Simples, pero malintencionados
Detecto confusión. La complejidad, signo de los tiempos, precisa de modelos cuyo requisito principal es la confianza en la autoorganización. Y si se trata de sistemas sociales, que son los que aquí nos importan, esa confianza es incompatible con las almas autoritarias, con las recetas simples, con las concepciones lineales del mundo. Con lo que Antonio Escohotado llamó, en fin, «el orden de la orden» ('Caos y orden', 2000).
Nuestra izquierda, que ya es toda extrema si tomamos como referencia los principios de la democracia liberal y el libre mercado, debe más de lo que sabe al arbitrismo de ensoñación. Por eso aquí el influjo del marxismo sobre las élites culturales caló más hondo.… Seguir leyendo »