Monarquía (Continuación)

Por Juan Antonio Herrero Brasas, profesor de Etica en la Universidad del Estado de California (EL MUNDO, 24/11/03):

La institución monárquica carece de fundamento racional, al menos en lo que se refiere al tipo de racionalidad dominante en el mundo occidental a partir del siglo XVIII. No pretende ser esta afirmación, ni las que siguen, un ataque a la monarquía ni una defensa implícita del sistema republicano, sino la base descriptiva de una mera indagación sobre el auténtico sentido de esa institución en un país occidental del siglo XXI.

Que la monarquía carece de fundamento racional no es un juicio de valor, sino meramente la cándida constatación de una realidad, sólo susceptible de ser rebatida mediante los más tortuosos razonamientos.…  Seguir leyendo »

Por Pedro González-Trevijano, rector de la Universidad Juan Carlos I (ABC, 15/11/03):

El compromiso matrimonial de S.A.R. el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, y doña Letizia Ortiz Rocasolano, confirma la continuidad y vitalidad de la forma de gobierno monárquica, su inigualable capacidad de adaptación y el respaldo mayoritario de la ciudadanía a la Corona. No es una casualidad su recurrente valoración como institución mejor enjuiciada -un respaldo de alrededor del noventa por ciento en las encuestas realizadas por el Centro de Investigaciones Sociológicas- por los ciudadanos en los últimos años. Ello se debe, de una parte, a la habilidosa acomodación de las Monarquías parlamentarias a los contextos políticos del presente.…  Seguir leyendo »

Por Henry Kamen, historiador (EL MUNDO, 13/11/03):

Es notorio el sentimiento de sorpresa, e incluso de conmoción, con que el público español recibió la noticia de que el Príncipe de Asturias había elegido como futura esposa a una ciudadana corriente. Hacía ya mucho tiempo que las revistas del corazón examinaban con sumo cuidado a todas las hijas solteras disponibles de la realeza europea con el propósito de ayudar al Príncipe en lo que ellos consideraban un problema. En realidad el problema era sólo suyo. Hubo un período de la Historia cuando las familias reales europeas intentaban casarse entre ellas, ya que solamente el principio dinástico mantenía unidos los territorios.…  Seguir leyendo »

Por Luis Antonio de Villena, escritor (EL PERIODICO, 10/11/03):

Desde el punto de vista de una monarquía (como la española) que se ha pretendido, desde 1975, populista y ´democrática´, el hecho de que el Príncipe de Asturias se case con una chica guapa, periodista, plebeya y divorciada, es aparentemente un gesto de modernidad absoluta. El Príncipe se casa --entiéndase en el mejor sentido-- con una cualquiera, con una joven de buen ver, como hay tantas.

Pero es que la monarquía (con la que uno puede muy lícitamente estar en desacuerdo) se fundamenta, en lo profundo, en que el rey, por muy constitucional que sea, ni es democrático ni es uno cualquiera.…  Seguir leyendo »

Por Pedro J. Ramírez (EL MUNDO, 09/11/03):

En los primeros días de septiembre de 2001, poco después del malísimo efecto que su comparecencia con Eva Sannum en la boda del heredero de Noruega había causado en parte de la opinión pública española, un alto representante institucional se sintió obligado a hablar con el Príncipe Felipe en unos términos que probablemente nadie había utilizado jamás en su presencia.

El Príncipe de Asturias tuvo que escuchar reflexiones del tenor de que en España la Monarquía había funcionado razonablemente bien en el último cuarto de siglo, de que cuando algo funciona más vale no tocarlo, de que en un país en el que la mayoría de los ciudadanos -y su interlocutor se puso como ejemplo- no son monárquicos en el sentido tradicional del término, es muy peligroso «cambiar las reglas» y de que era cierto que él podía casarse con quien quisiera, pero eso suponía «cambiar las reglas».…  Seguir leyendo »

Por José María Marco, historiador (EL MUNDO, 07/11/03):

La monarquía en España ha tenido una función trascendental. Ha sido la institución que ha forjado la nación española. Hoy en día, la monarquía es el símbolo de su permanencia y la garantía de su unidad y de sus libertades. El Monarca es la representación -mejor sería decir la encarnación, el símbolo viviente- de lo que nos une a todos los españoles.

