Disidentia (Continuación)

¿Cómo elegimos a los políticos?

Cuando se habla con algunos de los protagonistas de la transición política no es extraño que, más pronto que tarde, salga a relucir el desencanto que, de manera casi unánime, sienten muchos de ellos, si no todos, ante la situación política española. Los más jóvenes pueden pensar que ese sentir no deja de ser un ejemplo más de la propensión al desánimo que se apodera con frecuencia de las personas que han vivido una vida ya larga. Ese sentimiento se convierte en un huracán de desengaño en el notabilísimo testimonio que nos ha dejado Alejandro Nieto, un auténtico sabio, que se ha convertido en testigo despiadado de nuestros muchos desatinos de las últimas décadas: no dejen de leer, por cierto, su libro El mundo visto a los noventa años, me lo agradecerán y sentirán que un torrente de lucidez, no siempre cómoda, les aclara el caso.…  Seguir leyendo »

Según dicen los periódicos, hay optimismo en el PP, es decir que sus líderes dan a entender que van a ganar las próximas elecciones. Los argumentos que se emplean para avalar este diagnóstico son, a mi entender, tres y nada más que tres. El primero se asienta en afirmar que el Gobierno ha sido desastroso y que los españoles están hartos, y no es imposible coincidir con ese análisis, en especial si solo se pregunta a los amigos y conocidos. El segundo es el argumento de las encuestas, que, según parece, van subiendo. El tercer argumento se basa en poner el ejemplo de Andalucía y suponer que lo que allí ha ocurrido va a pasar en otras partes, aunque no convendría ignorar que suponer uniformidad política en las distintas CCAA y asumir que los electores optan por lo mismo en las elecciones autonómicas que en las nacionales es una presunción con escasa base en la experiencia.…  Seguir leyendo »

Decir que vivimos en un mundo convulso es un tópico bastante vulgar al que muchos se agarran para argumentar que cualquier tiempo pasado fue mejor, y cargar así contra sus enemigos favoritos, sea el progreso económico, la desigualdad, el consumismo, la tecnología, el capitalismo, el deterioro de la naturaleza, etc., cada cual tiene sus preferidos.  Sin embargo, este tipo de conclusiones, tal vez por aquello que decía Baroja de que las conclusiones hay que reservarlas para los imbéciles, no suelen estar motivadas en ningún análisis especialmente fino, son, más bien, prejuicios de preferencia que se anteponen a cualquier examen atento. Basta con imaginar lo que sería un mundo en decrecimiento económico, sin tecnología, sin ahorro y beneficio, sin competencia o sin consumo para concluir que cualquier mundo opuesto al que tenemos sería, sin la menor duda, mucho peor.…  Seguir leyendo »

En 1949, Ortega y Gasset se quejaba de la enorme imprecisión de los términos esenciales con los que se busca comprender la vida social para concluir: “se da el escandaloso hecho de que mientras se ha estudiado —vanamente, claro está— cuál es la buena política frente a la mala, nadie se ha resuelto a preguntarse ¿qué es la Política?, sea buena o sea mala; es decir, por qué en el Universo existe esa realidad tan extraña, tan insatisfactoria, mas, a lo que parece, tan inevitable que llamamos política”.

Frente al socorrido recurso de presentar a la política misma como un desatino, como algo prescindible, incluso como una plaga o una conspiración contra el interés de los más, hay que reparar en que si vivimos en sociedades que son mejores que las que nos han precedido, cosa que solo niegan los profetas de desgracias que se supone inevitables, y los que apenas saben sumar con los dedos, se debe a que hemos sabido aplicar políticas valiosas, es decir, mejores que peores y que han sido eficaces a la hora de perseguir el progreso común.…  Seguir leyendo »

