'Estatut', legalidad y legitimidad
En un estado de Derecho, todo lo que es legal -sea bueno o malo desde una perspectiva política, filosófica o moral- es legítimo. La legitimidad política en democracia se define, precisamente, por referencia a la legalidad; es decir, deriva de la adecuación de principios y conductas a la ley positiva vigente aprobada por un Parlamento democrático como expresión de la voluntad general. Establecer una separación entre legalidad y legitimidad -es decir, sostener que hay principios y conductas legítimos aunque sean ilegales- es un camino seguro para subvertir el orden democrático de Derecho.
En una democracia constitucional, los conflictos políticos se resuelven aplicando la ley y, en su caso, apelando a las instancias jurisdiccionales a las que la ley apodera.… Seguir leyendo »