Enrique Gil Calvo (Continuación)

El fracaso de Chávez en su plebiscito de investidura como presidente vitalicio brinda la ocasión de reflexionar sobre la naturaleza de un régimen clasificado bajo la etiqueta de populismo latinoamericano. Este concepto resulta difícil de definir, pues consiste en un heterogéneo cajón de sastre que encierra un poco de todo, desde el cesarismo de los dictadores militares y el socialismo de los líderes revolucionarios hasta el caudillismo de los demagogos electorales, por citar sus principales modos de acceder al poder. Así que el común denominador del populismo no se deduce del origen de su autoridad, sino de la naturaleza de su ejercicio: monopolizar todo el poder (sin control ni rendición de cuentas), designar un enemigo del pueblo (la oligarquía, el imperialismo, la corrupción), sobornar a la población con recompensas gratuitas (derechos sociales, obras públicas, espectáculos) y escenificar el culto a la personalidad del presidente (ritual, retórica, mitología).…  Seguir leyendo »

Para marcar la agenda política, el Gobierno ha tomado la iniciativa de ocupar el escenario con sus polémicas propuestas en materia de gasto social. Por descontado que en ello hay mucho de electoralismo, como no podía ser de otro modo en este final de legislatura. De ahí que la estrella de su oferta sea la vivienda juvenil para los menores de 30 años, pues el abstencionismo del que depende su reelección se concentra en esa franja de edades.

Pero bienvenido sea ese saldo electoral, si con ello se contribuye a paliar por fin el más grave problema social de nuestro país, que no es el terrorismo ni el secesionismo, sino la cuestión de la vivienda, cuya inaccesible carestía bloquea la emancipación de jóvenes y mujeres respecto de sus padres y parejas.…  Seguir leyendo »

Cuando sueña que es engullida por el irresistible ascenso de Internet, la Galaxia Gutenberg se echa a temblar. Y su pesadilla se parece al cuento de Caperucita, pues quienes están siendo devoradas no son las empresas editoriales, cuyas sucursales electrónicas hacen de cazadores mercenarios vendidos al lobo feroz, sino las criaturas juveniles, cuya cándida mente se deja seducir por los perversos peligros que les acechan en el bosque digital: pederastia, pornografía, manipulación, etcétera.

En efecto, la educación sentimental de los menores de la e-generación está guiada por el influjo de la lectura digital, y ya no por el espíritu de la lectura impresa como se cree que sucedía con las generaciones previas.…  Seguir leyendo »

La derrota socialista en las elecciones de Madrid y Valencia plantea dudas razonables sobre el futuro de ese partido en unos territorios que históricamente consideraba como propios, a juzgar tanto por el precedente de la Segunda República y la Guerra Civil como por la más cercana experiencia de los primeros ayuntamientos democráticos. ¿Qué ha pasado? En España tendemos a pensar que las elecciones no las gana el vencedor sino que las pierden los derrotados, y con ese hábito mental se están juzgando los recientes resultados. En el caso de Valencia y Murcia, la derrota del PSOE se debería a la cancelación del trasvase del Ebro: un agravio comparativo por la presunta expropiación de unos derechos tenidos por adquiridos que los ciudadanos de Levante tardarán en olvidar.…  Seguir leyendo »

Las elecciones presidenciales francesas están resultando muy estimulantes, a juzgar por la incertidumbre que hay ante el inminente resultado del ballottage de Sarkozy. Y de entre las diversas lecciones que se desprenden de su desarrollo, sólo destacaré dos: la capacidad de rectificación del electorado francés y su posible realineamiento político superando la vieja distinción izquierda-derecha. Por lo que respecta al primer punto, la ciudadanía francesa ha demostrado con su muy elevada participación electoral que es capaz de aprender de la experiencia previa, pues lejos de recaer en el trágico error cometido en 2002, cuando la imprudente irresponsabilidad de los electores arrojó un resultado en la primera vuelta (que defenestraba al aspirante socialista Lionel Jospin) imposible de digerir en la segunda (al quedar el corrupto Chirac como única opción para detener al fascista Le Pen), en esta ocasión la elección ha sido modélica.…  Seguir leyendo »

En contra de lo que era lógico esperar, la estrategia de oposición radical que ejerce el Partido Popular (PP) contra el Gobierno de Zapatero se está intensificando al acercarse el ciclo electoral que cerrará la legislatura. Esto es sorprendente, pues lo razonable hubiera sido una secuencia de dos fases equilibradas: una etapa sostenida de oposición frontal, destinada a cohesionar a sus bases sociales y afianzar su fidelidad; y un último tramo, al acercarse las elecciones, de retorno al centro, a fin de buscar el voto moderado de las clases medias que deciden el resultado electoral.

Pues bien, a tres meses de las próximas elecciones locales, el PP sigue sin retomar su olvidado viaje al centro; y en lugar de moderarse, por el contrario extrema su populista radicalismo antisistema.…  Seguir leyendo »

Lo que queda de legislatura se va a centrar en dos cuestiones cruciales, vinculadas entre sí por el protagonismo público de las víctimas. La más urgente y concreta es el hoy encallado proceso de finalización de la violencia, y la otra cuestión, más metafísica o abstracta, es el debate sobre la reconstrucción de nuestra memoria histórica, que por fin acaba de iniciar su tramitación parlamentaria tras muchas vacilaciones gubernamentales. Es en estos dos procesos donde el presidente Zapatero se juega su posible reelección. Pero como se trata de problemas de difícil solución, la derecha ha optado por hacerla imposible, a fin de explotar la debilidad del Gobierno.…  Seguir leyendo »

Si siguiéramos el precedente publicitario sentado por una famosa novela publicada hace ya algunos años, a la actual cohorte de jóvenes que se disponen a formar familia entrados en la treintena habría que llamarla generación H o generación hipotecada, como forma gráfica de identificar su programación vital. Y ello tanto en términos estrictos como metafóricos, pues se trata de una generación que no sólo ha contraído hipotecas inmobiliarias casi vitalicias, en la medida en que su plazo de cancelación alcanza ya los 50 años, sino que además ha hipotecado en sentido figurado toda su entera biografía.

En efecto, para esta generación, la hipoteca se ha convertido en el peaje a pagar como nuevo rito de paso hacia la integración adulta.…  Seguir leyendo »