na gran mayoría de observadores de la sociedad contemporánea ha hecho notar que el sentimentalismo se ha convertido en una palanca política de primer orden, aunque no siempre se hace notar el carácter restrictivo y la anomalía moral que se oculta tras muchas de las formas de tales sentimentalismos. Como ha anotado aquí mismo Dante Augusto Palma, establecer qué persona o qué grupo es más víctima que el otro ha devenido la marca de nuestro tiempo porque alcanzar el status de víctima supone automáticamente estar “en la verdad”. Es curioso que esta valoración de sentimientos resentidos, excúlpese la paradoja, haya alcanzado tan alta cotización y hay que apuntar que, dado que no tenemos una capacidad infinita de sentir, la inflación de esta sentimentalidad milita de forma directa contra la posibilidad de cultivar otro tipo de sentimientos pues parece que, en buena medida, rige también aquí lo que pasa en economía, que la mala moneda expulsa a la buena del mercado (ley de Gresham).…  Seguir leyendo »

En su forma ideal, la política debiera ser un ejercicio de la razón que busca hacer que los conflictos inevitables se reduzcan a sus menores dimensiones. En su forma real, la política partidista es con mucha frecuencia lo contrario, un ejercicio de la emotividad que busca acorralar al enemigo, lo que supone colocar a la política del lado de la guerra, más que del lado de la construcción de unas sociedades capaces de permitir la vida libre y de crear el consenso razonable que permita un progreso común en el marco de instituciones independientes y sabias.

El mundo contemporáneo es tan complicado de entender, y tan imposible de predecir, que una reacción muy común nos lleva a refugiarnos en lo que consideramos principios básicos y a estar a la defensiva.…  Seguir leyendo »

Nuestro Sánchez, que ya le ha advertido a Putin de que no se va a salir con la suya, se siente liberado de cualquier temor o timidez una vez que ha alojado al sanedrín de la OTAN y ha hecho hueco a un par de destructores americanos en Rota. Al haber despejado las dudas sobre la solidez de su figura, ha decidido que es el momento de cantarle las cuarenta a esta Europa obsesionada con el ahorro y le ha dicho que nuestro gas es para nosotros y lo gastamos como queremos. Nada de ahorrar el 15% que pide Europa porque nosotros no hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, contra lo que hacen en Europa, y no nos merecemos una medida tan restrictiva y austericida, tan antidemocrática.…  Seguir leyendo »

El Parlamento español ha tomado una iniciativa que, de forma harto lamentable, cabe calificar de histórica, a saber, acabar con la historia misma, cerrarla a cal y canto, dejando claro de una vez por todas que los buenos han ganado, que el fin de la historia ha llegado porque ellos están en el poder, lo que implica, además, que no solo tratan de dictar el pasado, sino que pretenden ponerle siete llaves al futuro: o nosotros y la verdad que hacemos ley, o el fascismo.

Con todo, lo más asombroso no está en ese pretendido cierre, que, entre otras cosas implica un imposible lógico, pues nada hay tan abierto como el juicio sobre lo pasado, mientras que esta malhadada ley llega a incluir multas de miles de euros para quienes se atrevan a publicar algo que no concuerde con la visión que se impone de forma tan autoritaria como impropia de una democracia, sino en que, además, este oportunista y chapucero fin de la historia sirve para modificar de manera arbitraria y cínica lo que sostiene de forma espontánea la mayoría  de los españoles, a saber, que ninguna contorsión del pasado reciente podrá hacer que acabemos viendo a los criminales de ETA como unos luchadores por la libertad.…  Seguir leyendo »

Dicen los que saben de estas cosas que a Boris Johnson le ha pasado factura su fábrica de mentiras y, de ser cierto el caso, no sería mala noticia, pero me temo que no sea fácil desligar sus mentiras del pandemónium en el que parece haberse convertido la política británica. Es posible que un gobierno más tranquilo y un horizonte más despejado (que no hiciese a los diputados conservadores pensar con miedo en su reelección) pudieran haber ayudado a los británicos a soportar las fechorías de Johnson con mayor flema.

