Orden Mundial (Continuación)

Por Charles Kupchan, catedrático de Política Internacional en la Universidad de Georgetown y miembro del Consejo de Relaciones Internacionales. Es autor del libro El final de la era americana. Este artículo, originalmente, fue publicado en Financial Times (EL PAÍS, 15/04/03):

Ahora que la guerra de Irak parece estar próxima a su fin, los americanos y los europeos empezarán inevitablemente a preguntarse cómo reparar el vínculo transatlántico. No tienen por qué tomarse la molestia. La sima diplomática abierta entre EE UU y la Europa continental está llevando a la alianza atlántica a un final definitivo. Incluso antes de que estallara la guerra, el angustioso punto muerto al que llegó el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hizo evidente que la seguridad norteamericana ya no es inseparable de la europea.…  Seguir leyendo »

Por Carlos Berzosa, catedrático de Economía Internacional de la Universidad Complutense de Madrid, y Koldo Unceta, profesor titular de Economía Internacional de la Universidad del País Vasco (EL PAIS, 15/04/03):

Corría el año 1971 cuando el presidente Nixon anunció al mundo el fin de la convertibilidad del dólar al oro. El sistema monetario internacional, acordado en la Conferencia de Bretton Woods y uno de los pilares del orden económico surgido de la Segunda Guerra Mundial, saltaba por los aires como consecuencia de una decisión unilateral del Gobierno de EE UU. Cuentan las crónicas de la época que el director del FMI -organismo encargado de regular dicho sistema monetario- se enteró de la noticia por televisión, lo que muestra hasta qué punto las llamadas organizaciones de Bretton Woods se forjaron a la medida de los intereses hegemónicos estadounidenses, pese a su puesta en escena como mecanismos de cooperación entre los gobiernos.…  Seguir leyendo »

Por Javier Solana, alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común. Este texto está basado en la conferencia Albert Gordon, pronunciada en la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard (EE UU) el 7 de abril de 2003 (EL PAIS, 14/04/03):

Vivimos tiempos difíciles. La guerra en Irak, con los sufrimientos y la pérdida de vidas humanas que implica, hace aflorar emociones y exacerba los sentimientos. Tiempos difíciles, pero también tiempos de reflexión honesta entre amigos. John Fitzgerald Kennedy dijo en una ocasión: "Nosotros [los estadounidenses] no consideramos una Europa unida y fuerte un rival, sino un socio".…  Seguir leyendo »

Por Ulrich Beck, profesor de Sociología de la Universidad de Múnich, autor, entre otros libros, de La sociedad del riesgo global (EL PAÍS, 12/04/03):

¿Alguien desea vivir en un mundo en el que el derecho internacional ha dejado de ser el marco fundamental para el empleo de la fuerza militar? ¿Hay quien desee vivir en un mundo en el que la única potencia mundial, EE UU, se considera legitimada para no respetar el sistema de reglas y organismos multilaterales y así poder actuar de acuerdo con su "responsabilidad mundial"? Desde luego que yo, no. Pero primero la guerra de Kosovo, y ahora la de Irak, nos obligan a establecer una diferencia que deja al tan deseado orden basado en el derecho internacional tambaleándose: es la diferencia entre legalidad y legitimidad.…  Seguir leyendo »

Por Edgar Morin, sociólogo francés (EL PAIS, 25/03/03):

La historia de la humanidad comenzó hace ocho milenios. Se puso en movimiento con el desarrollo de los Estados, impulsados por una megalomanía dominadora que determinaba la sed de gloria de sus soberanos y la sed de sangre de sus dioses. La historia nace de la guerra y da nacimiento a la guerra. Contempla el desarrollo de las civilizaciones; cada una aporta sus artes, sus técnicas, sus mitos y sus obras maestras. Pero también contempla el naufragio de estas civilizaciones, con la pérdida de bienes y personas en innumerables Titanic históricos. La historia ha actualizado el potencial racional, técnico, económico, imaginario, estético, creador, lúdico y poético, pero también la locura y la desmesura del Homo sapiens-demens.…  Seguir leyendo »

Por Norman Birnbaum, profesor emérito del Georgetown University Law Center (EL PAIS, 23/03/03):

La negativa estadounidense a participar en la Liga de Naciones fue uno de los principales factores de su sistemática ineficacia. Esa negativa estuvo motivada por un proyecto de política exterior estadounidense (en 1920) que es ahora totalmente contemporáneo: el ejercicio solitario e ilimitado del poder. El ataque contra Irak no es más que el último, si bien el más flagrante, episodio en la campaña del Gobierno de Bush para destruir el sistema de leyes y tratados internacionales que tanto ha costado construir y que ha dado a nuestro frágil y brutal orden internacional una mínima coherencia moral.…  Seguir leyendo »

By Gardner Botsford, the author of A Life of Privilege, Mostly (THE NEW YORK TIMES, 19/03/03):

