Si no te crees nada, no confías en nadie
En vísperas de las primarias de New Hampshire, muchos votantes recibieron hace unas semanas la llamada falsa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Una máquina imitando su voz desanimaba a los ciudadanos a participar en la votación, pero fracasó: sus partidarios le otorgaron más del 60% de los votos.
Hay muchos ejemplos de falsedades cuyos daños en los procesos electorales parecen limitados, lo que está favoreciendo una corriente de pensamiento que minimiza el efecto de la desinformación. Es cierto que cambiar el voto de la ciudadanía resulta complicado. Sin embargo, en un año con elecciones en más de 70 países, yo no me la jugaría.… Seguir leyendo »