Las consecuencias de la votación de Arenys de Munt
Post festum, pestum.
Después de fiesta, peste. Lo decían los romanos y mi profesor de latín los lunes. La consulta de Arenys de Munt fue una fiesta, pero no un éxito y menos aún un acierto. Catalunya tiene derecho a un referendo convocado por el Rey para saber si quiere o no la independencia. Aquel día, como buen federalista, votaré no. Lo que Catalunya no se merece es la serie de fiestas populares que nos esperan. Todas legítimas, pero jurídicamente irrelevantes y políticamente inconvenientes. El independentismo y los partidos que hacen de él bandera saldrán perjudicados; y, de rebote, el Govern, demasiado cómodo haciendo la estatua.… Seguir leyendo »