El desafío de la competitividad geoeconómica para Europa
Los economistas no suelen preocuparse demasiado por la competitividad internacional de los países, el comercio y la inversión transfronterizos suelen beneficiar a ambas partes y si un país crece más rápidamente los demás se benefician, ya que pueden aprovechar ese mercado en expansión. Es la productividad interna, no la capacidad de ganarles a los demás, lo que determina la prosperidad nacional; por eso Paul Krugman afirmó hace 30 años que la competitividad es una «obsesión peligrosa».
Desde una perspectiva estrictamente económica tenía razón, pero con la encarnizada guerra que continúa en Ucrania y una China cada vez más asertiva y despótica, los líderes europeos ya no pueden mirar la competitividad solo a través de la lente económica, las cuestiones geopolíticas se están tornando tanto —o más— importantes; parafraseando al politólogo estadounidense Edward Luttwak, la «lógica del conflicto» ha superado a la «gramática del comercio».… Seguir leyendo »