Carmen Posadas (Continuación)

Admirar, con A mayúscula, es un verbo que conjugo poco. Respetar, tolerar, querer, e incluso amar, son más frecuentes en mi vocabulario. También lo es admirar con minúscula pero, esa A grande y sonora de la que hablo la reservo solo a personas excepcionales. Una de ellas acaba de cumplir noventa y cinco años y en estos momentos se debate entre la vida y la muerte. Y a lo mejor gana, quién sabe, al fin y al cabo no sería la primera batalla imposible de la que sale victorioso. Hablo, por supuesto, de Nelson Mandela. No creo que sea necesario recordar aquí su lucha por la libertad, sus casi treinta años de cárcel o su nada fácil gesta de acabar con el apartheid en Sudáfrica.…  Seguir leyendo »

Cada vez con más frecuencia surgen voces que escandalizan a las feministas recalcitrantes cuestionando el postulado de que hombres y mujeres somos iguales. E incluso van más allá y se atreven a poner en entredicho la mismísima Biblia del feminismo. Me refiero a El segundo sexo, célebre libro de Simone de Beauvoir, en el que decía más o menos que nosotras no nacemos mujeres, sino que llegamos a serlo. Es decir que la diferencia entre unas y otros es solo cultural, no de otra índole, y que el comportamiento femenino está condicionado por lo que se espera y desea de nosotras.…  Seguir leyendo »

Llevo muchos años viviendo en España, mis hijas son españolas, mi marido también lo era y adoro este país. Sin embargo, los que no hemos nacido aquí, conservamos, por lo general, una mirada un tanto más distante, la misma, por ejemplo que tiene un viajero y que le facilita observar cosas que los locales raramente ven. En literatura, por ejemplo, esta mirada ha producido páginas tan extraordinarias como certeras y, siempre que el viajero-escritor sea honesto y falto de prejuicios, acaban resultando el mejor retrato que se puede tener de un país y sus gentes. Es con esta clase de mirada que me atrevo a afirmar que el aire de derrota que se ha instaurado últimamente en España, el desencanto general y esos golpes de pecho que se traducen en frases como «este país no tiene arreglo», «nos merecemos todo lo que nos pasa» o «somos un desastre», no están justificados en absoluto.…  Seguir leyendo »

Escribo estas líneas en la sala de espera de un aeropuerto. No hay nada que me guste tanto como ser voyeur de la vida de otros; se aprende mucho viendo a la gente cuando cree que no es observada. A mi alrededor veo varias personas con libros. Bravo, me digo, a pesar de las lúgubres opiniones de muchos, lo cierto es que la literatura jamás ha tenido tantos lectores. En números absolutos es un hecho incontestable. Nunca tantas personas han tenido acceso a la educación y a la formación y por tanto a los libros. Las estadísticas dicen también que las mujeres son más lectoras que los hombres y así lo corrobora lo que veo a mi alrededor.…  Seguir leyendo »

Una de las preguntas que se le hace con más frecuencia a un escritor es esta: ¿Qué haría para lograr que los niños y jóvenes lean más? Por mi parte, yo contesto siempre lo mismo: no aburrirles como hongos.

Todo el mundo parece estar de acuerdo en que un niño que lee adquiere más dominio del lenguaje, desarrolla más capacidad de discernir y agilidad mental, aumenta su imaginación y su curiosidad. Sin embargo, las medidas para alcanzar metas tan deseables no distan mucho de las que se tomaban en el siglo XIX, con aquello de la letra con sangre entra. A esto hay que sumar que en el siglo XIX y en buena parte del XX leer era un placer prohibido, un acto de rebeldía.…  Seguir leyendo »

En 1911 Thomas Alba Edison, en el cénit de su carrera, predijo que en el año 2011 existirían en el mundo «pequeños soportes de lectura de libros hechos con hojas de níquel en los que los lectores podrían almacenar toda su biblioteca en un solo volumen». Por supuesto, en su momento lo tacharon de exagerado, de amante de la ciencia ficción, incluso. Hoy, en cambio, sabemos que se quedó corto, y que un simple «pendrive» de cinco euros es capaz de contener no solo la biblioteca personal de alguien, sino la gran biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y la del Vaticano juntas.…  Seguir leyendo »

Hace no mucho, una casa de cosméticos internacional se vio obligada, en el Reino Unido, a retirar una campaña publicitaria en la que una famosa actriz aparecía anunciando cierta crema antiarrugas. Según ha trascendido desde entonces, la razón de que se prohibiera es que había tal trabajo de posproducción que la cara de la modelo lucía irrealmente lisa. Hasta tal punto, que «exageraba de manera engañosa los efectos del producto». Me sorprendió leer esta noticia, porque creo que desde hace ya tiempo, entre todos, hemos aceptado que la exageración y la irrealidad forman parte de nuestras vidas y por supuesto también de las técnicas publicitarias.…  Seguir leyendo »

Empezaré por decir que vivo en Madrid, aun paso de las Cortes y a dos de la Puerta del Sol. Por eso, y por lo que tiene de fenómeno social y de síntoma de nuestro tiempo, me interesé desde el principio por el Movimiento 15M. También, como otros ciudadanos de todo el país, me solidaricé con muchas de sus inquietudes. De hecho, apenas unos días antes del 15 de mayo, en un artículo periodístico, me extrañaba de la pasividad de los jóvenes ante realidades tan aterradoras como un 45 por ciento de paro juvenil. Si a esto unimos una crisis de proporciones aún desconocidas, un presidente tan frivolo como botarate y un Gobierno inoperante, no hay duda de que eran muchas las razones para que la gente se lanzara a la calle proclamándose indignada.…  Seguir leyendo »

Siempre me ha sorprendido el fenómeno de la imitación. Tal vez porque para mal —y para bien, quizá— no soy muy propensa a él. Es evidente, sin embargo, que una de las formas, si no la forma más eficaz de aprendizaje, es copiar lo que hacen los demás. Así aprenden los niños los rudimentos de todo, así se pulen más adelante destrezas, se afinan talentos, se evitan errores. Sin imitación posiblemente jamás se habría inventado nada nuevo, puesto que solo se puede crear algo diferente si se conoce y se domina lo anterior. Hasta aquí lo obvio, lo positivo de dicho fenómeno, pero como todo en esta vida tiene dos facetas (yo cada vez estoy más oriental y creo que nada es bueno ni malo, sino las dos caras de una misma y contradictoria moneda) la imitación tiene también su faz oscura.…  Seguir leyendo »