José María Ridao (Continuación)

La conmemoración de la revuelta contra los franceses el 2 de mayo de 1808, última manifestación de una obsesión política que comenzó con el Quinto Centenario del Descubrimiento de América y que, aparte de otros episodios con menor repercusión, ha llegado hasta el Cuarto Centenario del Quijote (sin olvidar, por descontado, los fastos del 98 y los actos sobre el inicio de la Guerra Civil), obliga en verdad a preguntarse si alguien habrá tenido la gentileza, incluso la piedad, de prever alguna fecha, algún periodo sabático, para descansar de esta efeméride permanente.

Por el camino que van las cosas, la Acción Paralela para cantar las grandezas de Kakania, según la imaginó Robert Musil en una de las novelas más penetrantes del siglo XX, El hombre sin atributos, dejará de ser una parodia del fervor por la historia que precedió a la catástrofe de los años 30 para convertirse, en contra de la intención irónica de su autor, en un imprescindible manual de uso a disposición de administraciones y comisarios de grandes eventos.…  Seguir leyendo »

La última escalada de violencia en la franja de Gaza no ha dado lugar a reacciones políticas ni intelectuales a la altura de lo que está sucediendo. El centenar largo de víctimas mortales que han provocado las acciones de palestinos e israelíes, en una proporción de al menos 10 a una desfavorable a los primeros, se ha integrado sin dificultad en la macabra rutina de Oriente Próximo, una zona de la que ya nadie parece esperar otra cosa que una ración cotidiana de cadáveres y hogares destruidos. En esta ocasión, sin embargo, el balance fúnebre arroja cifras que deberían haber golpeado las conciencias: no sólo la práctica totalidad de las víctimas son civiles, sino que, además, un alto porcentaje de ellas eran niños de corta edad.…  Seguir leyendo »

Bien por su dedicación perseverante a la literatura, bien por su tardía consagración a la política, cierta crítica siempre ha encontrado algún flanco por el que minusvalorar, cuando no descalificar rotunda y sumariamente, una de las figuras más destacadas del siglo XX español, Manuel Azaña. A favor de esta crítica jugó, sin duda, la saña implacable con la que, tras la derrota de la República, fue borrado cualquier rastro de su último presidente, llegando al extremo de sustituir el nombre de un pueblo toledano, Azaña de la Sagra, por el simple motivo de que coincidía con el suyo. Confiscados por la Gestapo y entregados al régimen franquista buen número de sus escritos, destruido en los archivos el registro sonoro de sus innumerables discursos, la tarea pública de Manuel Azaña quedó durante décadas a merced del sambenito infamante de estar movida por no se sabe qué rencor ni qué resentimiento.…  Seguir leyendo »

La supuesta crisis de la izquierda democrática se ha convertido en una de las letanías más persistentes del discurso político actual. Como toda fórmula que pretende borrar la frontera entre el análisis y la consigna, la idea de que la izquierda democrática está en crisis se ha venido construyendo durante los últimos años a partir de datos heterogéneos a los que, no obstante, se les impone un sentido único, de manera que corroboren la conclusión de la que ya se dispone de antemano: si un partido conservador gana las elecciones en algún país europeo se confirma la crisis de la izquierda democrática, pero si las gana un partido socialdemócrata, esa victoria ni cuenta ni se procesa.…  Seguir leyendo »

"Nosotros, que hemos sobrevivido", escribió en 1945 Marek Edelman, el único de los cinco dirigentes del gueto de Varsovia que logró escapar a su destrucción, "nosotros os encomendamos la tarea de conservar siempre viva la memoria". La frase cierra el sobrio informe que, concluida la guerra, Edelman prepara para el Bund, el partido en el que había militado hasta la invasión alemana y cuyas ideas socialdemócratas, de nuevo proscritas, seguirá defendiendo en secreto a partir del momento en que Polonia quede bajo la órbita soviética, tras el reparto de las potencias vencedoras. Se trata, sin duda, de una frase apropiada para el lugar que ocupa en el texto, haciendo las veces de escueta y emotiva conclusión a una cincuentena de páginas sin pretensión literaria alguna, a una descripción fría y circunstanciada de los hechos.…  Seguir leyendo »

Los asesinos no se convierten en libertadores porque hablen de "suspender el alto el fuego indefinido" para referirse a la amenaza de seguir matando, ni porque digan "las 00.00 horas del día 6 de junio" en lugar de indicar que lo piensan hacer desde hoy mismo, ni porque la expresión "todos los frentes" designe otra cosa que la singularísima heroicidad de pegarle un tiro en la nuca a cualquiera que vaya a un taller o a una oficina, que despida a sus hijos a la hora del colegio o que salga a pasear con sus amigos. Aunque su ceguera criminal les lleve a creer que el simple hecho de imitar el lenguaje de las películas de guerra transforma la realidad en lo que pretende su fantasía, lo cierto es que ni el País Vasco ha vivido un alto el fuego hasta ayer mismo ni hoy ha recomenzado de pronto ningún combate.…  Seguir leyendo »

Antes de ser representada en el Teatro de La Huchette en París, La cantante calva, primera obra teatral del autor rumano Eugène Ionesco, había sido recibida con murmullos en la fecha de su presentación sobre el escenario del Teatro de los Noctámbulos, en 1950. La desaprobación inicial del público resultaba llamativa, puesto que, en una primera y rápida impresión, la obra de Ionesco no llevaba su desafío hasta los extremos pirotécnicos de las vanguardias, ya por entonces domesticadas y en gran parte incorporadas al canon artístico. En realidad, los espectadores de una gran capital europea, quizá la gran capital cultural del momento, tenían que estar avisados de que, en medio de una efervescencia artística e iconoclasta como la que se vivía entonces, era posible imaginar que tarde o temprano llegase a las tablas una obra cuyo título hiciese referencia a un personaje que no aparece en escena ni es relevante para su desarrollo, y en la que, además, los parlamentos se compusieran de frases intrascendentes aunque incontestables, como que la semana tiene siete días o que el suelo está abajo y el techo, arriba.…  Seguir leyendo »

Una de las inercias que más entorpece la comprensión de la historia intelectual y política del atormentado siglo XX español y, tal vez, de toda la historia intelectual y política de nuestro país, es la que ha llevado a identificar los dos bandos que se enfrentaron en la Guerra Civil con la eficaz pero inicua metáfora de las dos Españas. Las trincheras desde las que en 1936 unos españoles disparaban contra otros se han tenido durante mucho tiempo como la materialización de esa frontera ancestral entre las dos mitades del país, fijadas desde los tiempos más remotos y preparadas para reaparecer en cada ocasión propicia, como si fuese la naturaleza del escorpión.…  Seguir leyendo »

Grupos de hombres, mujeres y niños palestinos han conseguido detener la demolición de algunas viviendas por parte de las fuerzas israelíes, una práctica contra la que, hasta ahora, la comunidad internacional se había sentido impotente. Como tantos otros aspectos sombríos de la ocupación de Gaza y Cisjordania, las voces de alarma han procedido del propio Israel, además, por descontado, de los palestinos víctimas de este género de castigo. La organización del antropólogo Jeff Halper, el Comité contra la Demolición de Casas, del que es coordinador, viene desarrollando desde hace años un intenso activismo, intentando obstaculizar la labor de los bulldozers militares y ofreciendo datos sobre el número de construcciones y personas afectadas.…  Seguir leyendo »