
Sánchez: anatomía del fanatismo
El fanatismo es la religión de los que se saben perdedores con reglas decentes, es el intento de sustituir las evidencias por interpretaciones torticeras, absurdas, pero que están dispuestos a imponer por las bravas. En cualquier juego, el fanático compraría a los árbitros, que es lo que ha hecho Sánchez haciendo concesiones inconcebibles a unos tipos a los que la fatalidad de un azar ha concedido una oportunidad que jamás habrían alcanzado por méritos propios.
El fanatismo es un grado superior, locoide, del partidismo. Sánchez es, desde luego, el jefe de una banda de desaprensivos, dispuestos a que el mundo perezca con tal de que se haga su capricho, aquello que ellos consideran un bien por encima de cualquier democracia, algo muy superior a esa libertad a la que Lenin no concedía ningún valor ni la menor importancia.… Seguir leyendo »