Diego S. Garrocho Salcedo

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El hombre más poderoso del mundo

Tenía razón Shakespeare: las buenas historias son siempre historias de poder. Y Elon Musk tiene poder. Mucho poder. Lo que todavía no está tan claro es que la suya vaya a ser una gran historia. Su desembarco al frente de Twitter, compañía que adquirió por más de 40.000 millones de dólares y en cuya sede entró abrazando un lavabo, ha detonado las esperanzas de algunos y el terror de tantos otros. La reacción la han protagonizado hombres y mujeres que son también poderosos, como Alexandria Ocasio-Cortez o Stephen King. Pero han sido, ante todo, millones de usuarios anónimos quienes han celebrado y temido, en ambos casos con hiperbólica intensidad, la llegada del hombre más rico del mundo al frente de la que probablemente siga siendo la red social más influyente del momento.…  Seguir leyendo »

Las comunidades políticas son siempre una cuestión de palabras. De acuerdos y de lenguas que se comparten, pero también de relatos, de leyes y de promesas. Un pueblo se distingue por conmoverse con los mismos mitos o con los mismos versos, lo que es tanto como hacer comunes el miedo y la esperanza. Amos Oz nos advirtió que ser judío es pertenecer a una cierta tradición lectora y otro judío como Harold Bloom nos enseñó que ser occidental podría resumirse en compartir un canon. Siempre creí, de hecho, que la comunidad inconfesable de la que hablaba Blanchot era, evidentemente, una comunidad de lectura.…  Seguir leyendo »

A veces los tontos son indistinguibles de los malos. Por este motivo decía Platón, o al menos así lo leemos en sus escritos, que todo vicio es una forma de ignorancia. Tan imposible es conocer el bien y no practicarlo como perpetrar un mal a sabiendas. La íntima proximidad entre el desconocimiento y la falta se nos hace presente en la vida ordinaria y en demasiadas ocasiones no sabemos a quién imputar una catástrofe, si a la ignorancia o a la perversa condición humana. No disimulen. En ambos rasgos sabemos reconocernos demasiado bien.

Basta echar un ojo a la nueva reforma educativa para actualizar la paradoja del intelectualismo platónico.…  Seguir leyendo »

La opinión pública es siempre un régimen imperfecto. En ella conviven argumentos válidos junto con falacias, analogías imprecisas o sesgos malintencionados. Siempre ha sido así y mientras seamos capaces de distinguir la moneda verdadera de la falsa tampoco será tan grave. Sin embargo, el debate en torno a la meritocracia ha inaugurado una nueva estrategia argumental absolutamente insólita y que a duras penas responde a la vocación semántica del concepto.

Desde que Michael Sandel publicara La tiranía del mérito, han sido muchos los seguidores que se han abonado a una tesis que, en puridad, ya aparecía sugerida en la Teoría de la justicia de John Rawls.…  Seguir leyendo »

Un soldado atiende a un niño durante la evacuación de Kabul

“Podemos reparar el mundo” (we can repair this world). Así habló y así cantaba Barack Obama en el que, sin duda, es uno de los artefactos más perfectos de la comunicación política contemporánea. La canción Yes we can compuesta por will.i.am. para las primarias presidenciales del 2008.

La tesis no tiene nada de novedoso. El propósito de que un pueblo o una nación puedan hacerse custodios de la humanidad aparece ya en la Mishná judía, bajo la expresión Tikkun olam, que nos insta a enmendar el mundo.

No lejos de esa encomienda podríamos reconocer el imperativo cristiano de ser luz del mundo e, incluso, ciertos preceptos derivados del cosmopolitismo estoico.…  Seguir leyendo »

Una vez le escuché decir a un viejo y admirado catedrático que existen dos tipos de docentes: los profesores panda y los profesores rata. El profesor panda toma su nombre de esa afable variante asiática de oso, cuya digestión es tan sofisticada que sólo puede comer bambú. El profesor panda, emulando al delicado plantígrado, se caracteriza por sólo ser capaz de impartir docencia de aquellos contenidos que son su estricta especialidad. Una especialidad que, las más de las veces, tiene la extensión de un sello de correos.

En oposición al panda se encuentra el profesor rata, este docente funcional y dispuesto a enseñar aquello que haga falta.…  Seguir leyendo »

Imagen del Che Guevara durante una manifestación en Bolivia.

Quienes en nuestra adolescencia tuvimos colgada en la pared la cara del Che Guevara tenemos una especial responsabilidad en estos días. Éramos muchos y, tal vez por ello, éramos idiotas. El imaginario compartido era épico, idealista y contestatario, y conmovidos por una abstracta sed de justicia, el ideal de la revolución cubana sirvió para apuntalar algunos afectos nobles sobre lo que luego supimos que era sólo una coartada emocional. Luego vendrían otras.