Esta función que ha tenido y tiene la monarquía explica la lealtad monárquica de los españoles. La monarquía es una dimensión esencial de su lealtad a la nación. Sólo mediante un esfuerzo de abstracción considerable es posible discernir la lealtad monárquica de la lealtad nacional.…  Seguir leyendo »

Por Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia (ABC, 07/11/03):

Las instituciones con tradición milenaria experimentaron, con el transcurso de los siglos, cambios exigidos en cada época. La institución monárquica también se modificó de acuerdo con las posibilidades y lo conveniente en los distintos espacios y tiempos. Los cambios fueron lentos, pues lenta fue también la evolución social y política.

Los matrimonios de reyes y de príncipes facilitaron, en el pasado de Europa, la unión de coronas. Fueron un factor de integración y se pensaron con sumo cuidado, al fomentar, por los lazos de la sangre, las posibilidades expansivas de reinos y principados.…  Seguir leyendo »

Por Javier Tímermans de Palma, abogado, especialista en derecho nobiliario y marqués de Villapuente (EL MUNDO, 06/11/03):

He de pronunciarme previamente, en el sentido de no ser la intención del presente artículo el suscitar polémicas, problemas, ni levantar fantasmas del pasado, sobre el feliz y esperado acontecimiento de las bodas principescas recientemente anunciadas. Muy al contrario se trata de prevenir e instar a subsanar posibles situaciones que por extemporáneas que puedan parecer a algunos pueden traer consecuencias no deseadas.

El hecho de que el Príncipe de Asturias haya elegido como futura esposa a la periodista Letizia Ortiz Rocasolano ha sido recibido con grandes muestras de satisfacción y alegría, siendo muy alabadas las cualidades de la aspirante a Princesa de Asturias y, en su día, si todo transcurre según ley natural, Reina de España, para desempeñar la alta función a la que estaría destinada.…  Seguir leyendo »

Por Rafael Navarro Valls es catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación (EL MUNDO, 05/11/03):

Un colega noruego, alta personalidad de la política y la vida cultural escandinava, me felicita por el compromiso nupcial del Príncipe Felipe y de Letizia Ortiz. Al tiempo, manifiesta cierta perplejidad por el hecho de que el futuro enlace sea por el rito católico, estando la próxima Reina divorciada de un previo matrimonio civil. Aprovecho la hospitalidad de EL MUNDO para intentar aclarar a sus lectores y a mi colega una cuestión jurídico-canónica de cierta entidad.…  Seguir leyendo »

Por Pilar Rahola, periodista (EL PERIODICO, 04/11/03).

Diría que no es una buena noticia para los republicanos. Esto de que la Monarquía haga bien las cosas siempre es incómodo para los que, como yo, estaríamos por la labor de superarla. Pero como resulta evidente que la Monarquía goza de un sólido presente --y de un futuro longevo-- tampoco se trata de aprovechar cada acontecimiento para abrir un debate republicano. En todo caso, cortesía obliga, éste sería el momento más inoportuno: las cuestiones del amor no merecen ruidos de pelea, sino palabras de felicitación. Al fin y al cabo --y con fausto grandilocuente incorporado-- una boda es una boda.…  Seguir leyendo »

Por Carlos Seco Serrano, de la Real Academia de la Historia (ABC, 30/04/03).

