La fragilidad de Sánchez
Es difícil lamentar la marcha de Mariano Rajoy. Hemos visto cómo una sentencia judicial por corrupción ha provocado la caída de un Gobierno, siguiendo un procedimiento constitucional. El rechazo no solo obedece a la corrupción en la formación conservadora, sino también a su actitud displicente y patrimonialista. Durante su tiempo en el Gobierno, el Partido Popular de Rajoy ha contribuido a degradar la imagen de unas instituciones que ha tratado como propias y que debía haber defendido.
Nuestras mayores virtudes son muchas veces nuestros peores defectos, y si a menudo se ha elogiado el manejo de los tiempos de Rajoy y su capacidad para beneficiarse de la fragmentación del adversario, en esta ocasión los juegos temporales han sido insuficientes y sus rivales se han puesto de acuerdo en una cosa: echarle.… Seguir leyendo »