El tiempo pasó, claro, y algunos asumimos el reto de hacernos mayores. Sin el refugio de los prejuicios, la vida es más incómoda, más solitaria y arriesgada, pero también más verdadera.…  Seguir leyendo »

La autocrítica liberal

Es un hecho probado. A nadie se le oculta ya la crisis que sufre el liberalismo como marco político en Occidente. El ascenso de determinadas formas de populismo, la proliferación de nuevos desafíos políticos y las seductoras alternativas que están formulando potencias como China o Rusia suponen ya algo más que un riesgo teórico a los fundamentos de la democracia liberal.

Si a todo ello sumamos la erosión del espacio público de deliberación y de las instituciones, estaríamos siendo negligentes si pensásemos que esta crisis de legitimidad de la democracia y el Estado de derecho podrá resolverse sin demasiado esfuerzo con algunas recetas más o menos clásicas.…  Seguir leyendo »

Yo sí creo que hay dos Españas. Lo siento por quienes insisten en su juicio pacificador y armonioso, pero a la verdad y a la mentira les cuesta tanto la juntura como al agua y el aceite. A estas dos Españas las llevo viendo desde que soy pequeño y con ellas he crecido, mal que le pese a una de ellas, intentando apuntalar, con más o menos fortuna, un juicio crítico y veraz sobre lo que ocurre a mi alrededor. Como todos, vaya.

Y no, no son estas dos Españas las de los rojos y los azules. Las dos Españas de las que hablo existen siempre y de forma continua, pero sólo se manifiestan en puntuales ocasiones, como ocurre con los eclipses o las auroras boreales.…  Seguir leyendo »

Ayer fuimos a cenar donde Luciano. Es una tasca típica y castiza del centro de Madrid, de esas en las que cuelgan cabezas de toro, ristras de ajos y algunos azulejos. La cocina, con una carta ajustada, es más que correcta, y sobre todo te permite comer sobre un mantel de tela sin que te truene los oídos un hilo musical como el del Bershka. Para los tiempos que corren es casi un milagro.

A la cena acudí con dos amigos del entorno político. Ni muy rojos ni muy azules, de esos que bien podrían incardinarse en lo que hoy, entre mofa y befa, algunos consignan como centro centrado.…  Seguir leyendo »

Vallecas, piedras y votos: la violencia sale rentable

No lo duden nunca: la violencia, al igual que el fraude fiscal, existe porque es rentable. Es algo tan obvio que los romanos, cuando querían resolver la autoría de un crimen, comenzaban haciéndose una pregunta sumamente sencilla. ¿A quién beneficia? ¿Quién podría estar interesado en que algo así haya acontecido?

Tan astutos eran que todavía hoy cualquier instrucción judicial se orienta a partir de ese mismo principio. Cui prodest, cui bono.

Basta el testimonio de cualquiera de los muchos tiranos que en la historia han sido para confirmar que la administración del terror y la fuerza es un instrumento sumamente eficaz para dominar voluntades.…  Seguir leyendo »

Hace apenas cinco años, Oxford University Press decidió encumbrar el término posverdad (post-truth en el original inglés) a la categoría de palabra del año.

El vocablo, más o menos afortunado, venía a distinguir una nueva forma de mentira. Aquella en la que las emociones y la opinión son más determinantes que los hechos objetivos. Cultivando el narcisismo propio de nuestro tiempo, la nueva palabra aspiraba, de una forma técnica y hasta sofisticada, a nombrar algo tan antiguo como la mentira política.

Pero si cada generación tiene derecho a cometer sus propios errores, parece también legítimo concedernos la posibilidad de alumbrar nuevos conceptos con los que diagnosticar nuestras trampas, por clásicas que estas sean.…  Seguir leyendo »

España no es un problema, como dijeran los noventayochistas. España es, a lo más, una novia tóxica. No importa en qué momento o bajo qué circunstancia te asomes a ella porque siempre volverá a decepcionarte a pesar de sus encantos. La única manera sana de relacionarnos con ella sería dejarla en paz, huir hacia delante y olvidar cualquier esfuerzo por enmendar nuestra propia naturaleza. Pero es difícil. Heráclito decía que la guerra es el padre de todas las cosas, pero yo creo que de quien de verdad fue padre es de todos nosotros. El de Éfeso es nuestro patrón en la sombra.…  Seguir leyendo »

Querido amigo:

Estás mal. Como todos. Como toda tu generación, a la que algunos decidimos condenar a un consumismo también inmaterial. Dicen que la Filosofía no sirve para nada, pero tú y yo sabemos que son libros de Filosofía los que han legitimado parte de lo que te pasa. Hay todavía quien se atreve a sublimar tu tristeza, pero para ti ha dejado de ser un juego.