Un «amable» lector de ABC me increpa, a propósito de mi último artículo publicado en esta Tercera, porque, según él, llamo gamberros a los republicanos (los chavales que enarbolaban banderas republicanas en las masivas manifestaciones a favor de la paz). Creo que no me ha leído bien. Lejos de mí condenar -y mucho menos calificar de gamberros- a los republicanos: allá ellos; cada cual tiene derecho a definirse políticamente. Yo llamaba gamberros a los portadores de enseñas republicanas que agredían verbalmente, de manera incalificable, a nuestros Reyes -«¡Juan Carlos, Sofía, la guillotina está vacía!»-.…  Seguir leyendo »

Por Gregorio Peces-Baba Martínez, catedrático de Filosofía del Derecho y rector de la Universidad Carlos III (EL PAÍS, 09/04/03):

La Corona, personificada en don Juan Carlos I, es la institución que simboliza la unidad y permanencia del Estado y que arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, pero no es un poder del Estado. No es ni legislativo, ni ejecutivo ni judicial, de tal manera que las decisiones políticas no surgen nunca de su voluntad, ni resuelve las controversias, es decir, que en su función representativa se limita a asumir y expresar formalmente, refrendando la norma correspondiente, promulgándola y ordenando su publicación, esa voluntad política de los poderes.…  Seguir leyendo »

Santiago Carrillo, ex secretario general del PCE y comentarista político (EL PAIS, 05/04/03):

Ésta es la pregunta que se hacen no sé cuántas personas, pero posiblemente no pocas, en estos momentos, contemplando con indignación la política del Gobierno, al comprometer a España en la injusta invasión de Irak e intentar hacer ver a los ciudadanos que lo ha hecho para "defender la democracia y la paz"...

Sí, señores, la democracia y la paz, porque sucede que el señor Aznar, que a sus cincuenta años no ha encontrado todavía un minuto para condenar la sublevación y la dictadura franquistas, ya no podía vivir tres o cuatro meses más soportando la tiranía y la dictadura de Sadam Husein sobre el pueblo de Irak y ha sentido la urgentísima necesidad de correr en auxilio de éste con los barcos, aviones y soldados puestos por Bush y Blair.…  Seguir leyendo »

Por Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla (EL PAIS, 28/03/03):

En los años de la transición, y de manera muy especial en el proceso constituyente en sentido estricto, los ciudadanos tuvimos muy presente cuál había sido nuestra trayectoria político-constitucional de los dos últimos siglos e intentamos llegar a un acuerdo que nos permitiera no repetirla. La inmensa mayoría de los ciudadanos creo que convendrán conmigo en que el esfuerzo por llegar a dicho acuerdo valió la pena.

Uno de los elementos centrales de ese acuerdo fue el relativo a la posición constitucional de la Corona.…  Seguir leyendo »

Por Carlos Seco Serrano, de la Real Academia de la Historia (ABC, 22/03/03):

En 1981 Prensa Española (ABC) proclamó «hombre del año» al Conde de Barcelona, que acababa de cumplir la misión de devolver a España las cenizas de su padre Alfonso XIII. Con tal motivo, ABC, le ofreció una cena de gala -concurridísima-. A su final, el augusto homenajeado pronunció unas palabras -¡que gran comunicador fue Don Juan!-, mostrando su satisfacción por el hecho de que, ya definitivamente ultimado el proceso constituyente, quedase cumplida también la misión histórica de la Restauración (la «devolución de España» según la acertada expresión de Julián Marías).…  Seguir leyendo »

Por Jorge de Esteban, catedrático de Derecho Constitucional y miembro del Consejo Editorial de El Mundo (EL MUNDO, 18/03/03):

La manifestación del pasado sábado en Madrid se diferencia de la del 15 de febrero aparentemente por tres cosas: hubo men os gente; la crítica al Gobierno de Aznar, además de la protesta contra la guerra, fue mucho más dura; y la profusión de banderas republicanas fue también mayor. Centrándome en este último aspecto, creo que se pueden realizar algunas reflexiones de interés.

Esa proliferación de enseñas tricolor que aumenta últimamente en manifestaciones de este tipo podría significar que parte del electorado no acepta el silencio de la Corona, bien porque considera que el Rey está de acuerdo con la postura belicista del Gobierno de Aznar, bien porque imputa a la Corona una dejación de sus deberes constitucionales en un asunto tan importante como es la intervención de España en una guerra.…  Seguir leyendo »