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La Plaza Italia de Santiago de Chile, límite entre el centro de la ciudad y los sectores del oriente precordillerano y de más altos ingresos, ha sido invadida por los enemigos de Augusto Pinochet. Hay grupos que celebran con champaña, gente que salta y que canta, fotografías de Salvador Allende, banderas chilenas y de los partidos socialista y comunista, mezcladas con alguna bandera venezolana, boliviana, argentina. Todas flamean al viento primaveral, en medio del bullicio; la emoción es compartida, solidaria, profunda, y podríamos agregar que tranquila. Una joven periodista de la televisión, hija y nieta de abogados comunistas, se exhibe encima de una camioneta envuelta en el pabellón tricolor.…  Seguir leyendo »

Por fin. Esta vez, Augusto Pinochet se murió de verdad, en su cama, tranquilamente, llevándose a la tumba sus crímenes y el secreto de sus crímenes.

Amargura de los supervivientes. Tristeza de los hijos y las hijas de las víctimas, que saben, como Michelle Bachelet, la actual presidenta del país, que el hombre que destrozó sus vidas ya no podrá responder, jamás, de sus atrocidades.

Y derrota, una vez más, de esa justicia internacional que, a pesar de la testarudez de algunos, a pesar del juez Baltasar Garzón, a pesar del juez Juan Guzmán, a pesar de las asociaciones chilenas y extranjeras de defensa de la democracia, ha sido humillada e, incluso, burlada, por una defensa tanto más potente cuanto sabedora de que contaba con poderosos aliados apenas disimulados.…  Seguir leyendo »

Cuando cedió la presidencia de la República de Chile a su sucesor Frei Ruiz-Tagle en el gobierno de la Concertación Democrática, Patricio Aylwin pudo contar un episodio que describe el estado de «democracia tutelada» en el que se encontraba su país tras las primeras elecciones presidenciales, el 11 de diciembre de 1989.

En su «nueva Constitución», Pinochet se había reservado la jefatura de los Ejércitos y miraba de reojo, desde su despacho del Cuartel General, cualquier deriva del recién llegado inquilino del Palacio de la Moneda. Esa era su manera de vigilar el nuevo proceso democrático. El presidente Aylwin se atrevió a cruzar el espacio abierto, la calle, que separa, uno del otro, los dos edificios públicos.…  Seguir leyendo »

En momentos como el presente resulta inevitable mirar hacia atrás, especialmente si la muerte del fallecido no deja indiferente a nadie. Tanto en Chile como fuera de él, Augusto Pinochet, aunque muerto, sigue desatando grandes pasiones, que oscilan entre el amor y el odio. No podía ser de otra manera, dado el largo historial de muerte y destrucción que el dictador ha dejado a sus espaldas. Ese inevitable mirar hacia atrás ha servido para que muchos chilenos, comenzando por la hija de Salvador Allende, Isabel, repitieran la letanía del nunca más: nunca más una dictadura, nunca más un golpe de Estado, nunca más apelar a la tortura y a las violaciones de los derechos humanos para resolver problemas políticos.…  Seguir leyendo »

I'll leave it to others to "balance" the commentary on Gen. Augusto Pinochet's death with praise for his free-market economic reforms. Pinochet was a despot, a murderer and a fraud. He cheated death until 91, finally succumbing on Sunday as loving family members stood at his bedside and caring doctors did all they could to ease his pain. His regime exterminated more than 3,200 human beings for their political views, and most of them had to die young, alone and in agony.

About 29,000 victims were tortured during Pinochet's 17-year dictatorship, and an estimated 200,000 Chileans were forced into exile. The dictator's final public statement -- on his 91st birthday last month, he took "political responsibility for everything that was done" -- was a typical evasion.…  Seguir leyendo »

El gobierno de Michelle Bachelet ha dispuesto ser representado por la ministra de Defensa en el funeral de Pinochet, así como aceptó que el ejército le rinda honores a quien fue su comandante en jefe por veinticinco años. Como era de esperar, los chilenos haremos -como nación- algo que no podremos explicar ante la Historia. Y cuando digo Historia, hablo de nuestros hijos y nietos y todos los que vengan por delante.

Primera pregunta: ¿Es el Ejército un organismo privado que puede decidir por su cuenta y riesgo lo que le venga en gana? La respuesta: no, se trata de un organismo estatal y, por ende, pertenece a todos los chilenos.…  Seguir leyendo »

Este domingo, cuando se paralizó en Santiago de Chile el asediado corazón de Augusto Pinochet Ugarte, el gorila de capa y espada hizo su último gesto público en contra de Fidel Castro porque lo dejó solo en la pavorosa galería de dictadores autoritarios que gobernaron en aquel continente a punta de pistola.

