Por el fuero… de la dignidad
El independentismo catalán afronta un empeño dificilísimo, adolece de muchas debilidades e incurre en no pocos errores (el último, haber alimentado hasta el paroxismo la megalomanía y la irresponsabilidad del exsenador Santiago Vidal…). Pero siempre, incluso tras los mayores tropiezos, hay un factor externo que le restaña las heridas, le devuelve el ánimo y le recarga las pilas: el desprecio insultante de sus adversarios. Lo subrayo: el desprecio. No el mero rechazo —-tan legítimo como inevitable—, ni la discrepancia argumentada, ni la oposición política, ideológica o sentimental a sus objetivos. La pócima mágica, el bálsamo de Fierabrás del independentismo es la incapacidad de la gran mayoría de sus contrincantes para reconocerle legitimidad y sentido algunos, la tendencia a combatirlo fundamentalmente desde el menosprecio, la ridiculización y el insulto.… Seguir leyendo »