Aún con esas dudas, es buena noticia que se castigue al mentiroso, porque la mentira de un político no es una mentira más, es algo más grave.…  Seguir leyendo »

El Mátrix catalán

Acaba de publicarse un libro que lleva el mismo título que he puesto a este post de Disidentia: El Mátrix catalán, cuya lectura y consulta recomiendo vivamente a cualquiera que quiera distinguir las voces de los ecos en el conflicto político que está siendo determinante de la vida española en estos últimos años. El libro recoge el paciente y concienzudo repaso que su autor ha hecho del desarrollo y los antecedentes del clima cultural y social que ha llevado a millones de catalanes a ver su vida muy alterada de modo bastante absurdo, y en ocasiones muy dramático.

El autor no es ni historiador ni político, que son los oficios más frecuentes entre los muchos que han metido su pluma en este enojoso asunto.  …  Seguir leyendo »

Blade Runner y el motor de explosión

Vi Blade Runner de Ridley Scott nada más estrenarse porque consideraba a Scott un genio del cine (había visto Los duelistas, pero no Alien) y desde ese momento convertí esa película en un argumento constante en mis clases de Filosofía porque no la tomé como una cinta de ciencia ficción sino como una reflexión bastante honda sobre lo que consideramos como humano. Luego leí la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, en la que se basaba la cinta, pero la fuerza de las imágenes de Ridley Scott, y la música casi hipnótica de Vangelis, siempre se ha sobrepuesto, en mi caso, al recuerdo lector.…  Seguir leyendo »

Lo de “menos viajar y más leer los periódicos” viene de un viejo chiste contra Franco en el que la policía detenía a un tipo por discrepar del discurso de un jerarca del régimen que iba haciendo relación pormenorizada de los éxitos conseguidos bajo su mandato; al ser interrogado en comisaria por las razones para oponerse, el valiente ciudadano indicó que no era verdad que en Villanueva del Caudillo se hubiesen hecho cien viviendas, porque él acababa de estar allí y no había ni rastro de ese milagro, a lo que la policía le respondió con el título de este post, “menos viajar…

La tendencia política a pintar de color rosa las cosas no es de ahora, como es obvio, pero ahora ha adquirido caracteres alarmantes.…  Seguir leyendo »

El fútbol y unas gotas de política

Una gran parte de los aficionados al fútbol del mundo entero estarán hoy, sábado 28 de mayo, pendientes de cómo acaba la final del Campeonato de Europa de campeones de Liga, la famosa Champions League. Yo creo, espero y deseo que la gane el equipo de mis amores, el Real Madrid, eso se verá esta tarde y hasta que se vea estaré un tanto inquieto, como millones de personas más, también los del Liverpool que es un equipo magnífico y muy respetable.

Por fortuna creo que se ha superado aquella etapa en que el interés por el fútbol se consideraba un síntoma de barbarie, una muestra casi indudable de mentecatez.…  Seguir leyendo »

La política española vive muy pendiente de la opinión, y eso no es malo, es casi esencial en una democracia competitiva. Lo que es malo es el sistema de filtros que alimenta y constituye nuestra opinión, un conjunto de hábitos intelectuales y morales que nos aleja muy mucho de cualquier intento de hacer un país mejor, una patria grande y generosa.

No será necesario insistir mucho con ejemplos para que veamos cómo los ciudadanos viven entregados a debates insignificantes, a minucias perniciosas. Llevamos unos días tras los desplazamientos de don Juan Carlos de Borbón, como si eso fuese algo de importancia real para nuestro futuro; el Congreso discute la ley del “solo si es sí” o algo parecido, las bajas laborales por los dolores menstruales y si se baja el IVA a los productos relativos a tan graves eventos.…  Seguir leyendo »

Una de las justificaciones más habituales de lo que se conoce como políticas sociales es la que las presenta como un mecanismo redistributivo que contribuye a minimizar los posibles daños que causa el mercado. En España, no hay duda de que esa idea es acogida sin el menor atisbo de críticas por la izquierda, que ve en ella el camino del paraíso, como por la derecha que suele subrayar, por el contrario, que es la única manera de mantener la paz social.

