no soy simpático. Aproveché el viaje a Barcelona y cerré otra cita para una serie que salía en agosto con la directora de cine para adultos Erika Lust. Este tipo de entrevistas exige preguntas no especialmente ligadas a las profesiones del entrevistado o con la profesión en una especie de segundo plano. Preparé preguntas para los dos, todas lamentables, y de camino a la sede de Esquerra me comunicaron que el tiempo con Junqueras se reducía a quince minutos. Así que llegué tan nervioso que saqué los papeles y empecé a hacer las preguntas que eran para la directora de cine porno, del tipo “¿Para dirigir, tres mejor que dos?”.… Seguir leyendo »