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La historia en la enseñanza

He tenido la oportunidad de participar en unas jornadas organizadas por profesores de educación secundaria de Andalucía dedicadas a la enseñanza de los nacionalismos hispánicos en las aulas. Esta iniciativa es el fruto del interés de la activa asociación Hespérides, preocupada por la necesidad de saber plantear sin distorsiones los orígenes y la realidad de esta compleja cuestión y como reacción a las pretensiones “renacionalizadoras” de los planes de estudio del ministro Wert. Algunos de estos profesores señalaban que se estaba produciendo en las aulas un fenómeno nuevo: el incremento del interés de los alumnos por las cuestiones políticas –cosa impensable hace tan sólo unos pocos años–; pero este saludable deseo se veía afectado por la intoxicación política y las voluntades de adoctrinamiento que generaban no pocas tertulias y programas televisivos.…  Seguir leyendo »

La Historia contra la termodinámica

Entre artistas, o al menos entre algunos artistas, no es raro escuchar la boutade de que el presente determina el pasado. Algunos, campanudos, apelan, con descuido y apresuramiento, a extravagantes interpretaciones de ciertos resultados de la mecánica cuántica, aunque lo más común es referirse a una particular genealogía de genios, siempre estupenda, que inexorablemente conduce a ellos mismos. Su obra iluminaría a los clásicos que, en una suerte de principio antrópico-estético, habrían venido al mundo para que ellos pudieran llegar a cuajar. Una vanidad adolescente que, en todo caso, nada tiene que ver con el extravío según el cual el presente modifica el pasado.…  Seguir leyendo »

En mayo de 1945, justo cuando terminaba la II Guerra Mundial en Europa, George Orwell redactaba un ensayo con el título «Notes on Nationalism», que publicó en octubre de ese mismo año.

El autor de «1984» demuestra en ese interesantísimo ensayo su característico espíritu crítico, su inmensa capacidad para detectar cuáles son los enemigos de la libertad y su indiscutible valentía para denunciarlos.

Allí escribe: «Todo nacionalista vive obsesionado por la creencia de que el pasado puede ser alterado. Pasa parte de su tiempo en un mundo de fantasía en el que las cosas suceden como debían haber sucedido (…) y transfiere fragmentos de ese mundo de fantasía a los libros de historia cada vez que puede».…  Seguir leyendo »

Continúa la batalla por la historia. Y continuará, porque, como ha escrito Richard Rorty, la lucha por el relato del pasado es la lucha por el liderazgo político. Me atrevería a matizarlo: es la lucha por la legitimidad, tanto de líderes como de instituciones. Cuando la Biblia narra la creación del hombre en primer lugar y de la mujer a partir de la extracción de una costilla suya —porque “no es bueno que el hombre esté solo”—, está legitimando la postergación y sumisión del género femenino; como cuando relata el pecado original está justificando la obligación de trabajar.

Me objetarán: pero la Biblia no es un libro de historia; es una narración legendaria, es puro mito; son hechos que no están avalados por evidencia alguna; aceptarlos o no es un acto de fe.…  Seguir leyendo »

El año que viene, con enormes fastos, un sinfín de publicaciones, homenajes a caídos de todos los bandos y reflexiones por doquier, será celebrado el aniversario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, cuyo funesto espoletazo de salida tuvo lugar el 28 de julio de 1914, para finalizar el 11 de noviembre de 1918. Nada sería igual desde entonces. Nadie saldría indemne de la denominada en francés Grand Guerre: ni los millones de muertos muchas veces enterrados en tumbas anónimas, ni los atrozmente heridos y mutilados que pasearían por calles y plazas de un moribundo continente el recuerdo devastador, e inquietantemente vivo aún, de la tragedia, ni los miles de familiares y huérfanos entregados a la beneficencia.…  Seguir leyendo »

Si usted es socialista o nacionalista y no le gusta algún periodo o acontecimiento de la Historia de España no se preocupe. Probablemente aquello no existió, y si realmente existió hoy es fácil eliminarlo. Esta peculiar y muy subjetiva forma de abordar la Historia no es exclusiva de España. El historiador francés Jean Sévillia describe en su libro Históricamente incorrecto como en algunos manuales de secundaria del país vecino se salta del Renacimiento a la Revolución francesa, dedicando una página a los dos siglos del Antiguo Régimen y 18 páginas a los 18 meses que duró su agonía. Para el que se siente progre, toda la evolución del Mundo anterior a 1789 es una mera antesala de lo que realmente importa: las grandes transformaciones sociales, las revoluciones y los enfrentamientos ideológicos de los siglos XIX y XX.…  Seguir leyendo »