Te prometieron que podrías vivir una vida en el absurdo, sin sentido y sin arraigo, pero tú ya estás cansado de sufrir. Creciste educado en un mundo en el que te dijeron que la verdad no existía.…  Seguir leyendo »

La élite y el camuflaje

No hay ninguna sociedad compleja en la que no existan las élites. Ni siquiera las sociedades más igualitarias podrían aspirar a revocar algo que no es más que un imperativo estadístico. Una élite, en principio, no es más que una distribución porcentual: se da del mismo modo en que existen los altos, los gordos o los veloces. A los neonatos lo primero que hacemos es ordenarlos en un percentil y allí donde haya una cualidad siempre podremos distinguir una minoría en la que esa condición se asienta de un modo preferente. Por este motivo, lo políticamente urgente no pasa por negociarnos una utópica sociedad sin élites sino por reordenar los criterios que nos permiten exigir de un modo prioritario a determinados individuos.…  Seguir leyendo »

Todo adolescente tiene derecho a ser un inconsciente del mismo modo que todo adulto tiene la obligación de dejar de serlo. La pubertad es, probablemente, el período más hiperbólico de nuestra existencia. Y es que son tantas las primeras veces que vivimos durante esos años que la vida se hace prácticamente insoportable.

El dato que ofrece Sarah-Jayne Blakemore, neurocientífica de la Universidad de Cambridge, da cuenta de esta terrible y fascinante singularidad: la adolescencia es el único período de la vida humana en el que la primera causa de mortalidad son los accidentes. En esto, además de en la afectividad intermitente, también nos parecemos de jóvenes a los gatos.…  Seguir leyendo »

Hay muchos libros que aspiran a explicar la historia reciente de España. Sin embargo, cada vez que intento reconstruir qué es lo que nos ha pasado desde el 92 hasta nuestros días no encuentro mejor documento que el análisis comparado entre dos volúmenes.

Son dos textos excelentes en su género y, sobre todo, son dos objetos que en su estudio comparado arrojan un testimonio rotundo, perfecto e incuestionable de la deriva que tomó nuestro país desde que se inició la etapa descendente de la Transición. Son dos libros tan buenos que lo explican todo sin ni siquiera tener que abrirlos.

Quien quiera entender qué es lo que nos ha pasado y cuándo empezaron a sentarse las bases del manicomio patrio pueden coger un libro de Historia de la Filosofía de COU de principios de los 90.…  Seguir leyendo »

Hay palabras que operan como verdaderos fetiches sociales. Son conceptos que gozan de un extraordinario prestigio a pesar de que nadie pueda perfilar de un modo claro y preciso cuál es su significado. A veces son ideas a cuya promoción se destinan generosísimos fondos y su mera invocación parece nutrir de una solemne autoridad a quien las pronuncia. Innovación, probablemente, sea una de ellas. Pocas veces se ha conseguido apuntalar una convicción mesiánica tan potente y fascinada en torno a una única palabra. No importa hacia donde miren, siempre habrá algún gurú advirtiendo delante de una pantalla gigante una urgente necesidad por adelantarnos al mundo que viene.…  Seguir leyendo »

No sé si nos odiamos, pero es obvio que ya no nos queremos. No importa que miremos a España, a Europa o a Estados Unidos. El ruido, el aturdimiento y la violencia de cualquier debate demuestra que todo está lleno de enemigos.

Como en cualquier divorcio, la culpa y la traición siempre es de una de las partes, aunque por estética y civismo convengamos en decir que la responsabilidad de una ruptura es siempre compartida. Cuando algo se rompe no tiene sentido preguntarse cómo pudo llegar a construirse. La democracia ilustrada agoniza y se anuncia una verdad terrible: pase lo que pase el populismo ya ha ganado.…  Seguir leyendo »

Hace unos días, Amazon retiró, a instancias del Ministerio de Consumo, una serie de juguetes sexuales destinados a pedófilos. Los artículos ahora prohibidos son réplicas anatómicas de menores que, previsiblemente, estarían destinadas a satisfacer las terribles inclinaciones sexuales de personas capaces de sentir atracción sexual por semejantes artilugios.

La propia enunciación de la noticia genera escalofríos por cuanto nos permite imaginar inclinaciones tan sórdidas y terribles que, necesariamente, entrañan una atracción por ciertas formas de violencia sobre sujetos tan sumamente vulnerables como son los menores.

En el clima de volatilidad emocional en que vivimos, la retirada de estos artículos tan siniestros ha servido para propiciar un debate tan políticamente inane como fascinante en términos teóricos.…  Seguir leyendo »