El bien como estrategia
Admirar, con A mayúscula, es un verbo que conjugo poco. Respetar, tolerar, querer, e incluso amar, son más frecuentes en mi vocabulario. También lo es admirar con minúscula pero, esa A grande y sonora de la que hablo la reservo solo a personas excepcionales. Una de ellas acaba de cumplir noventa y cinco años y en estos momentos se debate entre la vida y la muerte. Y a lo mejor gana, quién sabe, al fin y al cabo no sería la primera batalla imposible de la que sale victorioso. Hablo, por supuesto, de Nelson Mandela. No creo que sea necesario recordar aquí su lucha por la libertad, sus casi treinta años de cárcel o su nada fácil gesta de acabar con el apartheid en Sudáfrica.… Seguir leyendo »