Lo ha abandonado en la soledad del opresor de fondo. Le ha traspasado la escaramuza final y las negociaciones para entregar la plaza sin condiciones. Le ha cedido, con un rápido saludo militar a la visera, el ambiguo privilegio de clausurar una dinastía que tuvo sus más altos fulgores iniciales a mediados del siglo pasado con el medallero ensangrentado de Marcos Pérez Jiménez, Fulgencio Batista y Rafael Leónidas Trujillo.…  Seguir leyendo »

Con 91 años moría Augusto Pinochet, como consecuencia de un agravamiento del infarto sufrido la semana anterior y del que se recuperaba en el Hospital Militar de Santiago de Chile. Esta noticia prácticamente coincidía en el tiempo con otra dada el fin de semana por el periódico británico The Independent, que informaba del cáncer de estómago que tendría Fidel Castro y de las remotas posibilidades de pasar del fin de año o, en su defecto, de durar sólo algunos meses. Más allá de la veracidad de la información, la venganza de la historia suele ser, a veces, retorcida y complicada. La posibilidad de que los dos mayores dictadores latinoamericanos del siglo XX murieran juntos hubiera sido algo digno de ser contemplado.…  Seguir leyendo »

No hubo milagro esta vez. La muerte le ha liberado de procesamientos penales que en algún momento le hubieran supuesto una cascada de sentencias en su contra. Ya no se cumplirá el sueño de verle sentado en el banquillo de los acusados escuchando la lectura de la condena judicial impuesta por cualquiera de las múltiples causas abiertas por sus delitos. Esa imagen no la van a poder vivir sus víctimas, los supervivientes de un genocidio que arruinó la larga tradición democrática de Chile. Pero el juicio de la historia y de la propia sociedad chilena en su conjunto ya le ha condenado para siempre.…  Seguir leyendo »

El final que veníamos anunciando desde hace años se precipita ya, lamentablemente, a pasos imparables: el general Pinochet, víctima de una crisis cardiaca, va a morir sin haber sido juzgado y condenado. Pocas semanas atrás el ex dictador era privado, una vez más, de su inmunidad por otro de sus múltiples delitos, esta vez por los horrores de Villa Grimaldi. Anteriormente había sido repetidamente desaforado y procesado por secuestros, torturas, asesinatos, malversación, falsificación de documentos, evasión de impuestos, y otras serie de patrióticas actividades civiles y militares, por las que había sido objeto de muy diversas causas penales acumuladas por los tribunales chilenos.…  Seguir leyendo »

Por Prudencio García, investigador y consultor internacional del Instituto Ciencia y Sociedad y profesor del Instituto Universitario Gutiérrez Mellado de la UNED (EL PAÍS, 16/09/06):

Una vez más -y ya hemos perdido la cuenta-, la justicia chilena acaba de privar de su inmunidad al general Pinochet. Esta vez no ha sido por corrupción económica sino por algo mucho más grave: 23 casos de tortura y 36 de secuestro con desaparición. Con ello, también una vez más, el ex dictador volverá a ser procesado. Pero, también una vez más, ahí acabará todo. Nadie será capaz de juzgarle y condenarle. La calamitosa justicia chilena, después de haber procesado repetidamente al general en muy diversas causas penales, volverá a chocar patéticamente contra su barrera infranqueable: su penosa, radical y sistemática incapacidad para juzgarlo y condenarlo, dejando así al descubierto su verdadero propósito: que el viejo tirano muera sin haber sido condenado jamás.…  Seguir leyendo »

Por Ariel Dorfman, escritor chileno (EL PAIS, 08/09/04):

Eran tres cuadras las que separaban aquellas dos intersecciones en la capital norteamericana, tres cuadras entre el Du Pont Circle y el Sheridan Circle que yo solía caminar a menudo en mis tiempos de exilio en Washington. De los dos Círculos, era el Sheridan Circle el que tenía mayor resonancia para mí en esa década de los ochenta, el que me llenaba de tristeza y rabia. Había sido ahí, en ese exacto Círculo, a pocos pasos de la Embajada chilena, que la policía secreta de Pinochet había asesinado, el 21 de septiembre de 1976, a Orlando Letelier, el ex ministro de Salvador Allende, y yo, como otros desterrados, pasaba por ese sitio frecuentemente, tanto para conmemorar al compañero muerto como para prometerme a mí mismo que algún día íbamos a juzgar al dictador que lo había mandado matar.…  Seguir leyendo »