Fraude de ley, fraude de democracia
Existe una distancia insalvable entre Carles Puigdemont y Pedro Sánchez. Gusten o no su personalidad o su pensamiento político, bastante pobre por cierto, el primero persigue un objetivo político de carácter general, la independencia de Cataluña. Del pensamiento político de Pedro Sánchez poco hay que decir, es un secreto bien guardado, pero sobre su objetivo político no existen dudas: trata de mantenerse en el poder a cualquier precio. Y en la medida en que para atender a este fin necesita someterse a las exigencias del expresidente catalán, la superioridad política y moral del mismo en la partida que está jugándose resulta evidente.… Seguir leyendo »