Sixty years ago when I was drafted, howling all the way, into the infantry of the United States Army, the infantry was a dangerous place to be. I am knowledgeable on this point, because my presence in its ranks caused me to be landed, along with the rest of the First Infantry Division, on Omaha Beach on D-Day. Until I set foot on the Normandy sands, I was a chap of calm and sanguine disposition whose worst anxieties were on the order of seeing a traffic cop in the rearview mirror; now, in a single tick of a clock, I became a marionette on a string, ducking and weaving in an effort to get away from the invisible bits of metal I could hear buzzing like bees above my head and past my ears.…  Seguir leyendo »

Por José María Ridao, diplomático (EL PAÍS, 19/03/03):

La repentina conversión de la amenaza contra Sadam Husein en un ultimátum a Naciones Unidas, según ha sucedido tras la reunión de Bush, Aznar y Blair en las Azores, tiene la triste virtud de haber dejado al descubierto las verdaderas intenciones de estos tres promotores del nuevo orden, apenas disimuladas desde los inicios de la crisis: la guerra que se disponen a librar en los próximos días tendrá a Irak por teatro de operaciones, pero su objetivo último se cifra en la legalidad y las instituciones internacionales. Considerándolas un estorbo para un proyecto político que convierte una amenaza exterior en argumento para liquidar los derechos civiles en el interior, la actual Administración norteamericana está arrastrando al país más poderoso de la Tierra, y con él a un aliado tradicional y, además, a un espontáneo, a ese terreno sin retorno en el que la defensa de la democracia significa su destrucción, y las invocaciones a la libertad, la mejor manera de amordazar y sojuzgar a los ciudadanos.…  Seguir leyendo »

Por Manuel Escudero, profesor de Análisis Político Internacional en el Instituto de Empresa (EL PAÍS, 17/03/03):

Debería preocuparnos que la noción de nuevo imperio estadounidense, aunque sea como expresión vaga y referencial, esté tomando carta de naturaleza sin que se reflexione sobre su viabilidad.

Diré de partida que ese imperio se está, efectivamente, gestando, si bien de modo muy peculiar. Si preguntamos a cualquier persona representativa de la actual Administración estadounidense, negará de plano la voluntad de construcción de un imperio. Pero defenderá, a continuación, el "derecho soberano" de los EE UU a defenderse contra amenazas posibles... en cualquier rincón del mundo.…  Seguir leyendo »

Por Jacques Attali, escritor y ex asesor de François Mitterrand (EL PAÍS, 16/03/03):

Según la última tesis de moda en Washington, los europeos sólo son pacifistas porque no disponen de los medios militares para tener otra estrategia. Y los estadounidenses, cuyo presupuesto de Defensa es superior a la suma de los de los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad, tienen la carga de ser los policías del mundo y la responsabilidad de establecer en todas partes, únicamente por medio de sus armas, la democracia. Por lo que, al mismo tiempo, hacen el juego a sus rivales futuros, Europa y China, todavía más competitivos porque no tienen que financiar su propia seguridad.…  Seguir leyendo »

Por Jorge G. Castañeda, ex ministro de Relaciones Exteriores de México y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de ese país (EL PAÍS, 13/03/03):

Hoy en Chile y en México tiene lugar un debate que ilustra a la vez las grandes oportunidades abiertas para América Latina en el escenario mundial y las inmensas dificultades que la región enfrenta para aprovecharlas. En efecto, detrás de la discusión sobre si ambos países debieran haber ingresado al Consejo de Seguridad de la ONU se trasluce un dilema más amplio y complejo: si América Latina debe participar activamente en el diseño y construcción del nuevo orden mundial de la posguerra fría, caracterizado simultáneamente por la hegemonía de los EE UU y por el esfuerzo del resto del mundo por acotar y controlar esa hegemonía, a sabiendas de que dicha participación entraña la aceptación de responsabilidades nuevas, la modificación de principios básicos y la cesión de segmentos importantes de soberanía; o si el subcontinente debe mantenerse fiel a sus tradiciones y convicciones, a sabiendas de que ello implica su marginación del proceso de edificación de una estructura a la que de cualquier manera tendrá que someterse a la larga.…  Seguir leyendo »

Por Antonio Garrigues Walker, jurista (ABC, 12/03/12):

En el año 280 a.C., Pirro, Rey de una parte de Epiro en Grecia, acudió con su ejército a Tarento, una ciudad en el sur de Italia, para ayudar a los que allí se habían sublevado contra el dominio romano. Estaba en su ánimo ampliar el poder territorial y político en esa área y por ello organizó una poderosísima fuerza bélica de más de veinticinco mil hombres, a los que se añadieron veinte elefantes, un arma que sorprendió grandemente e infligió graves daños a los romanos. Pirro salió victorioso de la batalla pero al comprobar las cuantiosas bajas que sufrió su ejército ante un enemigo mucho menor en número y equipamiento, exclamó desolado: «otra victoria como ésta y estoy perdido».…  Seguir leyendo »

Por Rafael Bardají, subdirector del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos (ABC, 11/03/03):

La unipolaridad no es una opción, es una realidad. La desaparición de la Unión Soviética acabó con un orden bipolar, dejando en herencia un mundo con una única superpotencia. Estados Unidos era, a comienzos de los 90, el único país que disfrutaba de una economía dinámica, una base tecnológica innovadora, una fuerza militar muy superior a la de amigos y enemigos, y la posibilidad de poner todo eso al servicio de una actuación en pro de la estabilidad internacional. Los años de Clinton consolidaron la superioridad de Norteamérica en casi todo excepto en su voluntad de ser decisivos para el mundo.…  Seguir leyendo »