Lo interesante es preguntarse qué pasa cuando el sistema político insiste en esos objetivos, pero no tiene el menor interés en medir el grado de efectividad de esas políticas.…  Seguir leyendo »

La llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP parece haber supuesto un gran alivio para muchos dirigentes del partido y se supone que ha abierto una cierta esperanza entre sus posibles electores. Aunque los sucesos que precipitaron su presidencia hayan sido traumáticos, el PP parece sentirse seguro con un nuevo líder, entre otras razones nada menores porque la cultura política de ese partido es, como ha ocurrido siempre con la derecha en España, demasiado dependiente de la figura que lo preside. La debilidad de la derecha, desde Suárez hasta Casado, y veremos si con Feijóo ocurre lo mismo, reside en buena medida en que el partido lo fía todo al liderazgo de su presidente descuidando muy mucho la capilaridad y la permeabilidad política de su organización, la presencia y el contacto de sus militantes con los problemas y los debates que preocupan a los ciudadanos.…  Seguir leyendo »

Estado de alarma… de mucha alarma

Estoy en estado de alarma. No, no me refiero al Estado de alarma que decreta el gobierno de la nación, sino a mi personal estado de alarma por lo que está sucediendo en nuestro país. He pasado, como me consta que le ha sucedido a múltiples personas, por diversos estados que podrían caracterizarse según cual haya constituido en ellos la sensación predominante: temor al principio del confinamiento, luego estupor, más tarde indignación y, en momentos sucesivos, incredulidad, desconcierto, desánimo, rabia y… ¿por qué no decirlo?, también momentos en que quise creer en que había algunos resquicios para la esperanza.

A día de hoy no queda en mi opinión posibilidad alguna de albergar un sentimiento positivo sobre el desenlace de esta crisis.…  Seguir leyendo »

Las cazuelas son golpistas

Si sustituimos el debate parlamentario o, incluso, el derecho de manifestación por las caceroladas, los golpistas estarán al borde de haber ganado la batalla. En ese terreno, en el de las emociones, tienen todas las de ganar.

Nos encontramos librando una guerra contra un enemigo peligroso e invisible: el Covid-19. Es por tanto tiempo de resistencia, de combate y frialdad. Hay otro enemigo sinuoso, que excita las pasiones y pretende obtener un beneficio político definitivo de esta guerra contra el virus: el totalitarismo.

El objetivo en España de los totalitarios es el derribo del régimen del 78. En ello están aliados separatistas y populistas de extrema izquierda.…  Seguir leyendo »

La lectura del reciente libro del historiador Julio Gil Pecharromán La estirpe del camaleón. Una historia política de la derecha en España, 1937-2004 (Taurus) me ha sumido en una serie de cavilaciones que en algunos aspectos rozan lo que suele llamarse estado de perplejidad. Si tienen un poco de paciencia y me siguen leyendo, luego les intentaré explicar por qué. Pero quiero decir antes un par de cosas sobre el libro, no ya solo por simple cortesía para quien no lo haya leído sino por la necesidad de encuadrar adecuadamente la reflexión que trato aquí de pergeñar.

El libro en cuestión es un grueso volumen –cerca de seiscientas páginas- que trata de dar cuenta de la evolución del pensamiento político conservador y de los partidos y grupos de esa tendencia desde la unificación de las derechas en plena guerra civil bajo la égida de Franco (1937) hasta el fin del segundo gobierno de José María Aznar (2004).…  Seguir leyendo »

La iglesia ecologista

1.- Está terminando la Cumbre del Clima (en siglas, que producen menos CO2, COP 25) que comenzó el 2 de diciembre en Madrid ante la imposibilidad de celebrarla en Chile. Gracias a los rápidos reflejos del Dr. Sánchez, dirige sus miradas esperanzadas el mundo entero hacia la capital de la marca España, como si fuese la del planeta Tierra. La COP 25 tiene la bendición de la ONU,  lo que garantiza la seriedad, el alto nivel de los trabajos y la continuación de la marche hacia el arrepentimiento antropogénico hasta la conversión climatológica del mundo entero. Su secretario general, António Guterrez,  se ha hecho presente, declarando solemnemente al llegar, “el punto de no retorno contra la crisis climática se nos echa encima”.…  Seguir leyendo »