Por Joan Subirats, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente ocupa la Cátedra Príncipe de Asturias en Georgetown University, EE UU (EL PAÍS, 09/03/03):

Una de las (pocas) consecuencias positivas que puede acabar generando la crisis internacional relacionada con la más que probable intervención militar en Irak es el desarrollo de una esfera pública global sobre los asuntos de la gobernación mundial. Los sucesivos impactos del fin de la guerra fría en 1989 y de los atentados del 11 de septiembre de 2001, junto con las grandes facilidades de comunicación generadas en los últimos años, fueron poniendo las bases de un emergente espacio comunicativo compartido en todo el mundo.…  Seguir leyendo »

Por Jorge Edwards, escritor chileno (EL PAÍS, 08/03/03):

El leñador de la historia norteamericana es Abraham Lincoln. Pablo Neruda, en épocas de guerra fría, de militancia suya en el comunismo más ortodoxo, de antiyanquismo desatado, reconocía, sin embargo, en un poema muy conocido, que es necesario que el leñador de la política de los Estados Unidos despierte de cuando en cuando. Lincoln es el heredero político y moral de los llamados Padres Fundadores, los Washington, los Jefferson, los Benjamín Franklin, pero tuvo a la vez una sucesión clara y que se mantiene hasta hoy mismo. Jefes de Estado como Woodrow Wilson, Franklin D.…  Seguir leyendo »

Por Enrique Krauze, escritor mexicano, director de la revista Letras Libres (EL PAÍS, 05/03/03):

A nada temo más que a nuestro propio poder, nada temo más que ser demasiado temidos.

Edmund Burke

"El odio a los norteamericanos será la religión de los cubanos", escribió un periodista de la isla en 1922. Ahora, esa misma religión avanza por el planeta, la profesan en Seúl y Buenos Aires, en París y Karachi, en Berlín y la ciudad de México. Binaria como el maniqueísmo antiguo, fácil como el marxismo de manual, la nueva fe no tiene más que un dogma: todo lo malo del mundo proviene de los Estados Unidos.…  Seguir leyendo »

Por Florentino Portero, analista del Grupo de Estudios Estratégicos (ABC, 02/03/03):

Dice el saber popular que «el árbol no deja ver el bosque». La sentencia resulta oportuna para describir la situación en la que nos encontramos. La vida nacional está revuelta. Embebidos en una batalla electoral, la sociedad española pierde perspectiva sobre la situación que está viviendo. El problema no es Irak. Lo que está en juego no es Irak. Lo que debate el Consejo de Seguridad no es el futuro de Irak. Estamos definiendo un nuevo sistema internacional.

En septiembre Bush optó por la propuesta de Powell frente a Rumsfeld y Cheney.…  Seguir leyendo »

Por Carlos Rodríguez Braun, catedrático de la Universidad Complutense (ABC, 27/02/03):

Los enemigos de la libertad han conseguido usurpar y distorsionar banderas liberales. Pensemos en la igualdad, consigna liberal por excelencia que marca la frontera entre la sociedad cerrada y la abierta, caracterizada por la igualdad ante la ley. Pero cualquier persona interrogada hoy sobre quién defiende la igualdad responderá sin titubear: la izquierda. Y no es así, porque los socialistas de todos los partidos (que diría Hayek) propician otra igualdad, crucialmente distinta, que ya no es ante la ley sino mediante la ley, es decir, la igualdad forzada por la intervención pública que sacrifica la libertad.…  Seguir leyendo »

Por Enrique Gil Calvo, profesor titular de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (EL PAÍS, 26/02/03):

Como se sabe, el sistema moderno de Estados-nación nació en 1648 con la Paz de Westfalia, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años. Allí nació la modernidad occidental, inaugurando una era de multilateralismo sistémico que ha durado hasta ahora mismo. Tres son las características del espíritu de Westfalia que aquí interesa destacar. En primer lugar, el concepto de soberanía nacional que ejerce cada Estado sobre la población y el territorio bajo su jurisdicción, protegido por el derecho de no injerencia de los demás Estados en sus asuntos internos.…  Seguir leyendo »

Por Jorge Volpi, escritor y director del Instituto de México en París (EL PAÍS, 24/02/03):

A diferencia de la mayor parte de las manifestaciones que se llevaron a cabo el sábado 15 de febrero en decenas de ciudades para protestar contra la guerra en Irak, la celebrada en París, entre las plazas de Denfert-Rochereau y de la Bastilla, fue serena y comedida -sólo animada por los infaltables grupos de batucada que se cuelan en todas las marchas antiglobalización- y, comparada con las de Londres, Madrid o Barcelona, resultó incluso menos numerosa. Ello no obedece a una falta de compromiso por parte de los ciudadanos franceses, sino, por el contrario, a la perfecta sintonía que existe entre ellos y la política internacional de Jacques Chirac.…  Seguir leyendo »